II

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Tal como fue dicho en los noticieros, el clima esta semana sería indómito. No había fuerza de la naturaleza que fuera capaz de detener semejante agua cero que había comenzado a caer a plena noche. Justo cuando Min comenzaba el día de uno de su turno nocturno.

Min, con los tiempos así lo deprimían más de lo normal, además de que la noche la pasó en completa vigilia sin lograr pegar un ojo debido a ese extraño y sepulcral susurro. ¿Quién era o qué era? Aquellas eran las preguntas que se hizo el de tez pálida durante la noche, y ni una parecía tener una respuesta. 

De malas ganas se había vestido con tu típica ropa de colores negros, grises y algo de blanco, no mucho, pues el blanco brillaba mucho bajo las luces de la morgue, generándole una molestia visual que lo ponía de mal humor. Su ropa era algo ancha, "cómoda" decía él, sin embargo, nadie comprendía como podía haber comodidad en prendas que eran tres tallas más que la normal o la propia. En los autobuses —que tomaba tres al trabajo— la gente se le quedaba viendo raro al verlo con ropa más grande que el mismo. Sin importarle se sentaba y miraba por la ventana.

En camino al trabajo vio en su mochila aquellas pastillas de vitaminas C que su madre le había dado. No se las había tomado aún, pues le daba cierta desconfianza, pero en vista de que sus ánimos no andaban de los mejores, tenía sueño y el clima no le ayudaba, abrió el frasco y sacó una sola y se la tragó sin nada de agua, pasándola con algo de dificultad. 

Tras tomarse el suplemento, tomó su teléfono y busco en las noticias de la web sobre el asesinato ocurrido hace poco. Su dedo se deslizaba por la pantalla buscando noticias fidedignas que no maquillasen la información, que fueran crudos y sin mucha edición. Al final dio con una que describía el crimen como bestial, salvaje y sin compasión alguna, en pocas palabras, era una masacre. Aparecieron incluso fotos de los cadáveres, pero eran difuminados con píxeles. Bajo el artículo se hallaban fotos de la familia, describiendo que sus funerales serían llevados a cabo luego de la autopsia, velados en privado y sin acceso a presa. Min felicitaba el gesto, ya que muchas presas amarillistas se aprovechaban.

Dejando las opciones públicas. Se puso a pensar en como pudo pasar; no había cerraduras forzadas, se encontraron indicios de pelea dentro de la casa y el arma homicida era un machete de doble filo. Yoongi lo asociaba a una venganza, un arma no muy común para efectuar un simple robo.

El culpable buscaba cazar a su víctima y algo le decía que aquel hombre algo muy malo debía haber sido. Por supuesto que eso solo explicaba el uno por ciento del caso. 

Cuando llegó al edificio, saludó a todos, fijándose hasta en el mesón del medio de la entrada que estaba vacío. Frunció el ceño.

«¿De cuándo que estaba ahí?»

Se preguntaba el joven de cabello grisáceo, estaba seguro de que nunca lo vio, trabajaba desde hace dos años ahí. Raro, pero pasó de largo al ascensor.

El peligris salió del elevador y caminó hasta la morgue en un largo pasillo de paredes blancas y piso de mosqueta, un tono grisáceo con pintas negras y blancas. Sus zapatillas converse de color negro producían un chillido, pues, el piso había sido limpiado hace nada y se notaba por lo reluciente y resbaloso que estaba. Min sacó su pase de accesoque le permitía paso autorizado a la zona de la morgue, crematorio y congeladores. 

Apenas entro vio al jefe del departamento de investigaciones y el policía que lo acompaño en el día que se hallaron los cuerpos. Dio un vistazo rápido y allí estaban las cinco víctimas.

—Por fin llegas Min. —Lo miró con desprecio. 

—Vivo en un condado, tomó tres malditos autobuses para llegar... —Dejo con fuerza su mochila sobre el escritorio, tomando su bata. —Si le molesta, llamé a otro forense... Ah, verdad, lo decapitaron. —Abotonó su bata. El policía y jefe se miraron entre sí, no era fuera de lo común que tuviera ese humor tan particular.

INSANE [Yoontae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora