Prólogo

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El cuerpo de aquel muchacho era delicado, hermoso y a la vista tersa. Su piel era todavía joven, no tenía una gran musculatura, pero aun así bastaba para que se viera saludable. Su tez era morena, de una tonalidad canela, sin ni una mancha, sin ni una sola cicatriz, extraño para el forense. Lucia recién muerto, como si su cuerpo no hubiera pasado por un largo proceso de congelación. Así mismo descansaba sobre la mesa que igual que él estaba bastante fría, estaba con sus ojos cerrados, durmiendo tranquilamente y como si nada pudiera molestarlo de aquel agradable sueño. Yacía desnudo, solo cubierto por una manta de la cintura hacia abajo.

El joven forense miraba el reloj en la pared blanca de morgue que marcaba las doce. Su cabeza dolía tal como si lo hubiesen dado con un martillo una y otra vez en la misma zona, generándole molestia. Estaba cansado, somnoliento y algo ido. No era capaz de comprender nada, y se preguntaba:

¿Cómo es posible que luzca así cuando ya pasaron treinta años en un congelador?

Era inexplicable, que estaba seguro de que ni la misma ciencia sería capaz de darle una explicación médica refutable que él pudiera creer. Quería salir, pero cada que daba la vuelta al ascensor, en donde marcaba piso uno, este al segundo cambiaba y lo regresaba al menos dos. Era un verdadero laberinto sin salida que lo tenía al borde del colapso mental.

Miró el rostro del joven que hace nada de segundos estaba neutro y ahora mostraba una leve sonrisa. Min se sobresaltó y cayó al suelo chocando con la pizarra donde solo ya tenía informes policiales de época pegados, pues los descubrimientos que fue haciendo desaparecía cada minuto; avanzaba un paso para saber qué le paso, pero retrocedía dos cuando una pista se extraviaba sin razón aparente.

En los periódicos había titulares hablando de un chico similar al de la mesa, con las mismas características y morenos, alto, delicado de cuerpo, joven, cabello azabache, etcétera. Yoongi no lo comprendía, su mente le ha estado jugando malas pasadas cada hora que pasaba metido en ese infierno, porque para él eso era su trabajo desde que descubrió a Kim Taehyung, el cadáver con expediente en blanco.

Lanzo las cosas y se tomó la cabeza.

—No es real, no es real... Sabes que no es real Yoongi... Carajo... —Hablaba con gran desesperación rogándole a Dios, si es que existía, que le diera paz. Su madre siempre le decía que Dios oía a los más necesitados y que, a través de la oración, lo podía oír. Junto a sus manos con algo de sangre. —Por favor... Por favor... —Murmuraba.

Si tan solo no se hubiera metido al congelador, nada de esto estaría pasando. Aquel espectro con forma humana era perversa, desquiciada y malévola, que solo buscaba llevarlo al límite de la mente humana.

Cuando levantó la mirada se lo volvió a topar. Era Kim Taehyung parado delante de él con una mirada macabra, frívola y para nada serena. En sus ojos avellana se veía la maldad, el odio, el rencor y la gran sed de venganza que deseaba en ese momento.

Existía un extraño ensañamiento, más bien insano, que fue aumentando hasta que detonó esa misma noche.

—¿¡Por qué tenías que parecerte a él?! —Vociferó. Su grito provocó que la morgue completa había retumbado en un temblor, haciendo que las luces se apagaran enseguida. Yoongi se puso de pie y tomó con fuerza la probeta del laboratorio que estaba en el mesón, rompiéndola con la esquina del mismo mueble; se colocó en posición de defensa. —¡Mírate, eres como él! ¡Asesino, psicópata, enfermo! —La voz estaba por todos lados.

Las luces de emergencia se encendieron enseguida, tiñendo la morgue de un color rojizo como la sangre. Buscando al espectro se topó con la mesa de disecciones en donde el cadáver estaba de sentado, mirándolo fijamente. Este de pronto comenzó a reír a carcajadas.

—¿Por qué rogarle a Dios, Yoonie? —Le preguntó. —¿Acaso crees en él? ¿Piensas que Dios oye a enfermos mentales como tú? ¿O tu madre te metió en la cabeza que Dios te oirá si rezas? —Río, bajándose de la mesa y caminando hacia él. —¿Te digo un secreto que descubrí? —Le susurró al oído. Min estaba temblando. —Dios no oye a los muertos.

A Yoongi se le había helado la sangre.

✶⊶⊷⊶⊷❍ ⛥ ❍⊶⊷⊶⊷✶

Próximamente...

INSANE [Yoontae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora