𝟿. 𝑃𝑒𝑠𝑎𝑑𝑖𝑙𝑙𝑎𝑠 𝑦 𝑓𝑎𝑛𝑡𝑎𝑠𝑖́𝑎𝑠

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Al otro día despierto asustada en la inmensa cama, cubierta de sábanas blancas y más sola que nunca. Había sido presa de una pesadilla horrible e insoportable. No había rastro de Henrik, tampoco de Leandro, no me extrañaba, si no estaban en el bar, estarían averiguando más sobre el caso. La noche apasionada que tuve con Henrik y Leandro no es suficiente para evitar que los recuerdos de la muerte de mi familia me inunden. Es el mismo sueño que he tenido todas las noches de mi vida desde que tenía seis años.

Siempre empieza de forma maravillosa...


                                                                     𝑭𝒍𝒂𝒔𝒉𝒃𝒂𝒄𝒌


Tengo seis años, estoy en la habitación de mi infancia, emocionada por viajar a París con mi familia.

── ¡Toc, toc! ¿Cómo está todo por aquí? ¿Ya tienes todo empacado, Alexa?

── ¡Acabo de terminar, mami!

── Sabía que lo harías, por eso preparé un chocolate caliente muy especial, solo para ti, mi buena niña.

Mi mamá me entrega una taza humeante cubierta con crema batida y chispitas de colores.

── ¿Quieres qué use tu taza favorita, mamá?

── ¡Por supuesto! me la regalaron en París cuando era pequeña para que recordara mi lugar favorito en todo el mundo.

/Pero nunca pudo enseñarme su lugar favorito. Esos monstruos le arrebataron la oportunidad y a mí también...

/Mi sueño se vuelve más tenebroso y siento cómo se desata el pánico habitual. Puede que empiece de forma maravillosa... Pero tarde o temprano, la oscuridad siempre llega.

Estoy en el armario de mis papás, buscando una muñeca que mi mamá me había quitado hace un rato. Quiero meterla en mi maleta.

Es entonces cuando escucho un fuerte sonido.

── Mami, ¿Qué fue eso?

Me asomo a través de la rejilla de ventilación de la pared, que tiene una vista perfecta de la cocina, y es entonces cuando los veo. Los dos hombres que destruyeron mi vida aquella noche.

Cada noche, mientras el sueño se desarrolla, busco más pistas, más detalles que me ayuden a encontrar al asesino. Así fue como finalmente recordé el nombre de Montero. Y pronto me llevará también al otro miserable hombre.

El sueño se desarrolla como siempre, con la cara de desprecio de mi objetivo, salpicaduras de sangre y demasiada muerte que soportar.

Me levanto de la cama, busco mi ropa, pero en vista de que no la encuentro, me pongo una bata limpia de Henrik, me siento en el sofá vacío de la sala mirando a mi alrededor, recuerdo que Henrik no había permitido hasta ahora que alguien que no fuese Leandro entrara a su departamento y ahora estoy semidesnuda en su lujoso sofá.

Tomé un periódico para leer las noticias más recientes de las noches anteriores, todas las noches leo los periódicos o veo los noticieros como si me ayudaran como pistas para encontrar al culpable de mis desgracias.

Entonces escucho como una llave abre la cerradura y Leandro entra con esa frescura que lo caracteriza. Me abrigo aún más.

── Diablos, Alexa. Esperaba llegar antes de que te despertaras.

── Leandro, yo también desearía que lo hubieras hecho, pero madrugo.

── Sí, lo noté.

── Lamento haber arruinado lo que sea que haya pasado por tu mente. Pero no pude dormir más, sobre todo cuando me sentí sola y también por el sueño, ya sabes.

𝑁𝑢𝑛𝑐𝑎 𝑡𝑒 𝑒𝑛𝑎𝑚𝑜𝑟𝑒𝑠 𝑑𝑒 𝑢𝑛 𝑐ℎ𝑖𝑐𝑜 𝑚𝑎𝑙𝑜 {EN PROCESO}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora