𝟷𝟺. 𝐴𝑡𝑟𝑎𝑝𝑎𝑑𝑎 𝑒𝑛 𝑒𝑙 𝑎𝑐𝑡𝑜

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Estoy en la habitación de Leandro y descubrí accidentalmente el lugar donde esconde su arma y su dinero.

── Alexa, ¿Dónde estás?

Los pasos de Leandro resuenan en el pasillo mientras vuelvo a meter frenéticamente el montón de dinero en la ranura de su cabecera justo cuando Leandro asoma la cabeza por la puerta de su habitación.

── Alexa, ¿Qué estás haciendo?

── ¡Volviste muy pronto!

── Demasiado pronto, por lo visto. ¿Vas a explicarte o quieres que saque conclusiones?

── Me explicaré, definitivamente me explicaré. ── Estaba nerviosa y era notorio para él, me agarró con las manos en la masa.

Leandro se sienta a mi lado en la cama. De cerca para ejercer presión, puedo ver en sus ojos que se siente traicionado.

Está claro que sabe exactamente lo que yo estaba haciendo y lo que encontré.

» Trabajé mucho para ganarme su confianza. Si le miento, solo voy a empeorar las cosas. «

── ¿Qué estabas haciendo aquí? ── Lo miro fijo y el dolor en sus ojos me rompe el corazón. Está claro que solo hay una cosa que hacer.

── Mh, bueno, el caso es que...

── ¿Sí?

── Solo estaba limpiando el apartamento. Este lugar es un verdadero desastre, de verdad.

── La sala no está limpia. Ni la cocina. Y aunque hayas empezado por mí habitación, tampoco está limpia. Así que parece que lo único que has limpiado... ¿Es la cabecera de mí cama?

── Mh... ¿Sí? ── Leandro me mira fijo durante mucho tiempo.

── Estoy decepcionado, Alexa. Pensé que podrías inventar una mentira mejor que esa.

── No intentaba robarte. ¡Te lo juro!

── Bien, pero, aun así... ¿Qué hacías aquí?

── Estaba buscando mi ropa interior limpia. Te vi buscando en mi ropa el otro día.

Suelta una risa irónica. ── ¿De verdad intentas culparme? ── Aplaude con gracia.

── Oye... De ninguna manera. Eso sería una tontería.

── Ah, ¡Sabía que tenías un poco de sentido común!

── Tengo más que un poco, Leandro.

── Pues no creas que te vas a librar, mh. ── Leandro se toquetea la barbilla con un dedo y me mira, pensando. ── Eso es. Fisgonear en mi habitación, por accidente o no, merece un castigo, no quería que sacarás lo peor de mí, no en esta situación.

Y en menos de lo pensado, se abalanza a mí, tomándome del cabello con brusquedad, como pude me zafé de su agarre, corriendo hacia la puerta. Pero no era ni rápida y mucho menos fuerte. Mientras que Leandro sí, lo demostró cuando sus fuertes brazos me rodearon por la cintura, tirándome en la cama, entonces todo mi cabello cae sobre mi rostro imposibilitando que vea bien los movimientos del contrario.

── ¿A dónde crees que vas? ── Leandro se sube encima de mí, acomodando mi cabello mientras sostiene mi barbilla, entonces de su pantalón trasero saca otra de sus armas, creí ahí mismo que sería mi final, entonces forcejee, pero fue inútil, acarició siniestramente todo mi rostro con ella, de los dos, el que menos creí que sería capaz de apuntarme con un arma o siquiera intentar matarme, sería él.

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⏰ Última actualización: Aug 14 ⏰

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𝑁𝑢𝑛𝑐𝑎 𝑡𝑒 𝑒𝑛𝑎𝑚𝑜𝑟𝑒𝑠 𝑑𝑒 𝑢𝑛 𝑐ℎ𝑖𝑐𝑜 𝑚𝑎𝑙𝑜 {EN PROCESO}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora