05. CAN WE JUST BE HONEST?

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05. CAN WE JUST BE HONEST?
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𝑻𝑬𝑨𝑪𝑯𝑬𝑹'𝑺 𝑷𝑬𝑻  ;  PEDRO PASCAL

SU CAMINO POR LA AMPLIA universidad, se vio reducido ante la intrépida intercepción de un par de estudiantes.

— ¿Podemos inscribirnos para la obra?
— aquello había tomado por sorpresa al profesor, en especial cuando aquello había sido un simple pacto de palabra sin nada concreto.

— La convocatoria aún no sale pero, apenas esté, no duden en buscarme — estos simplemente asintieron antes de desaparecer.

El profesor no tuvo más opción que caminar a su aula. Este tarareaba una canción que había escuchado en la televisión, puesto que faltaban veinte minutos para el inicio de clases, así que tendría tiempo para entretenerse.

— Mierda... — susurró, al mirar aquella estudiante,  ❝ Chevalier ❞ pensó al recordar su apellido, sin embargo, no lograba recordar su nombre.

Esta lo miró confundido, en especial cuando este se  mantuvo al pie de la puerta, como si se hubiera topado a algún fantasma.

— Buenos días... — mencionó con una voz encantadora y melodiosa,  Balmaceda se limitó a mirarla antes de caminar.

— Buenos días, señorita Chevalier — no podía negar que pronunciar su nombre, le resultaba exquisito, la forma en la que el sonido salía de sus labios, simplemente le permitía prestar atención en cada pronunciación.
Había infinidad de formas para hacerlo, sin embargo, solo él parecía pronunciarlo de forma correcta.

Con elegancia, depositó sus pertenencias en el escritorio antes de sentarse, quedando justo al frente.

— ¿No cree que es un poco temprano para estar aquí? — preguntó con serenidad, a lo cual, Aria asintió.

— No quería llegar tarde, nuevamente. He aprendido de mis errores — una sonrisa adornaba su rostro, el profesor no podía negar que con ella, realmente lucía atractiva.

Esta se limitó a tomar el libro de su bolso, para leer, en silencio, frente a él.
El profesor Balmaceda miraba cada detalle, en especial, desde el momento en que esta sacó el libro, y sutilmente recorrió por lo largo de sus piernas.
Aria lucía un conjunto precioso, una falta lisa con una blusa con tonalidad pastel, demasiado sencillo pero que ella  hacía lucir elegante.
De nuevo, mantenía aquella abertura en su cuello, para Aria, el cuello en "v", sin duda, se había convertido en su favorito.

Aunque el mayor quisiera evitarlo, no pudo apartar la mirada de su figura, detenidamente miraba cada centímetro de su cuerpo, sintiéndose un tanto enfermizo por hacerlo, y, de nuevo, aquel dije descansaba sobre su pecho.
El profesor carraspeó antes de suspirar.

Este no pudo pasar desapercibido, como esta sostenía su libreto en mano.

— Puedo mencionar cada cosa que amo de ti, pero, mi deseo es mucho más grande cada que te tengo cerca — recitó con lentitud y elegancia, el profesor no hizo más que acomodarse los anteojos y analizar.

— Podría decirlo más emotiva — alentó — levántase del asiento, el aire fluye mejor de pie — este caminó cerca suyo, rodeando cual depredador, inspeccionando el lenguaje corporal de la chica.

Aria no pudo evitar sentirse nerviosa, en especial, al sentirlo detrás suyo.

— ¿Puedo? — preguntó, a lo cual la castaña asintió.
Su piel se erizó al sentir las manos del profesor recorrer su espalda y abdomen — siempre debe estar erguida. Así, la voz sale con más fuerza.

𝑻𝑬𝑨𝑪𝑯𝑬𝑹'𝑺 𝑷𝑬𝑻  ;  PEDRO PASCALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora