*** Dentro de la mente de Valentina ***
—¿Cuantos años crees que tenga? —hice la pregunta al azar mientras caminaba con Jessica de regreso al departamento de arquitectura de Harvard.
— ¿Quién? —preguntó de vuelta, sin entender de quién estaba hablando.
—La profesora... —continuó mirándome sin comprender. —Juliana Valdés...
— ¡Ah! —exclamó, como si ahora entendiera de lo que estaba hablando.
— ¿En qué mundo estás? Hasta ahora solo tuvimos una clase y fue con Juliana Valdés.
—Lo siento, estaba totalmente pensando en otra cosa. Mi mente estaba en otra parte. —admitió y pareció avergonzada, como si pudiera leer sus pensamientos.
En ese caso, realmente podría.
—O-tro-lu-gar-lla-ma-do-Luis. —dije fingiendo toser, lo que la hizo pellizcarme en uno de mis brazos. —¡¡Auch!!
— ¿Pero no es maravilloso? —me preguntó en tono suplicante, casi como si me suplicara que también me enamorara de él, para que ella no se sintiera tan tonta.
Estaba de acuerdo en que Luis era realmente hermoso. Lo era. Pero no tenía ganas de enamorarme de él. Ni siquiera de cerca.
—Es realmente hermoso. Puedo entender por qué estás así. —comenté mientras subíamos las escaleras.
— ¡Es casi un Dios! —exclamó, exagerando de todas las formas posibles.
Me reí de su comportamiento vergonzoso y le di una palmada en el hombro.
—Lo bueno de todo esto es que estará pegado a nosotras durante todo el semestre. Las oportunidades no te faltarán.
—¡Eh! —exclamó Jessica, imitando un acento sureño. —Tampoco para ti.
—Te axabo de dar ofit todas mis oportunidades. —fingí ponerle una corona en la cabeza. Ella se unió a la broma y fingió hacer una reverencia. Reímos juntas.
Era fácil estar con Jessica. Ella era una persona muy ligera en todos los sentidos. Su presencia irradiaba pureza y diversión. Nos conocíamos desde hacía poco menos de dos días y las cosas eran tan fáciles que podría haber jurado que la conocía de toda la vida.
—No, en serio... ¿No te interesa ni un poquito? —preguntó, ahora en un tono más serio, queriendo una respuesta realmente sincera, sin tonos de broma.
—Sinceramente. Mi interés por él es el mismo que mi interés por una puerta. —dije, mirando de un vistazo las puertas de las habitaciones por las que pasamos, todas muy bonitas, con un diseño moderno y al mismo tiempo con un toque de antigüedad. Este fue seguro el trabajo de un arquitecto o diseñador muy sensible al mundo y brillante. — ¡No, espera! Tengo mucho interés en las puertas, pero en Luis no tengo ninguno.
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Descubriendo el amor. Adapt. Juliantina (Terminada)
RomanceJuliana anhelaba vivir el amor más grande de todos los tiempos. Valentina deseaba ser el amor más grande de todos los tiempos de alguien. *** Esto es una adaptación todos los derechos reservados para su autora original ****