Reivindicando al Monstruo

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— ¿Lalisa? — Preguntó un delgado adolescente, que era el único en la sala de espera por donde le dijeron a la reclusa que saliera.

Lalisa estaba increíblemente confundida cuando el joven se acercó a ella, nunca lo había visto antes — ¿Sí?

— Hola, soy Hyunsuk — le sonrió torpemente a la mujer, la cual lo estaba mirando de manera amenazante — Uh, me dijeron que te llevara al hotel.

Lalisa solo se enojó más con sus palabras, eso era lo que más odiaba. Odiaba no saber lo que estaba pasando, significaba que había perdido el control de algo y ella disfruta de tener el control, incluso mientras estaba en prisión todavía tenía algún tipo de dominio — ¿Quién? — preguntó de inmediato.

— Lo siento, pero no puedo decírtelo — dijo Hyunsuk sonriendo incómodamente mientras miraba alrededor de la habitación vacía donde se encontraban. Esperaba que ese fuera el final de la conversación ya que ahora los guardias de la prisión los estaban mirando, obviamente escuchando a escondidas su conversación.

Para su desgracia, Lalisa no quería quedar al margen, no soportaba nada de esta situación. No había manera de que fuera a ese hotel sin saber quién maquinó esto ya que probablemente fuera la misma persona que la liberó; Francamente, no le importaba saber quién era esa persona, simplemente no quería tener nada que ver con eso si iba a ser solo un juego tonto en el que iba a quedar confundida — Bien, entonces vete a la mierda — replicó encogiéndose de hombros y luego se dio la vuelta para alejarse.

— ¡Espera! — Hyunsuk corrió tras ella, la siguió hasta la puerta y tiró suavemente de su hombro para detenerla.

Lalisa rápidamente tomó la mano del chico sobre su hombro y lo torció, causando que gritara de dolor — No me toques — amenazó en voz baja y agresiva.

— ¡Lo lamento! — Dijo Hyunsuk temblorosamente debido al dolor. Ella aflojó un poco su agarre, pero todavía sostenía su brazo en una posición levemente dolorosa — ¡Por favor! Déjame llevarte al hotel, allí conocerás a quién pago tu fianza y todo te será explicado.

Lalisa miró fijamente al joven y, sorprendentemente, no vio signos de deshonestidad en él. De hecho, no tenía motivos para pensar que él estaba involucrado en algún tipo de negocio turbio, aun así, no confiaba en nadie. Desafortunadamente, al salir de la prisión, se dio cuenta de que no quería volver a su vecindario y ser bombardeada con maldiciones por todos los que la odian en este momento, el país entero prácticamente la odia. Entonces, aunque lo ideal sería que no fuera a ese hotel, se dio cuenta de que probablemente era mucho mejor que cualquier otra opción que tuviera en este momento. Soltó el brazo del joven mientras preguntaba con curiosidad — ¿En ese hotel habrá mucha gente?

— Nadie te molestará allí, tengo una gorra y gafas en el auto si sientes que las necesitas, pero está al lado de las montañas en Gangdong gu y apenas hay mucha gente en él — respondió Hyunsuk confiadamente, al parecer había anticipado esa pregunta.

Ella asintió levemente — Está bien, lo que sea.

El joven pareció un poco sorprendido porque logró que cambiara de opinión tan rápido que sonrió orgulloso — Está bien.

Lalisa todavía lo miraba fijamente en lugar de sonreír, y los dos se quedaron así por unos momentos antes de que dijera — Si no dejas de mirarme con esa sonrisa estúpida y me llevas al auto en 60 segundos, me iré de aquí.

— ¡Bien! — Hyunsuk respondió rápidamente para luego guiarla hacia el auto.

***

Lalisa encontró muchas cosas extrañas en esta situación; Por una vez, ella realmente no tenía idea de lo que estaba pasando, y la única pista estaba en un chico llamado Hyunsuk que parecía tener como máximo 18 años, ¿cómo llegó a este punto?