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"Puedo verlo en tus ojos", una frase famosa que se usa a menudo para decirle a alguien que puedes conocer sus intenciones reales o verdaderas, sólo a través de su mirada.

Jennie odiaba esa frase. Hay muchas más cosas reveladoras de las verdaderas intenciones de alguien que se pueden encontrar en sus expresiones faciales o corporales, por lo que centrarse sólo en sus ojos no le daría una imagen completa. Eso era en lo que creía, sin embargo, cuando pensaba en sus encuentros con Lalisa, solamente se concentraba en una sola característica.

Mientras estaba acostada en su cama esa noche, lo único en lo que podía pensar era en el desastre que habrá creado si todo lo que está haciendo estuviera mal. Si realmente cometió un error al rescatar a Lalisa, si realmente está desperdiciando toda su carrera con este caso.

"Debo haber perdido la puta cabeza", se dijo a sí misma mientras sacudía la cabeza. Respiró hondo y luego imaginó su último encuentro con Lalisa, sólo que más lento, como si estuviera reproduciendo cierta escena en un video en cámara lenta una y otra vez.

Ella hacía aquello porque había cierta expresión que tenía Lalisa ese día, cierta expresión a la cual se aferraba para tener esperanza y cordura en este momento. Cierta micro expresión que había vislumbrado desde el primer día en que la conoció; ese ligero estiramiento en los extremos horizontales de sus labios, ese miedo que denotaban. Ese miedo que ha perseguido a Jennie desde el principio, hartándola hasta el punto en donde se encuentra ahora, prácticamente arriesgando toda su carrera para llegar al fondo de todo este embrollo.

"Puedo verlo en tus ojos, es una frase realmente terrible", pensó la detective mientras sus ojos comenzaban a cerrarse por el cansancio, sonrió levemente mientras pensaba, "Puedo verlo en tus labios, es mucho mejor".

***

— ¿Dónde has estado? — le preguntó Jisoo a su compañera, tan pronto como la vio entrar a la estación bastante alegremente.

Jennie frunció el ceño, confundida — En casa — respondió simplemente. Jisoo puso los ojos en blanco ante la forma literal en que tomó la pregunta, solo suspiró y sacudió la cabeza antes de colocar su rostro entre sus manos. La castaña tomó asiento junto a su compañera en su escritorio — Pareces estresada.

— He estado trabajando toda la noche — replicó Jisoo a través de sus manos, sin siquiera molestarse en levantar la cabeza todavía.

Jennie miró algunos de los archivos que estaban caóticamente esparcidos por todo el escritorio e inmediatamente notó la similitud en todos los papeles — ¿Qué buscabas en los antecedentes de Lalisa?

Jisoo suspiró con frustración cuando finalmente levantó la cabeza — Órdenes del capitán, estoy tratando de descubrir quién es la tal Ruby que pagó su fianza.

Jennie entrecerró los ojos mirando a su compañera — ¿No es eso un poco irrelevante para nuestro caso? — Se podría argumentar que solo estaba tratando de salvarse al decir eso, pero realmente creía que era irrelevante saber quién era "Ruby" para su caso. Tenían tantas otras cosas más importantes que resolver (algunas de las cuales estaban causando agujeros argumentales en su caso), que buscar a la persona que pagó la fianza de Lalisa.

Jisoo estaba a punto de comenzar una discusión con Jennie, ya que básicamente estaba descartando todo el arduo trabajo que había reunido en toda la noche, pero entonces recordó que había prometido trabajar con ella desde el extraño ángulo en que encaraba las cosas. Hasta ahora, habían estado investigando todo según las reglas, es decir, haciendo todo lo que el capitán les ordenaba, y simplemente sentía que no estaban llegando a ninguna parte con eso. Lo que le mostró que talvez era hora de tomar mucho más en serio la perspectiva de Jennie sobre el caso.

Reivindicando al MonstruoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora