Despertar

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En ese momento los oídos le zumbaban y apenas parecía estar consciente... ¿Qué había pasado? Lo último que recordaba era haber salido de la casa claramente enfadado y escuchar a su prometido gritándole algo, pero las palabras se le perdían.

Sabía que habían discutido, que había sido terco. Abrió unos momentos los ojos que había mantenido cerrado ya que realmente le costaba moverse. Solo podía ver siluetas alrededor y podía sentir cómo su cuerpo comenzaba a ponerse frío, pero no de ese estilo de frío que puede pasar: del tipo que sabes que estás cercano a la muerte. ¿Quién diría que se arrepentiría de no haberle dicho que lo amaba o de haber peleado por algo tan estúpido? Volvió a cerrar los ojos...No podía estar más despierto, el zumbido se había detenido y su visión prácticamente ya casi era nula....

Simplemente se dejó caer a ese abismo.

Las sensaciones que lo rodeaban comenzaron a cambiar, y en cuanto se dio cuenta el frío del pavimento había sido reemplazado por algo mucho más cómodo, más mullido y... caliente. Incluso su cuerpo, aunque se sentía pesado, no estaba al borde de la muerte como antes. ¿Quizás lo habían ayudado? Le costó un poco abrir los ojos y apenas vio un techo que no recordaba.... ¿dónde...?

Mientras trataba de entender qué estaba pasando, escuchó un grito seguido de algo romperse en el suelo y unos pasos apurados alejarse.

—¡¡Despertó!! ¡¡Guardias!! ¡¡Llamen al médico!! ¡¡El señor ha despertado!!

¿Guardias? ¿El señor? La cabeza le empezó a doler de repente como si algo le atravesara... de tal forma que lo obligó a cerrar los ojos mientras se llevaba una mano a la cabeza.

—Cállense.... -susurró tratando de pensar

—¡¡Mi señor!!

Los gritos no ayudaban ¿y que carajo era eso de "señor"? No entendía dónde estaba. Había demasiadas voces a su alrededor.

CALLÉNSE TODOS.

No supo de donde saco la fuerza para gritar, pero lo hizo. Necesitaba que pararan.

—Señor... no debería agitarse...

— ¡QUE TE CALLES!

Las puertas se abrieron de golpe y se escuchó una voz que se le hizo bastante familiar, aunque había ciertas diferencias.

—¡¡WANYIN!!! ¡¡WANYIN DESPERTASTE!!

Al inicio la manera en cómo lo llamaron le pareció algo extraña pero el dolor de cabeza aumentó mucho más... Hasta que sintió como si algo entrara en su cabeza. De alguna forma algunas imágenes y nombres aparecieron en su cabeza.

Y entonces lo supo. Ya no estaba en casa... Ahora lo recordaba todo. Él ahora era Jiang Wanyin, consorte del emperador Lan Xichen del Reino Gusu. Al parecer realmente había muerto y había transmigrado a otro mundo, pero todavía tenía recuerdos de su vida anterior.

Intentó levantarse, pero le costó bastante y pudo notar que tenía el cabello mucho más largo de lo que recordaba... Luego tuvo que recordar que ese... no era su cuerpo. Al menos después de recordar el dolor de cabeza había disminuido. El muchacho que lo había llamado Wanyin se acercó rápidamente para ayudarlo a sentarse en la cama

--Quédate quieto... Traeré al médico. No hagas nada...

Cuando obtuvo la confirmación, se apartó de la cama para salir corriendo de la habitación mientras volvía a gritar que Wanyin había despertado y que necesitaban un médico urgente.

Para el momento en que entró el doctor a la habitación, él estaba con la espalda recostada por unos almohadones aún sentado y evaluando la situación en su mente... Tenía la sensación de que había algo más que se le estaba pasando, además de que el chico que había ido a buscar al médico había regresado con otro sujeto que estaba claramente sorprendido. Se colocó a su lado para poder revisarlo.

— ¡Es sorprendente! ¡Su cuerpo ya no tiene casi residuos del veneno! - el médico le estaba tomando el pulso y parecía impresionado por la situación.

¿Residuos? ¿veneno? ¿Qué rayos estaba pasando?

— ¿Veneno? - Eso llamó su atención y no pudo evitar preguntar

—Wanyin, estuviste inconsciente por casi un mes- le comentó el joven que había traído al médico, todavía tenía que hacer algo de memoria por su nombre...wei algo. Lo miro ya que las prendas que tenía le llamaban la atención: negras y rojas con un par de cintas blancas- Al parecer alguien se atrevió a poner veneno en tus comidas.

La apariencia que tenía era bastante similar a Wei Ying, su medio hermano. Aunque había ciertas diferencias como el largo del cabello, y las ropas. Además, claro que pareciera que compartían el mismo nombre. Lo escucho hablar sobre que le habían colocado algo a su comida. Eso explicaba cómo era que había llegado a ingerir el veneno sin que nadie más se diera cuenta... Aunque ¿no era que siendo alguien relacionado con la realeza debía tener un probador? Quizás estaba también involucrado.

— ¿Lo atraparon?

Las palabras que salieron de su boca tomaron desprevenidos a los sirvientes y al médico.

— ¿Disculpe?

—Que si atraparon al bastardo que se atrevió a envenenarme

Era mejor lidiar con una cosa a la vez: y lo primero era identificar quienes serían sus verdaderos aliados ahí. Por lo poco que recordaba Wanyin (el verdadero dueño del cuerpo) no era bueno asociándose con los demás.... Siempre tenía problemas debido a su personalidad explosiva: no podía decir que no lo entendía.

—Tenemos pistas, pero....

— ¡¿Y se quedan ahí parados?! - elevó su voz, aunque eso le produjo un ataque de tos, sintió que sus pulmones estaban débiles lo que lo llevó a toser- COF... Cof ¡Quiero ... cof... su cabeza... cof! - anunció y se llevó una mano al pecho tratando de apaciguar la sensación de sofoco.

¡Maldita sea! ¡Acababa de volver a la vida y su cuerpo no parecía estar tan bien! Si era producto del veneno debería comenzar a investigar...

— ¡Mi señor...! - el médico estaba preocupado y busco en una caja que llevaba con él un pequeño frasco- Por favor beba esto... le ayudará

Iba a extender la mano para tomar el frasco, pero se detuvo dudando. No... ¿Y si era más veneno? ¿o era alguna otra clase de brebaje? ¿Podía confiar realmente en esas personas?

—No es necesario. - y de a poco sentía que se calmaba, aunque todavía tenía la garganta rasposa pero no iba a arriesgarse.

—Pero...- y el médico no entendía esa reacción: usualmente el consorte aceptaba las medicinas sin más, aún si era un simple dolor de cabeza pedía medicina.

—Beber cualquier medicina aun teniendo algo de residuo de veneno es malo para el cuerpo. Retírense- y necesitaba estar a solas un rato, al menos lo suficiente para analizar sus pensamientos. - Y quiero que investiguen de forma seria este asunto.

Todos asintieron sin atreverse a cuestionarlo, y comenzaron a retirarse. Incluso el que era similar a su hermano se fue a regañadientes. Únicamente cuando se quedó solo se dejó caer en la cama: todavía sentía el cuerpo pesado, pero no le dolía, no sentía nada extraño salvo por lo de la garganta. Gruñó, ¿qué acaso el dueño anterior no cuidaba bien su cuerpo? Admitía que originalmente él no era tan maníaco del ejercicio, pero al menos le gustaba mantenerse en forma... Así... Había conocido a su prometido...

...


¡¡Y HE VUELTO!!

No tienen idea de cuanto deseaba comenzar a publicar esto. Aun no termino, pero ya tengo delineado las partes finales... Y espero que esto me obligue a finalizar.

Esta historia es la que tuve que practicar resucitar de entre los muertos porque murió en el 2022, y fue la causa por la cual nació Deuda.

Espero que le den una oportunidad, y nada... Dejenme comentarios para saber que les va gustando. Publicaré una segunda parte en breve

Seducirte para vivir - Vivir para seducirteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora