INTRODUCCIÓN

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Se despertó con un sobresalto.

Su corazón latía a mil por hora y su respiración era irregular.

Miró a su alrededor, confundida.

No estaba en su casa.

Estaba en un hospital.

Una enfermera entró en la habitación.

—Buenos días, Tina —dijo la enfermera con una sonrisa—. ¿Cómo te sientes?

Tina no dijo nada.

Solo la miraba, sin comprender lo que estaba pasando.

—Estás en el hospital —explicó la enfermera—. Tu hermano te encontró inconsciente en tu apartamento y te llevó aquí.

Tina sintió un nudo en la garganta.

Su hermano, Roberto, era la única persona que se preocupaba por ella.

—¿Qué me pasó? —preguntó Tina.

—Sobredosis —respondió la enfermera—. Tuviste una sobredosis de heroína.

Tina cerró los ojos.

Se sentía avergonzada y culpable. Sólo se limitó a lamentarse por el resto del día, uno solitario en el que nadie (excepto los médicos y enfermeras) fue a verla.  Creía que su vida era solitaria, pero no pensaba que llegaba a ese extremo. 

Continuaba pensativa, sin saber que hacer o que decirle a sus hermanos... Aunque ella recordaba que estaba con su hermana mayor ¿Le habrá pasado algo? Tina no recordaba haber estado consumiendo  ningún tipo de droga, de hecho, lo había dejado hace mucho por su propio bien. Por lo que, lo que decía la enfermera no tenia sentido.

Entonces ¿Qué había pasado en realidad esa noche? ¿Dónde estaban sus hermanos?

LO QUE NUNCA TE DIJEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora