En ese instante, mi mundo se derrumbó.
No pude evitar sentirme traicionada, adolorida por lo que había visto hace un rato. Salí del baño corriendo, queriendo que todo fuera una mala pesadilla y que no estaba pasando en realidad.
Pero todo en su mente le jugaba mal, solo le venía a la cabeza cuando abrió la puerta, en el momento que Erick se dio la vuelta viéndolo con el labial de aquella chica por toda su cara.
La ira, la traición y el dolor la invadieron en un instante.
Caminaba por los pasillos empujando a todo aquel que se le cruzara, hasta que se topó con alguien conocido. Era Mathew, me veía horrorizado, no podía imaginar mi cara como para que él me viera de tal manera. Me tomó por los hombros y me llevó hasta la salida, pensé que por fin se estaba terminando todo esto y que podría irme a mi casa, pero un agarre fuerte en mi mano me impidió seguir caminando.
No hizo falta que me diera la vuelta para darme cuenta de quien lo estaba haciendo, podía reconocer su tacto de cualquier manera. Me quedé quieta en mi lugar, esperando a que dijera algo, pero lo único que se escuchaba era el sonido de la música que resonaba por toda la casa.
Quería saber que pasaba, porque me había detenido. Lo miré de reojo y su mirada estaba puesta en la persona que me llevaba de la otra mano. Estaba mirando a Mathew, como si quisiera matarlo en ese mismo instante ¿por qué? No era justo, hace un rato estaba poniendo sus labios sobre los de otra chica ¿y ahora? ¿quería hacerme una escena de celos? No se lo iba a permitir.
Me solté de su agarre, al comienzo fue algo difícil pues era más fuerte que yo. Lo miré con una expresión de desagrado, para apartar mi mirada de la suya y tomar la mano del chico rubio para salir de ahí. Pero nuevamente fue imposible, había vuelto a agarrar mi muñeca y me trataba como si fuera una muñeca de trapo.
— No te vas a ir con él —. Fue lo único que dijo.
— ¿No? Mírame hacerlo —. Le respondí, en mi cara podía notarse que iba enserio.
Lo empujé, y él me miró extrañada. Tal vez no sabía de donde había sacado tanta fuerza pero yo tampoco, simplemente envié la señal a mi cuerpo y la recibió muy bien.
Me hice detrás de Mathew, como si él fuera un tipo de escudo humano. Aunque sabia que si quisiera, Erick podría hacerlo pedacitos cuando quisiera. No creía que fuera hacerlo, no le importaba tanto como para ponerse a pelear por mí. Estaba esperando que se diera la vuelta y caminara dentro de la casa de nuevo. Pero ocurrió todo lo contrario, en un momento su puño derecho ya estaba en la cara de Mathew, fue tan fuerte que lo hizo caer al suelo de un solo.
Me cubrí el rostro con mis manos, queriendo olvidar toda esa escena. Quería que eso no estuviera ocurriendo, hasta que escuché los gritos de las personas a mi alrededor y en un segundo ya estaban formando un círculo a nuestro alrededor. Algunos miraban la escena preocupados, como si quisieran hacer algo, otros se limitaban a grabar cada cosa que pasaba. La música se detuvo, al parecer ya se habían dado cuenta todos en la casa de fiesta lo que estaba pasando afuera.
Una de esas personas, era Alyssa, que me veía un poco avergonzada y preocupada.
— La perra se preocupa, que irónico—. Dijo la voz de mi cabeza.
No podía callarse en ningún momento.
Mi mente volvió al lugar y la situación en la que estaba, vi a Mathew tirado en el suelo y me arrodillé para verlo mas de cerca. De su nariz salía demasiada sangre, no sabia que hacer y ver el liquido rojo por mis manos me había hecho entrar en pánico.
Tomé mi celular queriendo llamar a una ambulancia, pero alguien me detuvo. Levante la mirada para ver quien era y ahí estaba Xaden, mirándome algo alarmado. Él sabia el miedo que le tenia a ese tipo de situaciones, pero para mi buena suerte estaba actuando de manera un poco calmada y sin apuro.
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LO QUE NUNCA TE DIJE
RomanceErick y Tina se odiaban a muerte, o eso es lo que le mostraban a los demás, en secreto eran el amor más sincero y puro que se podía conocer. ¿Revelaran su secreto o lo mantendrán escondido?