—La misma.— le aseguró Liam al notar cómo sus ojos conectaban —se suponía que la matarías.
Louis tragó en seco, alejándo la mirada de ella lo hacía hace cinco años atrás.
—Al parecer fallé...— habló — otra vez.
Él sabía perfectamente que ella vivía, después de la declaración que hizo hacia ella esa noche no tenía planes de asesinarla. Sólamente tenía claro que las puñaladas que le dió la marcarían toda la vida, pudo haberse muerto por la gran pérdida de sangre y por eso no tardó en llamar a urgencias.
Jamás imaginó que Liam volvería a planear una muerte para ella, nunca sospechó de nada cuando notó la llamada del castaño claro.
—Necesito que tú y tus compañeros se instalen frente a la casa de los Sandin, en St. Fermonia. Quiero que toda esa familia muera, incluído los niños.
No iba a declinar de esa oferta, la última vez Liam le había pagado incluso más de lo que debería. Estaba dispuesto a concederle eo trabajo.
Pero tener a la chica que alguna vez pudo alterar su corazón, al menos por un minuto, de nuevo siendo lastimada, le hizo sentir nostalgia.
Era la última vez que trabajaría ayudando a la gente a purificar, y no era lo que esperaba.
—Sube el muro de la ventana, Louis.— mandó el ojimiel.
Louis apretó el botón y todos observaron cómo el muro se levantaba, viendo directo a una habitación luminosa.
Genevieve volvió a gritar, de una manera u otra tenía que alertar a la familia. Pero dudaba en si podía conseguir algo.
—Cálmate, ya verás la cabeza de tu hermano reventada muy pronto. Te soltaré cuando eso pase.
Louis apretó sus ojos sin que nadie lo notara, ahora pudo comprender a quien iba a matar ésta noche.
"¡Es un niño!" Intentó decir, a pesar de todo podía entenderse un poco.
"¡Mátame a mi!"
"¡No lo lastimes, no tiene la culpa!"
"¡¿Por qué haces ésto?!"
Y luego de decir esas últimas frases, se tiró rendida al suelo, mirando con sus ojos llenos de lágrimas al cielo, sabiendo que su hermano podría estar mirándola.
"Perdóname." Formuló, sin parar de llorar. "Mamá, perdóname por no poder proteger a tu Drew." Volvió a soltar un quejido.
—No seas ridícula, no vas a conmover a nadie haciendo ésto.— Liam agarró del pelo a Gena, volviendo a sentarla.
—¿Podrías dejar de tratarla así? Deberías concentrarte más en lo que va a suceder.— criticó Louis, sin quitar la mirada de la ventana.
—¡Drew!— él último grito que soltarían los labios de la chica.
Por el otro lado, la Charlie Sandin disfrutaba la compañía del hermano de su amiga. El joven siempre había tenido el alma de niño y sabía entenderlo muy bien.
—¿Te gustaría jugar a la escondida, Drew? La casa es grande, te puedes ocultar donde quieras.— le propuso. Drew asintió felizmente.
—¿Puedo hablar con Gena?— preguntó el pequeño.
Charlie asintió y se sacó su celular del bolsillo, marcándo el número de Genevieve: buzón de voz.
Intentó más de cinco veces y no había señal de que la chica respondiera por el otro lado de la línea, adi que no tuvo más que decirle a Drew que su hermana ya se encontraba durmiendo.
—Espérame un poco ¿vale?— le aviso al chico antes de bajar las escalera dónde sus padres se encontraban.—Gena no contesta el teléfono, papá.
—¿Cómo que no contesta?— preguntó el hombre con el cejo fruncido. —Pásame el celular.
Y Charlie obedeció, entregándole el aparato en sus manos. Su padre llamó y enseguida fue enviado a un buzón de voz. Algo no iba bien.
—¿Crees que se encuentre bien?— sobresaltó Zoey, con un rostro preocupado.
》¡Drew! 《
Todos cerraron la boca.
—Algo no está bien.— especuló Charlie.
—¡La ventana está abierta!— se escuchó el grito del pequeño.
La familia no tardó en llegar a donde Drew se encontraba y ahí es cuando notaron que no había muro que los protegiera. De un momento a otro el sonido de los muros subiendo se escuchó.
Zoey corrió a su habitación y notó que su ventana estaba igual de descubierta que las otras.
—¡Están todas abiertas, papá! ¡Nos van a matar!— la chica se desesperó.
El señor abrió la ventana, deslizándola hacia arriba. Sintió el aire frío pegar en su cara y se inclinó un momento.
Un disparo.
Su cuerpo cayó salió de la ventana, haciendo que se estrelle contra el arbusto que decoraba de patio.
Un grito desgarrador se escuchó, el blanco más dificil ha sido eliminado.
—Buen tiro, Harry.— palmeteó la espalda del chico, a lo que él lo esquivo con molestias. —Entraremos a la casa Genevieve, Louis y yo, ustedes dos se quedaran para dispararle a cualquier cosa que sea enemigo.
—Te aseguro que lo haremos.— susurró Zayn.
Y así fue cómo arrastró a Genevieve de la calle al hogar, ella pataleaba para linerarse de su agarre pero él incrementaba la fuerza. El momento estaba llegando y no quería ni imaginárlo.
Entraron a la casa, dónde Mary, Zoey y Charlie se quedaron pasmados al ver a Gena en ese estado. Louis los apuntaba a todos, dispuesto a disparar si alguien movía siquiera un brazo.
—¡Gena!— Drew apareció por detrás de Charlie, quien intentó detenerlo cuando notó que se dirigía al cuerpo de su hermana.
—Aléjate, niño.— Liam lo empujó, logrando Drew cayera al piso.
Gena trató de patear a Liam, pero sólo lograba que él tironeara más de su pelo.
—Dispara.— le ordena a Louis. —Al niño.
"¡No, Louis, no!"
La pistola fue dirigida a la cabeza del niño, dónde quedó completamente inmóvil. Las manos del castaño sudaban, las gotas caían por su frente, él lo iba a hacer.
Le disparó directo a la cabeza.