𝐀 𝐍𝐨𝐯𝐞𝐥'𝐬 𝐁𝐞𝐚𝐬𝐭 𝐖𝐨𝐫𝐥𝐝 | 𝐄𝐒𝐏𝐀Ñ𝐎𝐋 (𝐄𝐧 𝐞𝐝𝐢𝐜𝐢ó𝐧)

𝟔𝟕. 𝐐𝐮𝐞𝐣𝐢𝐝𝐨 ✔

Bueno, maldita sea.

Abrí un ojo y no vi nada. Maldita sea la oscuridad. En cambio, podía sentir mucho. Es un poco difícil no sentir cuatro brazos abrazándome y mi cuerpo prácticamente chillándome. Mi estómago gruñó y sentí que el pozo vacío exigía sustento.

"La comida se terminará pronto". Suenas demasiado tranquilo, Rowan, bastardo ambicioso. Pensé que el porno abría mi mente a diferentes posiciones, pero Rowan se aseguró de que lo entendiera a un nivel práctico. A mí, por supuesto, no me importó. Demonios, realmente no podía pensar lo suficiente como para preocuparme.

Ahora el cuerpo es una perra y hasta los pequeños movimientos duelen. ¿Cuántos músculos diferentes usé? Maldito. Juro que si alguno de estos bastardos alguna vez saca a relucir lo que pasó, les daré un infierno en las pelotas.

Gruñido. No podía articular palabras, así que no lo intenté. Me dolía la garganta también, maldita sea. Maldito hijo de puta, nunca me dejes taparme la boca. Señor imbécil es así que no vas a conseguir nada más de mi en el corto plazo. Me encontré respirando con dificultad cuando, literalmente, no hice nada. Los dos hombres se preocuparon por mí, pero yo no estaba contento.

Eché a los halcones y traté de vestirme. El solo hecho de sentarme me hizo llorar. Todo dolía mucho. Necesito esforzarme más en el yoga. Lloriqueé y descubrí que el escuadrón de hombres convergía. Winston salió corriendo por la puerta y derribó a Alec, que estaba a punto de salir. Harvey entró detrás de él con Rowan, ambos sosteniendo un montón de bienes. Shuu entró dando tumbos por la ventana. Las cortinas se agitaron mostrándome a un chico astuto asustado que fue destellado por mi yo desnuda. ¡Maldita sea, Shuu!

"¡Malditos chicos! Shuu, cierra la ventana". ¡Joder, qué frío! Mi voz ronca era casi inexistente.

"¿Estás bien, Drew?" Shuu nunca me quitó los ojos de encima mientras oscurecía la habitación.

"Estoy bien". Mierda. Me duele muchísimo. Creo que esta es la peor forma en la que he estado después del sexo. Solo que me dolía más la vagina con Winston. Me dejé caer al suelo y levanté las sábanas. Lo intenté de todos modos. Mis brazos eran de gelatina y mis manos no me agarraban. Maldito infierno. Ni siquiera creo que pueda ponerme ropa.

Harvey encendió varias velas y me dio agua. Ni siquiera podía levantar la puta taza. Winston y Shuu gruñeron. No gruñían, gruñían. Ni siquiera pude echar un vistazo a los halcones culpables antes de que los echaran de la casa. Escuché algunos sonidos poco amigables afuera y me sentí como una mierda.

"¡Hijos de puta, deténganlo!" Bueno, eso sonaba patético. Apenas podía oír mi voz. Harvey se agachó a mi lado y me ayudó a beberlo. Me lo tragué. Después me dio té caliente.

"Drew, ¿qué tan malo es?" Harvey tenía una expresión oscura en su rostro que me hizo atragantarme con el té.

¡Tos! ¡Tos!

"Harvey..." Tos. "Estaré bien. Estoy exhausta". No se creyó esa mierda. Los sonidos de afuera me daban ansiedad. "¿Hay alguna posibilidad de que podamos convencer a los hombres de fuera?" Basándome en su cara, diría que es un no.

"Eran demasiado rudos". Correcto. La verdad es que hacía bastante calor. No hay nada malo en el sexo duro. Excepto ser aniquilado y asustar a la familia. Eso está mal.

Harvey rebuscó entre sus mercancías y sacó algo familiar.

"Pensé que no me querías más musculosa que tú". Era una broma débil, pero tenía que intentarlo. Su expresión se suavizó, pero su sonrisa era tensa. Tomé el cristal que me dio y esperé a que se derritiera. Tragué saliva y me dio otra.