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La alarma de la castaña anunciaba las 09:50 a.m. Ese no era su horario común obviamente, pero su mejor amigo de la infancia tuvo la grandiosa idea de ir a desayunar los dos juntos, ya que, en menos de dos semanas pasarían por una separación de muchísimos meses.

El trabajo del pelinegro había dado sus frutos, había quedado en el casting de una película la cual prometía muchísimo a futuro, ella estaba orgullosa, no, orgullosa no, esa palabra quedaba corta para expresar lo feliz que estaba por su mejor amigo. Pensaba en ese orgullo mientras se levantaba con todo el pelo revuelto, porque la chica por más hermosa que fuese parecía que no sabía dormir en una sola posición toda la noche.

Saliendo de su ensoñación ahora si, se miraba con los ojos hinchados por el reciente despertar, mientras pensaba en que le hacía falta terrible corte de pelo al darse cuenta de que tenía más de la mitad del pelo quemado por el uso constante de tintura, se distrae de sus pensamientos con una llamada del amor de su vida, y mejor amigo, Blas.

-hola?- dice ella con la voz pesada por el sueño. -hola hermosa de mí vida, ¿ya estás despierta?- el simple hecho de escuchar su voz hacía que el día sea treinta veces mejor, aunque ni siquiera haya empezado.

-si gordo, te juro que nunca dormí tan doblada en mí vida, necesito una silla de ruedas o una operación en la columna ya mismo boludo- la estruendosa risa de Blas se escuchó fuerte desde el otro lado de la línea, la cual hizo que su piel se erizara de forma repentina. Inmediatamente de que el otro acallara la risa empieza a hablar otra vez-bueno, espérame que en diez te busco, anda preparándote que ya salgo, si?- no confiando en sus instintos de puntualidad, la castaña estalla con una risa irónica diciendo que lo esperaba con ansias, burlándose de los pocos dotes puntuales de Blas.

Al cortar la llamada empieza a buscar con que vestirse acorde con el calor de la ciudad, eran principios de verano en Buenos Aires, Capital. Y si bien le encantaba no tener que taparse hasta el cuello por la noche, detestaba el salir e inmediatamente estar transpirando como una manguera abierta.

Hurgando en su ropa encuentra una remera de su banda favorita desde siempre (gracias a su papá, José) Los redondos, junto con un short de jean negro y unas Nike Air blancas viejitas que tenían sus años y sus batallas.

Para sorpresa de nadie Blas llegó media hora después a la casa de Clara, pero ella ya estaba preparada, así que después de un saludo rápido en la mejilla apuntaron directo a la cafetería.

En el camino a esta charlaron sobre temas triviales, mientras se reían y jugueteaban, amaban eso, no sabían cómo iban a hacer todos estos meses sin verse, con cuatro horas de diferencia horaria.

Clara no podía explicar que era lo que sentía cuando estaba con Blas, si le preguntaban si le gustaba era obvio que en algún momento diría que no, pero con el pasar de los años empezó a tener sus dudas. No le gustaba hablar del tema, más que nada porque le incómodaba que se pueda mal interpretar algo. Pero aún así mucha gente ajena a la hermosa amistad les preguntaban si eran algo más que amigos.

Porqué los amigos no se ven de la forma en la que ellos lo hacen. Es como si no hubiera nadie más que ellos dos.
Aunque ninguno de los dos se daba cuenta de que hace años venía floreciendo otro tipo de amor, algo más allá de la amistad.

-¿Que vas a pedir corazón de melón?- pregunta ella, no era por curiosidad, era porque no sabía que carajo pedir, no tenía mucha técnica con las decisiones.

-Uy gorda ni idea, estás para esos tostados?- contraatacó con una sonrisa que le daba vuelta el mundo a la castaña, a lo que ella medio descolocada solo asiente con la cabeza mientras fuerza una sonrisa nerviosa. Tratando de cambiar rápido su expresión insiste en que su amigo le cuente más sobre la película en la cuál va a estar.

-Boluda yo te juro con una mano en el corazón que te diría absolutamente todo lo que sé, pero el problema es que no sé nada, literalmente es todo re confidencial- dice el ruliento mirándola fijamente, y si, está siendo completamente honesto y Clara sabe detectarlo.
-mhhhm medio raro eso amor, ya veo que después andan porniendo en cadena nacional que un grupo de chicos desapareció- dice ella riéndose contagiandole la acción al pelinegro. -Ya quisieras que desaparezca, te quedas con toda mí fortuna- atacá de forma juguetona.

Al terminar su trámite en la cafetería agarran viaje para la casa de Clara para continuar con su día juntos. Aman pasar tiempo juntos, pero hay un problema, tal vez tenían algo planeado y cuando están en el plan surge otro, y así sucesivamente hasta que se dan cuenta que han llegado a pasar dos semanas juntos, pero ahora ya no será así, porque en dos días el mejor amigo de Clarita va a partir y ese mismo suceso la tiene completamente triste. Osea, entiende que es el mayor sueño del ruliento cumpliéndose, y ella está contentísima, aún así se siente angustiada.
Cómo si le sacarán una parte de ella, su mejor amigo se iba a ir, y después? que quedaba? el amor de su vida se iba y ella ni siquiera se daba cuenta de que cierto poste con rulos negros se sentía igual a ella.





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BUENAAAAAAS, QUE ONDAAAA???? 😭
Bueno ya me calmo, este fue el primer capítulo, este fue más que nada para ir viendo terreno con cómo se siente Clarita con Blas, ya en los próximos vamos a ir viendo más diálogos y bueno, muchas cosas lindas.
voten si les gustaaa, nos vemos mañana hermosas.

_fumadorett 🔅

SUNSHINE -Blas Polidori Donde viven las historias. Descúbrelo ahora