Capítulo 5

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Narra Adilah.

Pasamos casi toda la tarde y las primeras horas de la noche preparándonos, eligiendo los vestidos y maquillándonos. Me probé muchos vestidos y me sorprendió que el palacio tuviera tantas opciones geniales. Me decidí por un precioso vestido rojo oscuro que complementaba perfectamente mi pelo negro azabache. Era de pura seda y se sentía súper suave contra mi piel. El material se pegaba a mi cuerpo, haciéndome sentir increíblemente sexy. Imagina que Adonis me viera con esto puesto. Lo tendría en el suelo y a mi contra la pared en segundos. Niya me rizó la parte inferior del pelo mientras Diya se puso a trabajar con el maquillaje. Había diseñado sombras de ojos y barras de labios que debían costar miles de dólares. 

- No te vuelvas demasiado loca con la sombra de ojos.- le advertí a Diya mientras tomaba un amarillo especialmente vibrante.- ¡No quiero parecer un payaso!

- No te preocupes.- dijo Diya mientras comenzaba con una ligera capa de base de maquillaje-. Obtuve un sobresaliente en la clase de arte cuando estaba en el instituto. Creo que sé lo que estoy haciendo.

- ¡Te especializaste en pintura de dedos, no en maquillaje!- dije mientras Diya hacía un berrinche.

- ¡Bien, vuélvete loca!-  respondí con resignación, dejándola hacer lo que quisiera. 

- ¡Ya casi está!- concluyó Diya después de una hora.- ¡Ahora el toque final! Lexi, sobre el tocador.

Un objeto brillante brillaba encima de un tocador en la esquina. Dentro de una caja negra forrada de terciopelo había una tiara de diamantes. Lexi lo recogió con delicadeza antes de acercarse y deslizarlo sobre mi cabeza y fijarlo en en su sitio. Las chicas dieron unos pasos hacia atrás para admira su 'creación'. 

- ¡Estás absolutamente preciosa!- exclamó Sophia.

- Como una verdadera Reina.- añadió Jane. 

Diya me entregó un espejo. Me quedé boquiabierta ante el cambio de imagen. Tenía un aspecto impresionante. A pesar de todas mis preocupaciones, Diya había hecho un trabajo perfecto: una sombra de ojos ahumada, un grueso delineador que hacía resaltar mis ojos y un precioso pintalabios rojo sangre que complementaba el tono de mi vestido. La mejor parte era la tiara. 

- ¿Estamos todas listas, entonces?- preguntó Lexi. 

Bajamos corriendo las escaleras principales hacia la flota de limusinas que el palacio poseía para viajes especiales. 

- ¡Más vale que no vuelvas a ponerme una capucha!- advertí con una carcajada. 

- Por supuesto que no.- dijo Diya- ¡Arruinará tu maquillaje y tu pelo!

Un guardia condujo la limusina hasta una ciudad cercana. Había vivido la mayor parte de mi vida en una pequeña ciudad, rodeada de bosques. El palacio era un paso adelante en la escala, pero todavía se sentía un poco como estar en casa. La ciudad era algo completamente nuevo. Las luces intermitentes, las vistas y los sonidos... Era un mundo aparte del estilo antiguo y grandioso del palacio  del aspecto pequeño y acogedor de la casa de mis padres en la Manada de la Luna Negra. Nos detuvimos frente a un edificio de aspecto moderno con un cartel de neón que decía: 'La Luna Llena'. Una cola serpenteante de gente vestida de punta en blanco esperaba fuera. Lexi nos condujo hacia la puerta, y al instante nos hicieron passar por la seguridad. 

- ¿Qué es este lugar?- dije mientras subíamos un tramo de escaleras. 

- Este es el mejor club de la ciudad.- dijo Lexi por encima del hombro-. Está dirigidos por hombres lobo, así que tendremos un trato VIP. 

¿A dónde se llevaron los chicos a Adonis? ¿Lo sabes?

- Oh sí, Evan encontró el lugar justo para Adonis.- dijo Lexi- ¡Los chicos se van a divertir mucho! 

Reina de los Licántropos. (Libro 3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora