Palomas asesinas

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(Pov Athea)

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(Pov Athea)

Los siguientes días tampoco dormí muy bien.

Constantemente mi mente divagaba en lo que había visto en el inframundo, la visión que había visto sobre el pino de Thalia, no sabia muy bien que pasaba pero estaba segura que algo tenia que ver con lo que estaba pasando con el envenenamiento.

Mis hermanos habían notado mis noches de insomnio e intentaron ayudarme, pero nada servía, tan pronto como cerraba los ojos las pesadillas empezaban.

Durante el día también me encontraba alerta de los ataques que podrian suceder en la frontera por lo que no ponía mucha atención en lo que la gente a mi alrededor me decía.

– ¿Me estás escuchando Thea? – me pregunto Michael.

– ¿Qué? – pregunte volteando a verlo.

– Te estaba preguntando ¿Que si sería buena idea ponerle un reproductor de música al carro? –

– Ah... sí claro – respondí sin prestarle mucha importancia.

El suspiro cansado.

La carrera era en unos días, mis hermanos ya habían diseñado el carro, solo faltaba construirlo.

– ¿Por qué no vas a despejarte? –

– No no, solo estoy un poco dispersa, pero eso es todo ¿En que te ayudo? –

– Thea, estoy bien, solo ve a dar una vuelta y luego vuelves – insistió.

Lo que menos quería en este momento era discutir con alguien. Así que salí de mi cabaña dirigiéndome a el muelle.

En otros casos hubiera buscado a Annabeth y a Percy, pero ambos tenían sus propios problemas, además que estaban peleados. Ya saben, nada nuevo.

Las dos cabañas se habían aliado. Como Atenea, la madre de Annabeth, había creado el carro y Poseidón, el padre de Percy, los caballos, ambos pensaban que tenían más posibilidades de ganar juntos. Pero tuvieron una discusión y decidieron cada uno irse por su lado. En palabras de Percy "Annabeth solo estaba siendo amable conmigo por qué se siente mal que mi primer hermano no sea humano".

Y tocando ese tema, apenas había hablado con Percy acerca de Tyson. El no me dijo nada pero sabía que estaba molesto por tener un hermano cíclope. Por otro lado, Tyson parecía fascinado por la idea de tener a Percy como hermano.

Me senté en la orilla del muelle, metiendo mis pies al agua. Intentando liberarme de mis pensamientos.

. . .

El día de la carrera había llegado.

El humor dentro del campamento estaba un poco más alegre. La pista de la carrera había sido trazada en un prado de hierba situado entre el campo de tiro y los bosques. La cabaña de Hefesto había utilizado los toros de bronce, domesticados por completo desde que les habían machacado la cabeza, para aplanar una pista oval en cuestión de minutos.

Percy Jackson. The ArcherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora