Insomnio y suerte (mucha suerte)

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(Pov Athea)

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(Pov Athea)

No había podido conciliar el sueño.

El constante sonido de los relámpagos chocando contra el mar me mantenía despierta, cada minuto y medio otro relámpago agitaba la marea.

Yo solo me limitaba a observar el techo de la cabaña y juguetear con mi moneda entre mis dedos mientras en mi mente contaba los segundos para que otro rayo impactara. Esta era la tercera noche donde no había podido conciliar el sueño.

¿La causa?

Una horrible pesadilla, algo cotidiano para los mestizos, desafortunadamente no es algo a lo que te acostumbres.

Voltee a ver mi mesa de noche, en ella solo se encontraban la púa de mi guitarra, una foto con mis hermanos y un reloj que marcaba las 12:00 de la noche, lo que significaba que todavía me quedaba una noche muy larga por delante.

–¡Thea! –me sobresalte al escuchar mi nombre – Ordena tu cama señorita – solo era mi hermano mayor, Lee, murmurando entre sueños.

De nuevo dirigí mi mirada al techo de la cabaña, otro relámpago cayó alumbrando todo el lugar.

Volví a ver el reloj de mi mesa el cual ahora marcaba las 12:01.

¿Cómo se supone que iba a aguantar hasta las 6:30 sin volverme loca?

Esto iba a ser un infierno.

Me paré de mi cama dispuesta a ir a la enfermería, si no me fallaba la memoria Quirón apenas había conseguido un sedante para adormecer a los heridos y si estaba en lo cierto podía ayudarme a al menos conciliar el sueño.

Me puse mis zapatos y abrí la puerta de la cabaña dirigiéndome hacia la casa grande. Empecé a correr, no quería que las arpías se dieran cuenta de mi presencia por que si lo hacían, pues ustedes se quedan sin historia que leer.

Estaba a nada de llegar cuando escuche un espantoso sonido que provenía de la carretera y que hizo que se me pusieran los pelos de punta.

–¡Corre, Percy! No puedo ir más lejos. Corre! –era la voz de una mujer, sonaba desesperada.

Voltee a ver a la Casa Grande y luego al pino de Thalia, la Casa me quedaba un poco más lejos, en lo que me tardaba en llegar a la Casa y despertar a Quirón seguro las cosas se ponían feas allá afuera.

Corrí hasta la entrada del campamento, donde divisé tres sombras: un humano, un sátiro y otra cosa la cual seguramente tenía una adicción con los esteroides, pues media como un metro más que las otras dos sombras.

Las dos sombras más pequeñas se hicieron visibles, un chico y un sátiro venian corriendo colina arriba. El sátiro venía jalando del brazo al chico mientras este se resistía.

–¿Grover? – pregunté al reconocerlo.

–¡Thea! – su expresión cambio a una de alivio durante unos segundos–. Yo... Percy... Peligro –. se desmayó y me arrodille para ayudarlo pero Grover solo susurraba sobre latas y arboles.

Levante la mirada hacia el chico.

–¿Qué está pasando? – le pregunté.

–Eso quisiera saber yo, hace dos segundos esa maldita bestia tenía a mi madre y después ya no estaba – me dijo muy pero muy alterado.

–¿Qué bestia? – le pregunté mientras me paraba.

–El minotauro o como sea que se llame– me quede petrificada.

–¿El minotauro? ¿El de Teseo? –

–No me importa Teseo y eso, solo quiero que me devuelva a mi mamá – lo agarre por los hombros y lo mire directo a los ojos.

–Escúchame, vas a atravesar ese maldito valle y vas a gritar lo más que puedas por ayuda ¿si? – me aparto de un empujón.

–Yo no me voy de aquí hasta que ese pedazo de carne me devuelva a mi madre –

–¿Acaso eres un idiota? Es el maldito minotauro ¿Y tu te pones a hacer berrinches de bebé? –

Le iba a dar un golpe hasta que a solo unos metros divisé al minotauro.

–Está bien si quieres morir es tu problema, pero no me estorbes – le di un empujón con la pierna mandándolo lejos.

Rebusque en mi bolsillo y saqué mi moneda que sacaba destellos de luz, la tire en el aire convirtiéndola en una arco y en el carcaj que apareció en mi espalda.

Justo iba a disparar hasta que algo o mejor dicho alguien me detuvo.

–¡Hey, estúpido! ¡Carne de res molida! – escuche a mis espaldas y vi al idiota acercarse con su chaqueta roja en posicion de torero.

¿Y este quien se cree?

Sin embargo en un abrir y cerrar de ojos, el chico se encontraba arriba del minotauro y corrían hacia mi dirección.

Rodé por el suelo esquivandolos y ambos se fueron a estrellar en el árbol, intentaba disparar pero tenia miedo de darle a el idiota y no al minotauro.

–¡COMIDA! – exclamó Grover en la hierba al decir esto atrajo la atención del minotauro y se empezó a dirigir hacia él, pero me puse en frente

Cosa que no lo detuvo, pues siguió avanzando hacia nosotros, hasta que "¡SNAP!".

No entendí muy bien lo que pasó después, solo vi a el chico caer sobre una roca pero pararse y arremeter contra el toro, el minotauro rugió con agonía, para convertirse en un montón de polvo.

Ambos nos quedamos procesando lo que había pasado tan solo unos momentos atrás, el volvió a verme y en su cara se podía notar una gran sonrisa.

–Eso fue ¡Asombroso! –exclamó.

–¡Eso fue suerte! – le grité –¡¿Estás consciente de lo que hiciste?! –

–¡¿Suerte?! ¡Yo lo mat...– se tambaleo aturdido.

Lo sostuve antes de que cayera al suelo, pase su brazo por mi hombro y lo sostuve con mi brazo izquierdo. Me dirigí hacia Grover y lo agarre del cuello de la camisa con mi brazo derecho para empezar a avanzar hacia la Casa Grande.

–¡Quirón! – grité con todas mis fuerzas, suplicando por que él viniera en vez de las arpías.

–¿Eres un ángel? – balbuceó el chico a mi lado.

–Mi hermano dice que soy un demonio– el chico soltó una risita aún aturdido –¡Quirón! – volví a gritar.

Escuché un galope que se acercaba hacia nosotros.

–¡Dioses Thea! ¿Qué pasó? –

–Un minotauro y suerte, demasiada suerte digo yo –

–Hay que llevarlos a la enfermería – dijo Quirón.

–Es el. Tiene que serlo –hasta ese momento no me había fijado en la presencia de Annabeth, la líder de la cabaña de Atenea

– Silencio – dijo Quirón.

–Pero Quirón...– Annabeth iba a reprochar pero Quirón la corto antes de que dijera otra cosa.

–No es ni la hora, ni el lugar para discutir esto Annabeth. El chico está consciente sera mejor llevarlo adentro–


Percy Jackson. The ArcherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora