catarsis .

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En la penumbra de un corazón solitario,
se esconde un amor sin destinatario.
Susurros de anhelos no correspondidos,
en el eco del silencio, perdidos.

En la danza de sombras y desvelos,
florecen los versos de amores sin sellos.
Un pacto secreto con la añoranza,
un sentir que solo encuentra bonanza.

En la paleta de colores apagados,
se pinta el lienzo de sueños frustrados.
Amar en la penumbra, dulce agonía,
un río de lágrimas que nadie guía.

Los latidos retumban en la oscuridad,
una melodía triste de soledad.
En el jardín del amor no compartido,
las flores marchitan sin ser queridas.

En la sinfonía de un adiós silente,
resuena el eco de un amor latente.
El no correspondido, un cuento amargo,
un suspiro perdido en el vasto fargo.

Así baila el alma en la penumbra,
con la llama de un amor que no zambulle.
En el rincón secreto del corazón herido,
se guarda la historia del amor no correspondido.

                           _CATARSIS_



Andrea                   13 de octubre del 2023

Sentada junto a Ethan en el rincón tranquilo del parque, observamos las hojas caer lentamente a nuestro alrededor. Estaba sumergida en mis pensamientos, afortunadamente, él no puede leer mi mente: "Ethan, desde los catorce años, he sentido algo más allá de la amistad. Cada risa compartida, cada conversación, ha construido algo especial en mi corazón", pensé.

Bajé la mirada al suelo y continué: "Quería que supieras, incluso antes de todo esto con Marcus, lo que significas para mí. Aunque las cosas han cambiado, mi deseo es que encuentres la felicidad, incluso si eso significa seguir caminos separados". Claramente, nunca se lo diría; eso podría romper nuestra amistad y eso me dolería más. Sabiendo perfectamente que lo nuestro era imposible y que Ethan no se daba cuenta de los ligeros sentimientos que había desarrollado por Marcus, decidí ser su cupido.

Me sumergí aún más en mi misión secreta. Planearia con maestría encuentros fortuitos y ocasiones donde Ethan y Marcus compartieran más que simples palabras. Cada gesto era cuidadosamente orquestado, cada situación diseñada para avivar las llamas de la conexión emergente.

A medida que la danza sutil del romance se desenvolvía, mi atención estaba completamente enfocada en mis artimañas, sin notar los cambios sutiles a mi alrededor. Fue en este mismo día de otoño, cuando entré a la escuela y vi a Marcus acercándose a Ethan con una sonrisa radiante, que la realidad me golpeó como una revelación tardía, haciendo que me detuviera en seco.

El sonido del correr de las hojas secas bajo mis pies coincidía con el latir apresurado de mi corazón. En ese momento, comprendí que, de alguna manera, me había convertido en la espectadora de mi propia historia. La conexión entre Ethan y Marcus, que intenté forjar, florecía de manera independiente, desafiando mis expectativas y guiando su propia narrativa.

En la distancia, mientras los dos se sumían en una conversación animada, experimenté una mezcla de asombro y aceptación. La semilla que yo había plantado había crecido más allá de mi control en tan solo ese día. El capítulo de amor en Salem estaba tomando forma por sí mismo, y yo, aunque tardíamente, estaba empezando a entender mi papel en la trama que yo misma había desencadenado.