.5 de octubre de 2023
EthanA pesar de ser otoño, el sol resplandecía en lo más alto del cielo, dando un calor matutino inigualable. Desde muy temprano, me despedí de mi abuela emprendiendo un viaje a un parque no muy lejos de la casa con la intención de leer. Recientemente, me había regalado un libro sobre los elementos y su historia. Conocer más sobre nuestras prácticas y afinidades realmente me hacía mucha ilusión.
Sentado debajo de un árbol, abrí el capítulo del elemento fuego, el cual era el que más atraía mi atención. Podría ser casualidad, pero casi nada lo es en el camino de la magia.
El fuego, elemento divino cuya existencia es la voluntad de los dioses, representa la transformación y la chispa de la vida. Al igual que el fénix, un ave mitológica bellísima de larga vida que se regenera de las cenizas de su predecesor, el fuego simboliza la destrucción de lo viejo para la creación de algo nuevo y lleno de vida.
Estaba tan absorto en la lectura que nunca noté que alguien me estaba observando. No fue hasta que sentí que se sentaba a mi lado que me giré confundido para reclamarle a la persona. Fue entonces cuando me di cuenta de que era Marcus. Sus ojos reflejaban angustia, parecía estar en un conflicto interno.
Sin cruzar palabras, me acerqué y le entregué un auricular. Supuse que si él no quería hablar, no lo obligaría. Seguí leyendo mientras escuchábamos , "You Found Me" de The Fray, hasta el momento una de mis canciones preferidas, supongo que me recordaba mi situación actual, no me molestaría encontrar una luz en mi vida.
Finalmente cuando sonó el estribillo la respiración de Marcus se tranquilizo, aún con los audífonos movió los labios en un gracias apenas audible.
_No pasa nada, todos necesitamos volver a tierra a veces. Me alegra haber podido ayudar_ le dije mientras lo miraba fijamente y le mostraba una pequeña sonrisa.
Él me devolvió la sonrisa, pero esta vez fue mucho más sincera y llena de gratitud.
_Perdón, aparecí de repente y no te dije nada hasta ahora. Muchísimas gracias, Ethan_, dijo aún sonriendo, pero su sonrisa desapareció cuando vio su celular. _Perdón, ya me tengo que ir_ ni siquiera me dio tiempo de responderle, ya que se fue corriendo.
Mientras veo su espalda alejarse, me pregunto ¿qué lo hizo cambiar tan repentinamente?
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catarsis .
RomanceHabía una vez en Salem, una pequeña ciudad que había sido marcada por la historia de sus brujas. Pero en medio de esos cuentos de la antigüedad, existía una historia de amor moderna y valiente, protagonizada por dos jóvenes que se amaban más allá de...