Había una vez en Salem, una pequeña ciudad que había sido marcada por la historia de sus brujas. Pero en medio de esos cuentos de la antigüedad, existía una historia de amor moderna y valiente, protagonizada por dos jóvenes que se amaban más allá de...
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5 de octubre del 2023.
marcus
Aquí me encuentro de nuevo, un domingo más a las 11 de la mañana, sentado en una silla escuchando a mi padre leer un fragmento de la biblia. Pretendo tener interés por todo lo que dice, simulando ser el hijo ideal.
De repente, recordé lo que dijo Ethan en la clase de literatura, sobre la inutilidad de perseguir logros y premios vacíos solo para obtener la aprobación de una persona que solo busca la perfección. Aunque me di cuenta de lo ridículo que es esto, inconscientemente sigo deseando conseguir algún elogio de mi amado progenitor. Es irónico, simplemente irónico.
Al final de la misa, mi padre se acercó con un grupo de personas y una sonrisa que me hizo sentir incómodo.
_Marcus, hijo mío, ¿ya te presenté a la familia Taylor? - eran los padres de Olivia, aquella chica que me acosaba en la escuela.
_No, un gusto señor y señora Taylor. No he tenido la suerte de hablar con ustedes. Sin embargo, conocí a su hija Olivia - dije cortésmente, intentando esconder mi claro disgusto por esta incómoda situación cuyo final ya conozco.
_Así que conoces a mi adorada hija. Me alegra. No pareces ser un mal chico, capaz hasta terminen juntos - comentó el señor Taylor con un tono pícaro, insinuando lo que tanto temía.
_Disculpen mi posible insolencia, pero no tengo ningún interés en su hija - declaré con pesadez. No es la primera vez que mi padre intenta emparejarme. Mamá siempre bromea sobre nuestros futuros nietos y eso no ayuda mucho, la verdad. Si me disculpan, desearía tomar un poco de aire. Por ahora, me despido y espero volver a verlos - finalmente decidí escapar y caminé hacia un parque que se encontraba a pocas cuadras de la iglesia. Al llegar al parque, vi a alguien que no esperaba encontrar allí. Sus ojos de color cielo estaban fijos en un libro, recostado sobre uno de los muchos árboles del lugar.
Caminé hacia su dirección, esperando olvidar un poco todo lo sucedido anteriormente, buscando un poco de tranquilidad. Sorprendentemente, con solo mirarlo, ya la conseguí.
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