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La castaña miraba con aburrimiento la cancha de la escuela decorada como si fuera baile de graduación, a lo lejos reconoció a su padre charlando con algunos maestros jubilados y otros que aún seguían dando clase ahí, pero estaban próximos a su jubilación; relamió sus labios y llevó sus ojos a otra dirección, las mesas estaban ocupadas por ex alumnos de grado y grupo, pudo reconocer a unos cuantos y aprovecho para presumir sobre su famosa y lujosa vida que se estaba llevando, realmente no tenía tiempo para escuchar como los demás llevaban sus mediocres vidas.

Alargó un mohín cuando vio varias y pequeñas urnas cerca del escenario improvisado, al parecer no habían ocupado el nuevo auditorio escolar porque ya tenían montado la escenografía pesada de una obra de teatro que iban a presentar. Rodó los ojos, se había enterado por Nayeon que aquellas cajas contenían certificados de antigüedad basados en reglas y normas que ya tenían en la escuela, al parecer iban a dar una especie de premios por ir a la escuela y tener las mejores calificaciones, ser el más popular de la generación y cosas así.

Muy infantil y estúpido para su parecer.

Tomó un poco de la copa que tenía frente a ella y llevó sus ojos a Im, la rubia seguía platicando con su novia y otras tres chicas más, las reconocía y muy bien, pues, en algún momento de su juvenil existencia las molestó por ser lesbianas como su amiga... Aunque ella lo haya sido de clóset y se tuvo que enterar cuando los rumores se esparcieron como espuma en las redes.

— ¿De qué hablan? —se intentó meter, claro que por obvias razones la rubia la había medio perdonado y solo por esa ocasión le dejó que se siente con ellas, sin embargo, no es como que hubiera muchas opciones ya que cada mesa tenía asientos seleccionados para los demás. En cada mesa se sentaban ocho ex-estudiantes.

La mesa estaba dispuesta para Kim Jennie, Park Chanyeol -quien no fue por obvias razones y Jeongyeong tomó su lugar-, Im Nayeon, Sana Minatozaki, Hirai Momo, Mina Sharon, Kim Taehyung y Jeon Jungkook. Los últimos dos aun faltando, pero no siendo esperados.

— Estábamos contando experiencias alegres de la secundaria. —respondió Momo con seriedad.

La castaña asintió y sonrió forzado a Hirai.

— Me alegra que hayan tenido buenas experiencias y que bueno que nos volvimos a ver, las extrañaba mucho. —mintió y puso la expresión más triste. Mina rió mientras rodaba los ojos y Sana bufó molesta por la actitud de la castaña.

— Nosotras también te extrañamos, nos hiciste mucha falta Jennie... —expresó Momo de la misma forma que la castaña.

Jennie abrió su boca sorprendida, tomó las manos de la chica con mechas claras y fingió llorar.

— Ustedes también me hicieron mucha falta, ¿De verdad me extrañaron?

— Claro que no, idiota. —Momo soltó las manos de Jennie y se recargó de nuevo en su silla, tomó su bebida e hizo un ademán victorioso.

— Estúpida, ni siquiera me acordé de tu existencia. —soltó Jennie imitando a la de mechitas.

Las demás chicas soltaron aire con lentitud, el ambiente se había vuelto algo tenso y no buscaban con qué bajarlo. Claro hasta que la mirada de Jeongyeong viajó a la entrada de la cancha y jadeó, dio palmaditas en la pierna de su novia y balbuceó cosas incoherentes conforme pasaban los minutos y segundos. La de cabellera ceniza casi lloraba y eso desesperaba a la rubia y las demás, quizá un poco a Jennie. ¿Qué estaba pasando?

— Amor, por dios, dime algo... ¿Qué sucede? ¿Por qué estás así?

La de hebras cenizas miró a su novia, después hacía adelante y después a ella. Joder, ¿Cómo se hablaba? ¿Se supone que era juntar letras para formar palabras y luego oraciones, o eran oraciones y después letras?

Regresame a mi ex » TaekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora