the smoothie guy: how you get the boy ⁕ hamlem

098

Diciembre, días antes de navidad.

El año se había pasado volando o eso pensaban muchos.

Minhee caminaban por los pasillos de la tienda junto a su madre, quien llenaba el carrito de compras con un montón de cosas para la cena navideña y regalos. Su padre y su hermano mayor estaban en el otro pasillo, comprando las cosas para año nuevo.

Kang metió las manos dentro de sus bolsillos, pensando en todos los acontecimientos del año.

Fue un año de mierda, pero al menos estaba vivo.

Sacó su celular y sonrió, tenía un mensaje de Yewang así que le contestó.

—¿Con quién hablas?

—Con Junho.

No le iba a decir la verdad a su madre, aún no podía saber que andaba de amores con alguien.

¡Y de todos modos, tampoco era como que quisiera tener una relación formal o algo así! Solo sabía que le gustaba hablar con el chico y pasarla bien.

No era el mismo sentimiento que por Seunghun, sabía que en algún momento si le gustaría formalizar con Yewang pero por ahora no.

Se habían declarado hace dos días, no fue de la mejor manera del mundo pero ambos pudieron sacar de sus pechos lo que querían expresar. Después de eso, no quedaron en nada así que por ahora, solo eran amigos que se atraían mutuamente.

Yewang tenía los mismos sueños que él, le gustaba la actuación y las artes.

Esa era una de las cosas que le atraía del chico.

—Minhee.

—¿Sí?

—Quiero decirte algo.

Minhee guardó el teléfono y asintió.

—Dime.

—Ahora que estás mejor con la universidad y esas cosas... Que te veo más repuesto y has mejorado bastante con la ayuda de Luda, quería decirte que el año que viene deberías retomar el modelaje —Dijo su madre y Minhee se rascó el brazo, incómodo—Solo si quieres, no te voy a obligar a hacerlo... Creo que has crecido lo suficiente y eres alguien capaz de tomar sus propias decisiones. Si no quieres, solo nos encargaremos de la actuación y listo.

Minhee sonrió un poco, por primera vez en su vida no se sentía forzado a hacer algo.

Mina lo miró y Minhee solo le sonrió, dejándola confundida.

—Supongo que eso es un no.

—Mamá.

—¿Dime?

—¿Cuando sea mister universo te gustaría que te compre una casa o un apartamento?

Mina sonrió y abrazó a su hijo con todas sus fuerzas.

—Con esto me conformo.

—Voy a ganar, te lo prometo.

—Así será, con el favor de Dios.

—¡Ahora! Necesito que me ayudes con un regalo... Me toco otra vez Eunsang en el amigo secreto.

—¡Siempre te sale él! Ya es el tercer año consecutivo.

—¿Qué te puedo decir? La gente no deja morir el shippeo.

—Ya veo, eh.

Terminaron de hacer las compras y se reencontraron con su padre y su hermano en el estacionamiento.

—¿Compraron todo?

—Algo así...

—Dios, Minhyuk.