CHJ : almas llamas

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Junho miró por la ventana del local y tomó su chaqueta, colocandosela.

—¿Solo va a llevar eso?

—Sí.

La joven vendedora metió en una bolsa color marrón las galletas que escogió y se las entregó con una sonrisa.

—Que tenga buen día, joven Cha.

Junho se despidió con una sonrisa y salió del lugar, comenzando a caminar a pasos veloces por las frías calles de Vancouver.
El clima estaba nublado, en la mañana llovió un poco así que habían grandes charcos en las calles y cierta humedad. Debía apurarse, no quería mojarse si llovía de nuevo.

Debía tomar un vuelo a Corea mañana junto a Minhee, la boda de Hyeongjun y Wonjin estaba a la vuelta de la esquina y querían estar en su país natal con una semana de anticipación. Mientras Song y Kim decidieron que su vida sería en Corea del Sur; Kang y Cha optaron por quedarse en Canadá, se sentían más cómodos en ese país.

Hoy decidió tomarse el día libre, de todos modos era su propio jefe y confiaba ciegamente en su personal.

Metió sus manos dentro de los bolsillos de su chaqueta y cruzó la calle, mirando la enorme casa frente a él. Tocó el timbre y espero un par de minutos, hasta que una niña lo recibió.

—¡Tío Chacha!

—¡Sohyun!

Junho sonrió y abrazó a la pequeña, entrando a la casa como si fuera suya.

—¡Trajiste galletitas!

—¡Sí! Para que las compartas con tus hermanos.

La niña asintió y corrió.

—¡Junhyeon, Song Kang! El tío Chacha trajo galletas.

Junho sonrió, Sohyun era la niña más dulce que podía existir. Tenía la misma edad que Song Kang—solo que ella era unos meses menor—pero parecía ser la menor y ahora, era la consentida de Jungmo.

Jungmo fue incapaz de esperar un año para adoptar a su princesa, le costó bastante convencer a Minhee pero se salió con la suya y así fue como dieron con Sohyun. Desde que Jungmo la vio, sabía que tenía que adoptarla y darle una vida llena de cosas preciosas.

Junho subió las escaleras y caminó hasta una habitación en específico, la abrió y se encontró cara a cara con Minhee.

—¿Quién te abrió?

Preguntó Kang desde su escritorio, estaba revisando unos detalles del cómic de The Smoothie Guy.

—Me abrió Sohyun.

—Ni siquiera sé porque tenemos empleadas domesticas... Sohyun está más pendiente de la puerta que ellas.

—Eso veo.

—Mañana salimos temprano. ¿Irás con alguien a la boda?

Junho solo rió.

—Sabes que no tengo a nadie... Estoy bien así.

"Mentira, me siento muy solo" Pensó.

—Junho... Creo que ha pasado un tiempo prudente y deberías rehacer tu vida.

—Mi vida está bien así... No necesito una pareja o alguien.

—Yo entiendo que hay personas así, que están bien estando solos y me parece perfecto. Pero tú...

—¿Yo?

—Tú no eres de esas personas. Lo tuyo ya es trauma, reconciliate con el amor y deja de fingir que no lo necesitas.

the smoothie guy: how you get the boy ⁕ hamlemDonde viven las historias. Descúbrelo ahora