Capítulo 20

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Deniz Aslan.

Mis labios no se han despegado de su piel en toda la noche y no lo harán de momento, disfruto tanto haciéndola delirar de placer que no puedo parar de adorarla.

Sus caderas se mueven de nuevo buscándome otra vez mas aunque me la haya follado sin descanso durante todo este tiempo hasta que ha empezado a amanecer y he decidido darle un descanso.

Contemplo su cuerpo totalmente rojo, con heridas de mis dientes en cada centímetro de él, con hematomas que han salido debido a que he dejado salir mis instintos más primitivos.

Beso de nuevo el contorno de su cuello mientras que sus ojos azules me observan en todo momento con paz y felicidad, al final ha conseguido lo que quería, hacerme caer entre sus redes.

Mis manos se pasean suavemente por su exquisita figura después de dañarla tanto, siempre ha sido un dolor que ha podido soportar pero aun asi no he parado, probando su resistencia y intentando ocasionar que se echará hacia atrás.

Nunca ha ocurrido.

Ni un sola palabra que me hiciera parar ha salido de sus labios, ha aguantado como una auténtica guerrera, lo cual he recompensado brindándole múltiples orgasmos que la han dejado totalmente vulnerable ante mi.

Mis labios rozan suavemente sus pezones, tienen un lindo color violáceo después de los mordiscos que les he dado, los mismos con los que ella me ha marcado.

Sonrió sobre su piel ante la posesividad que me ha demostrado está noche proclamándome como suyo con total valentía a pesar de estar sometida bajo mi.

Ninguna mujer ha hecho tal cosa, solamente han recibido lo que les he dado sin pensar que en algún momento me podían tener, en cambio ella ha ido de frente como siempre he esperado.

—¿Porque siempre te has alejado de mi?—pregunta con voz baja haciendo que suba mi mirada a la de ella, en toda la noche no hemos hablado mucho, solamente me ha pedido más placer y yo se lo he dado multiplicado por mil.

Sigo besando su piel llegando hasta su coño, el cual está totalmente rojo y dolorido, dejándome ver como mi semen sale de ella, lo cual no debería haber ocurrido pero no me he podido resistir a marcarla de todas las maneras.

Después me ocupare de eso, ahora voy a seguir disfrutando de este sueño del que deberé despertar muy pronto.

—Pudiste buscarme y tenerme mucho antes —sigue hablando mientras que beso sus muslos y el contorno de su perfecto coño, haciendo que tiemble por mi—¿Porque ha sido ahora?—pregunta de nuevo entre medias de un gemido ya que mi lengua lame muy cerca de su clítoris.

No contesto a sus preguntas, solamente empiezo a lamer lentamente su montículo haciendo que sus manos vayan a mí pelo acercándola más a ella, quién pensaría que después de tantos órganos quisiera más.

Insaciable, lo cual me hace obsesionarme más con su cuerpo.

Su sabor es exquisito mientras que la elevó al cielo de nuevo, me como su coño como si estuviera sediento, lo cual estoy, solo de ella.

Tiembla aún más mientras que sus gemidos inundan de nuevo la habitación, regalándome el único sonido que deseo tener siempre a mí alrededor.

Se que debería apartarme de ella en estos momentos, se que está noche me costará demasiado cara, pero aún así no puedo despegarme de ella.

Tenía claro que esto debía pasar cuando perdí el control y la bese, este era mi plan para lograr sacarla de mi sistema una vez por todas, pero no ha funcionado.

Ni lo hará.

Sus uñas arañan mi cuello haciendo que lama más rápidamente mientras que meto dos de mis dedos en su coño, totalmente húmedo por nuestros fluidos, ambos unidos para hacerlo aún más resbaladizo, lo cual a mí polla le encanta.

Sometida ante el pecado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora