Capítulo 82

148 17 1
                                    

—Definitivamente te has vuelto loca—dice levantándose de su silla después de haber escuchado todo lo que hay en mi cabeza en estos momentos.

Dejo que vaya a por una copa mientras que yo me estiró sobre el sofá que hay enfrente, mi cabeza me está matando una vez mas pero por lo menos no me he vuelto a desmayar desde la última vez.

—Concuerdo con usted señor—dice Vlad a mí lado dándome una mirada enfadada igual que mi tío.

Sabía que a ninguno de los dos le iba a gustar el plan que ya está en marcha, pero es lo que hay si queremos tener alguna posibilidad de ganar está guerra.

—¿Como pretendes entregarte a ellos en tu estado?—dice mi tío girándose a mí y mirándome directamente.

Sonrió intentando mostrarle que estoy bien, ya que el se refiere a la sustancia que hay en mi interior porque no tiene ni idea de que su próximo sobrino esta forjándose en mi interior, lo cual no se lo voy a decir porque entonces sí que me encerraría en este castillo.

Suspiro al bajar mis piernas del sofá y estirando un poco mi cuerpo, se que es una completa locura, pero quiero creer que todavía tengo el poder en hacer que todo el mundo baje a mis pies.

—En cuanto este con el, odiará verme en este estado y tomara medidas que me harán estar mejor—digo levantándome con algo de inestabilidad por unos momentos —no creo que quiera muerta a la persona que tanto quiere tener a su lado y que va a estar en sus brazos voluntariamente—afirmo lo que es obvio.

A pesar de que seguramente mantendrá el control sobre mi hará que mis síntomas mejoren, lo que me dará la fuerza suficiente para aguantar a su lado antes de que el lo destruya.

Porque lo va a hacer.

—Es que el no te va a tener, porque no te vas a entregar—demanda antes de volver a sentarse en su silla—encontraremos otra manera—dice el tomando un trago bien largo antes de posar su mano en la parte izquierda de su pecho.

Mis manos se aprietan viendo una mueca de dolor en el, por mucho que se haga el fuerte lo que tenga dentro suya está avanzando a un paso agigantado desde el último encuentro con el ruso.

A pesar de todas las negativas yo voy a seguir con lo planeado, me niego a perderlo igual que mi padre, por eso caeré en brazos de mi enemigo traicionando al hombre que amo.

Aunque no lo haré del todo.

Si puede que haya entrado a su base de datos con todos los conocimientos que he adquirido a su lado, al igual que he encontrado la ubicación que quiere el ruso para poder ganar está guerra.

Todo está en mi mente, otra cosa es que salga tal cual espera el y en el momento que quiere.

—Escuchame solamente un minuto mas—digo viendo en el reloj de su muñeca que el está por llegar—tu obtienes la cura mientras que el me lleva frente a él, por mucho que quieran marearme con su identidad, yo sé quién es—digo hacia el ya que solamente las dos personas que hay en esta habitación saben que he recordado totalmente esa noche.

Ambos saben quien es el tan misterioso "Dark", pero por mucho que lo sepamos hasta que no esté frente a frente haciendo que se deje de esconder detrás de esa máscara no podremos atacar contra el y su querido hijo.

Cojo sus manos apegandome al borde del escritorio quedándome inclina hacia el, manteniendo mi voz baja por si el aparece en estos momentos.

—El pensará que estoy aliado con el, le haré creer que yo mataré al italiano haciendo que el obtenga todo el poder—digo lo que trazado todos estos días, de forma meticulosa para que no quede ningún cabo suelto—tu solamente debes atacar en el momento más adecuado, se que tienes a tus hombres infiltrados entre los italianos, solamente haré una señal para que te indiquen que es la hora —hablo totalmente segura hacia el.

Sometida ante el pecado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora