Emily estaba profundamente dormida en su cama, cuando de repente tres mujeres se acercaron a su alrededor despertandola sobresaltada ― ¡Feliz cumpleaños!- gritaron
La niña abrió los ojos sorprendida, pero luego sonrió ampliamente al ver los sombreros de fiesta sobre las cabezas de su familia.
Emocionada, empezó a saltar en la cama cantando― ¡Es mi cumpleaños!
Martina, Lourdes y Bianca se rieron mientras Emily saltaba sobre Martina chillando.
La rubia la atrapó y la giró, su sonrisa se ensanchó al escuchar la risa feliz de la niña en sus brazos.
―Entonces, ¿Cuántos años cumples ahora, Em?―preguntó Bianca sonriendo.
―¡Tengo seis! ¡Por fin!―gritó Emily riendo.
―Bueno, ¿ya eres toda una señorita?―dijo Lourdes divertida por la respuesta traviesa de la niña.
―¡Sí!―chilló Emily felizmente.
Martima se rió entre dientes ― Bueno, Lu y Bianca te prepararán un desayuno especial de cumpleaños.
Emily miró tristemente a Martina ― ¿A dónde vas? ¿No nos vas a ayudar?
―Tengo que recoger a tus abuelos del aeropuerto. No tardaré. Estaré aquí para la fiesta, lo prometo.―dijo tranquilizando a la niña.
―Está bien.―Emily mirando hacia otro lado.
―¿Qué pasa hermosa? ¿No queres verlos?―preguntó la ojiverde preocupada por haber asumido algo incorrecto.
Emily comenzó a sollozar, y sus ojos luchaban por contener las lágrimas― Nada ―murmuró haciendo un puchero
Las tres mujeres intercambiaron miradas de preocupación, y Martina la abrazó con fuerza― ¿Qué pasa, Em? Puedes contarnos, no nos enojaremos. Te lo prometo.
Emily la miro a los ojos ― ¿Van a venir para llevarme con ellos? ¿Ya no me quieren?
El corazón de la rubia se rompió al ver la inseguridad y el dolor en los ojos de Emily, preguntándose por qué pensaría eso.
―mi vida, ¿por qué pensas eso? Te amamos, y nadie te va a separar de nosotras. Sos parte de la familia, al igual que Bianca. Solo quieren verte y te desean un feliz cumpleaños. ¿Por qué crees que te llevarían a otro lugar? ―preguntó preocupada.
―La tía Tini dijo que me quedaría con ustedes durante un año, y después me iría a vivir con ellos. Pero no quiero, quiero quedarme con ustedes y con B.― respondió, mientras sus labios comenzaban a temblar por las lágrimas que estaba peleando por salir.
Martina y Lourdes intercambiaron miradas de irritación ― ¿Cuándo te dijo esto?- pregunto Martina
―Cuando hablamos por teléfono―Emily sollozó, secándose las mejillas con sus pequeñas manos.
―Escúchame― miro a Emily a los ojos. ―Te quedarás conmigo y Lu para siempre. Si quisieras vivir con Tini o tus otras tías y tíos, te dejaríamos, pero si queres quedarte con nosotras, NADIE te va a alejar, de acuerdo. Tus mamas te dieron a nosotras, y aquí es donde te quedarás.―Dijo Martina firmemente, ganando una pequeña sonrisa de la chica.
―¿Promesa?―Susurró Emily levantando su meñique.
La mecánica sonrió y enganchó sus meñiques ― Promesa.
Los ojos de Emily se abrieron de emoción, y ella agitó sus manos felizmente― ¡Está bien, es tiempo de waffles!―chilló.
Las tres mujeres se rieron y Martina dejó a la niña ―busquen las cosas, Lu y yo necesitamos un minuto- dijo mirando a Bianca
Bianca asintió con preocupación, pero pegó una sonrisa falsa en su rostro, por lo que no se preocupó por la niña ― ¡Vamos chica de cumpleaños!
Las dos salieron corriendo de la habitación, dejando a sus madres
―No puedo creer que Tini piense que solo vamos a renunciar a ella, ¡Solo porque el año terminó!―Lourdes escupió enojada.
―Tranquilízate. ¿Lo manejaré, bien?―
―Será mejor que lo hagas, porque si no yo lo hago, perderé la cordura. Ahora somos sus madres. Brisa y Angie nos la dieron por una razón y no la voy a dejar. No me importa cuánto la quieran, ella ¡Es nuestra!―
Martina sostuvo a su esposa, maldiciéndose a sí misma por permitir que se alterara, y le susurró palabras tranquilizadoras al oído.
―amor, cálmate, te lo prometo, Emily no irá a ningún lado. Cuidamos muy bien de ella, y ella está feliz. Eventualmente lo verán y dejarán de llenar su cabeza con cosas sobre dejarnos.― le aseguró suavemente.
Lourdes se calmó y confió en su esposa para mantener a su familia intacta. Martina las protegió, y ella podía confiar en ella, especialmente el bienestar de Emily
―Bueno.―la castaña respiro profundamente.
―Sí, ¿estás bien ahora?―Preguntó Martina alejándose.
―Sí. Malditas hormonas me vuelven un poco loca.― admitió con calma.
La rubia se rió entre dientes ― Está bien, Luli- dijo un beso en su cabeza- . ¿Por qué no ayudas a las chicas mientras yo voy al aeropuerto?
Lourdes asintió ― Haré suficiente para todos.
―Suena bien.―Dijo Martina besando la frente de su esposa, sonriendo ante el suspiro que escapó de los labios de la ojiverde
La rubia se apartó y salió de la habitación, lista para lo que viniera hoy
Una cosa era segura, nadie arruinaría este día para Emily. Ninguna permitiría que eso sucediera.
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Desde mi tumba || Martuli G!P
RandomLas chicas tenían 25 años cuando terminaron Cake House. Cada una estaba lista para seguir adelante y comenzar el siguiente capitulo de sus vidas. Martina, sin embargo, no tuvo tanta suerte. Sus padres y hermanos regresaban de su último show con las...