59- quirofano

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Lourdes había estado revisando las bolsas, escuchando la exclamación de Emily durante veinte minutos cuando Sam irrumpió por la puerta, seguida de dos oficiales.

―¿Sam?―preguntó confundida saliendo de la habitación de Emily.

Girando hacia los oficiales, Sam dijo― Por favor revisen la casa. Vamos al hospital.

―¿Qué está pasando?―Lourdes pregunto en pánico.

Sam subió las escaleras rápidamente ― No lo sé exactamente. Lo único que sé es que alguien siguió a Bianca y Martina al bosque y luego oí un estruendo. No quiero que te asustes, pero te necesito y Emily vendrá con nosotras, y nos iremos al hospital. Si algo anda mal, entonces es donde las llevarán.

―¡Dios mío!―exclamó asustada.

Sam la agarró por los hombros ― ¡Lourdes, necesito que te calmes y te concentres! Tu embarazo y si comienzas a estresarte ahora puedes entrar en trabajo de parto y eso es exactamente lo que Martina no quería. Ahora respira.

La ojiverde respiró hondo y asintió en comprensión. Ella tenía un bebé dentro de ella, y eso era en lo que tenía que concentrarse si quería llegar a término completo sin ningún problema. Perdería la cabeza si tuviera que decirle a su esposa que perdió a su bebé porque no podía concentrarse.

―Bien, agarra a Emily y vamos.―Ordenó con calma.

Sam asintió y recogió a Emily preocupada, mientras ayudaba a la castaña a bajar las escaleras lentamente.

...

Cuando Martina llegó a la sala de emergencias, los doctores trataron de ayudarla y ella aplastó sus manos enojada.

―¡Ayuda a mi hija, maldita sea, estoy bien!―gritó con enojo.

El doctor tomó a la adolescente rápidamente, mientras ella los seguía, cojeando.

―Tenemos que llevarla al quirófano. Tiene algo en el cráneo y necesitamos extraerle sangre ahora.―

-Haz lo que tengas que hacer, pero será mejor que esté viva cuando la vea- grito la rubia

―¡Mar!―Lourdes y Sam gritaron corriendo hacia ella en pánico por la sangre que tenía

Otro médico corrió hacia ella ― Están cuidando a tu hija, pero tenemos que entenderte.

Martina estaba a punto de protestar, cuando su esposa intervino― ¡sientate y deja que te ayuden!

― ¡Quiero una actualización de mi hija tan pronto como sepas algo!- Le dijo la rubia al medico

Las enfermeras a su alrededor asintieron frenéticamente y corrieron al quirófano. Otras enfermeras se acercaron a ella con cansancio y comenzaron a conectarla a una bolsa de sangre, mientras los médicos la miraban.

―Tenemos que sacar lo de tu pierna, pero te daremos algo para aliviar el dolor.―

―Ella necesita tomar sus píldoras de ansiedad.―Lourdes instó entrando en pánico.

Sam sacó el frasco de repuesto que sacó de su auto el segundo que estacionaron en el hospital, y la rubia lo tomó antes de que el doctor pudiera protestar.

―Si no quieres que tenga un ataque al corazón lo superarás.―Sam dijo agresivamente mirando al doctor.

―Ahora quiero a mi Barbara Martina. Llámala, no me importa si tienen que traerla aquí, pagaré por eso, pero que venga aquí! ―gritó enojada.

Una enfermera corrió hacia un teléfono y rápidamente comenzó a hacer arreglos.

―¿Qué sucedió?―preguntó la castaña cuando los médicos comenzaron a inyectarle analgésicos.

Desde mi tumba || Martuli G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora