☾❀Papá Soltero En Apuros❀☾

-Extra #2-

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15 años...

Los afortunados o desafortunados 15 años.

Son una constante guerra para la familia de muchos, ya sea por el padrino o madrina de mesas, pastel, platos, muñeca, entre un montón de cosas.
Y la discusión se vuelve la tercera guerra mundial cuando la niña en realidad pensaba en irse de viaje.

Ay los 15 años, cuanto amor odio con esa celebración.

Regresando con nuestra familia favorita.

Mictia, en nuestra actualidad, cuenta con 14 años. Vive feliz en su hogar, junto a sus padres que cada que podían le hacían una fiesta de cumpleaños a lo grande, recompensando los cumpleaños de su niñez.

A pesar de todo, Mictia no era una adolescente que se quejara de todo ni mucho menos pedir de todo y lo más caro; después de todo ya había pasado sus lecciones de humildad desde bastante pequeña y Aquino no era una persona de muchas tradiciones por lo que los 14 años de Mictia no lo alarmaban para nada.

¿Pero saben a quien si..?

Así es, al complejo de madre de Duxo.

El recordaba las fiestas gigantes de sus primas. Recordaba el salón y la musica y sobre todo los bailes, ridículos todos pero se veían divertidos.

A pesar de que tenía ese "tick" de querer organizar algo grande, él de todas formas haría lo que su hija quisiera.

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—¡Papás!— Mictia, raramente, había salido de su habitación y había llamado a sus padres con un poco de timidez.

—¿Qué paso?— Le respondió Aquino mientras le bajaba al programa que veía junto a Duxo.

—Es que.. una compañera de mi clase va a tener una fiesta de 15 años mañana y me invito ¿puedo ir?—

Aquino lo pensó un poco, Mictia no salía casi y tal vez esa era una buena oportunidad para que conociera gente. Su respuesta iba a ser que si, pero al parecer alguien ya se le había adelantado.

—¡Claro que si Mic! Yo te llevo si quieres, solo dime la dirección y de una te acompaño a dejarte ahí.— Dijo Duxo con un raro entusiasmo.

—¡Gracias papá!— Corrió feliz a su habitación.

Aquino no hubiera dicho nada de no ser por la extraña sonrisa que aún mantenía Duxo.

—¿Qué fue eso?—

—¿Qué? Súbele no escucho que dice el presentador.— Intento ignorar el tema.

—No, enserio ¿Por qué sonríes así?—

—¿No te gusta mi sonrisa?—

—La amo, pero esa es... ¿demasiado?—

Ahora Duxo lo miraba extrañado.

Al final ninguno se entendió, por lo que Aquino se rindió en buscarle alguna respuesta y le subió el volumen al televisor.

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Mictia daba vueltas por toda su habitación pensando en que se pondría.

Tal vez iría en una falda con una blusa normal o un pantalón con buen estilo y lo primero que encontrara para ponerse arriba ¡o un vestido!

No tenía idea.

—Ahh! Mejor no voy...— Dijo rendida mientras se tumbaba en su cama.

De la nada, escucho como abrían la puerta de su habitación y al levantar la cabeza noto que solo era su padre Duxo.