☾❀Papá Soltero En Apuros❀☾

-Primer Dia-

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Aquino y Mictia caminaban por los pasillos infinitos, llenos de útiles escolares y de más cosas.

Su uniforme ya estaba preparado, al igual que sus lápices y libretas; solo faltaba su hermosa y original mochila de gato.

—¿No la quieres de otra cosa? ¡Mira! Hay de dragones.—

—No, yo quielo la de gatito.—

Aquino aún no descubría de donde venía aquella fascinación por aquel animal.

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Padre e hija ya estaban cansado de caminar entre pasillos y empujar el carrito de compras. Mictia estaba por rendirse por su mochila soñada.

—Tal vez no hay en esta tienda Mic. Podemos pedirle a tu tío Soarinng que te consiga una, ya sabes que a él también le gustan esas cosas.—

—Pelo... yo la queia pala el pimer día.— hablaba triste. Sus pequeños ojitos se comenzaron a cristalizar por la decepción que le ocasionaba no encontrar su mochila.

A Aquino no le gustaba ver llorar a su pequeña hija, por lo que sabía que debía encontrar esa mochila cueste lo que cueste.

—No pasa nada Mic, la encontraremos.— Procedió a cargar a Mictia y dejarla sobre su cabeza, así tendría una vista más amplia.

—Voy a caminar por los pasillos que restan, cuando veas la mochila me avisas.— Y así prosiguió su caminata.

                                   「❀」

Aquino estaba por pasar al último pasillo. Ya sin esperanza, camino lentamente por todos los útiles y mochilas de dibujos animados.

Antes de poder detenerse, Mictia comenzó a jalar el pelo de su padre con desesperación.

—¡¡Ahí!! !!Ahí esta!!—

—¡Auch! ¡Auch! ¡Auch! ¡Espérame! Me duele.— Aquino bajo a la desesperada de su hija y esta corrió por la mochila.

Era justo como la quería, una mochila con apariencia de gato.

—¡Esta es! ¿¡Si me la compas!?—

Observó el precio y si era algo elevado, pero nada costaba demasiado cuando se trataba de su hija.

—Métela en el carrito pues.— Le sonrió.

Esta, con la mirada iluminada y sonriente, la puso dentro del carrito con una gigante sonrisa.

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Aquino encendió la radio. Grande fue la suerte de Mictia al escuchar su canción favorita, "El cinturón gris".

—¡¡No e un juego ni estoy loco, solo e mi intencion llama la atención!!— Comenzó a saltar en los asientos de atrás, brincando y cantando.

—¡Cuidado Mic! Ponte el cinturón.— Dijo antes de arrancar el coche.

Mictia ni siquiera escucho a su padre de lo tan emocionada y feliz que lograba ponerla esa canción.

—¡¡Aboche mi shaqueta con la bandela pilata!!—

—¡Mictia!— Apago la radio.

—¡Oww! No la quites.— Dijo para sentarse de brazos cruzados.

—Acomódate entonces.—

Aún enojada le hizo caso, y como justo su padre le había enseñado, se puso el cinturón.