☾❀Papá Soltero En Apuros❀☾

-Epílogo-

「❀」Epílogo「❀」

En un hogar medianamente grande, una pequeña familia dormía cómodamente por dos padres cariñosos y una pequeña bebe de no más de 6 meses.

Eran aproximadamente la 1 de la madrugada cuando el llanto desde una de las habitaciones se comenzó a escuchar.

Duxo despertó de inmediato, notando que de nuevo seguía sólo.

Mientras más se acercaba a la habitación de la pequeña, el llanto disminuía.

—Me ganaste, otra vez.— Hablo susurrando mientras cerraba la puerta.

—Ya estaba despierto.— Hablo el hombre que cargaba a la bebe.

—¿Estas bien, Aquino? Te noto más triste de lo normal.—

El hombre de cabellos castaños le dedico una sonrisa, negando aquello.

—Estoy bien, solo me quede pensando— Dijo algo decaído.— Hace mucho que no veo a Mictia y... me siento terrible, ahora entiendo a mi mamá.— Con una expresión de vergüenza, derramo una pequeña lágrima traicionera mientras seguía cargando a la pequeña dormida.

—Sabía que en algún momento lo admitirías.— Duxo se acercó, pero no lo suficiente como para tocar y apretar a la bebe; seco su lagrima y beso se mejilla con cariño.—Entiende que Mictia ya se había tardado en ingresar a la universidad, no podía vivir preocupada por tu salud y lo sabes.—

Acarició de nuevo su cachete en busca de tranquilizar el vacío que sentía por ya no tener a su pequeña en casa.

—Ella vendrá mañana en la tarde, se paciente amor.—

Aquino dejo con cuidado a la niña en su cuna y la observo.

—¿Seguro que es solo eso?— Lo miro preocupado.

—En realidad... no.—Dijo con la mirada aún en la bebe.—Quería agradecerte por haber querido formar una familia conmigo.—

Duxo lo miro con extrañeza.—¿A qué te refieres?— Dijo con una pequeña sonrisa.

Aquino guardo silencio unos segundos, cuando por fin volteo en busca de los ojos violetas que tanto amaba.

—Te amo.— Dijo con mucha seguridad.— Amo a mis hijas y te amo a ti, gracias por ayudarme en mis altos y bajos, te amo demasiado Duxo.—

Tomo las manos del mas bajo y lo acercó rápidamente para formar un beso.

—Aquino, cuantas veces tendré que decirte que no debes agradecerme nada. Todo lo hice por que sabía que debía de hacerlo. Te amo, yo también te amo demasiado.—

Ahora él tomo la nuca de Aquino, volviéndolo a besar con mucho cariño.

Había esperado tanto tiempo esperando para poder volver a besarlo a su gusto y cuando se le diera la gana, que no desaprovecharía su oportunidad.

—Volvamos a la habitación, no vayamos a despertar a Rose.—

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"Yo no moriré no importa que mi cuerpo destruido por completo. Mis deseos de pelear me levantaran por que son muy grandes y después de eso los derrotare pase lo que pase"