☾❀Papá Soltero En Apuros❀☾

-Padre Primerizo-

「❀」

-5 años antes-

Aquino se encontraba casi que muerto. Mictia lloraba y Aquino no sabía que más hacer.

—Ya ya.. ya Mictia...— Decía mientras la arrullaba.

Ya le había dado de comer, la había cambiado e incluso intento con un baño tibió, pero absolutamente nada podía parar su llanto.

「❀」

Tenía horas despierto. Mictia ya no lloraba pero se mantenía despierta.

Apostaba que no faltaba mucho para que comenzara a amanecer.

Mientras dormitaba en su cama, con Mictia en brazos, escucho su celular. Se escuchaban seguidas notificaciones hasta que le entro una llamada.

—¿Bueno..?— Dijo adormilado.

—¿Aquino? ¡Soy Duxo! Se que es temprano y perdón si te desperté.—

—No te preocupes, ni siquiera estaba dormido.—

A kilómetros se le escuchaba cansado, agotado y con el detalle de sonidos de balbuceos de fondo proporcionados por la pequeña bebe que lamía su mano.

—¿Estas bien? Se te escucha enfermo, eso de ser padre es muy cansado por lo que veo.—

Aquino solo logro sacar un jadeo de frustración.

—¿Qué paso Duxo?—

—Ah! Si eh ¡FELIZ CUMPLEAÑOS! tenía planeado invitarte a desayunar a mi casa por tu cumpleaños pero... escuchándote así tal vez tu mejor regalo sería dormir.—

—¿Mi cumpleaños? ¿Qué? Pero si Mic no tiene mucho de nacer...—

Mientras seguía en llamada revisó la fecha y efectivamente, era su día.

El tener noches de desveló y una rutina terriblemente descuidada, lo había echo olvidar el paso del tiempo.

—Aquino... Mictia ya va para el año. Estas pero si bien jodido ¿Sabes que? Voy para allá.— Duxo colgó para que así no le pudieran discutir nada.

—¿Duxo? ¿Duxo sigues ahí?—

Ni siquiera había podido entender lo último dicho por el pelinegro.

Se sentía mal por haber olvidado el día de su nacimiento, pero no podía hacer mucho. Debía cuidar a Mictia por lo que celebrar no era una buena idea.

「❀」

Aquino se encontraba haciendo el segundo biberón de la mañana. Mezclaba la formula con los ojos cerrados, verdaderamente necesitaba dormir.

Mientras le daba de comer a su hija cómodamente sentado; tocaron su puerta delicadamente.

Aprovecho que Mictia se había quedado dormida para dejarla en el sillón y abrir.

—Feliz cumpleaños, Aquino.— Le dijo Duxo en un susurro apurado para poder darle el típico abrazo de celebración.

—Gracias.. supongo.— Ni siquiera le emocionaba la idea ya. Su cumpleaños de había vuelto un día más desde que había empezado a salir con la madre de Mictia.

—¿Dónde esta la niña? Le traje un regalito como buen tío.—

—La deje dormida en el sillón... ¡MICTIA!—

Aquino no se había percatado, por el sueño, de que Mic estaba más que despierta, por lo que al estar acostada la hacía mover mucho sus brazos y piernas en busca de estabilizarse.
Estaba en la orilla del sillón, apuntó de caerse y golpear su cabeza aún no tan bien formada contra el suelo.