18

38 4 4
                                    

Hemos estado aquí por lo menos media hora, y no ha pasado ni una persona.
Ya la luz del día se fue casi, por completo.
Y yo estoy más caliente.

Tener los labios de Pablo sobre los míos, sus incontenibles gemidos suaves, sus manos apretando mis brazos o tirando de mi cabello, me pone de una manera.
Tan caliente que estoy por hacer algo que no deberíamos.
Pero si este hermoso chico me eligió a mi para conocerse, le voy a dar todas las experiencias que se me ocurran.
Porque va a experimentar, oh si.
Va a conocer y probar cosas, va a descubrir sus gustos, va a comenzar a ser él mismo. Si.
Y todo eso lo va a hacer conmigo.

No pienso, ni loco, dejar que todo eso pase sin mi.
No sé porqué, no quiero saberlo ahora.
Voy a hacer que él mismo quiera todo conmigo.

Lo atrapé, y desde ahora tengo solo un objetivo en mente.
Quedármelo.

Estamos cerca del auto y comienzo a besarlo otra vez, pero ahora con fuerza y pasión. Con deseo. Quiero que esté perdido, completamente entregado a lo que siente.
Nos muevo hasta quedar delante del auto y de forma brusca pero a la vez con cuidado de no hacerle daño, lo doblo sobre el capó. Pablo jadea sorprendido cuando se da cuenta de que lo tengo inmóvil, todo su tronco, desde su mejilla aplastada sobre el frío metal del auto.
Con una mano sostengo el lado de su cabeza manteniendolo quieto y con la otra desabrocho su pantalón para dejarlo flojo.

__que haces Jonas? Puede venir alguien

-shh tranquilo. No ha pasado nadie en todo el tiempo que estuvimos aquí.

Se mueve intranquilo. Está nervioso y asustado.

Me doblo sobre él para darle un beso en sus labios.
-tranquilo vecino. Confía en mi. No vamos a follar aquí. Solo vamos a jugar.
Toco su pene a través de su ropa y cierra sus ojos dejando escapar más gemidos.

Lo suelto y paso mi bulto, duro y sensible, sobre su trasero. Continúo dándole besitos, y lamidas en todo el costado del rostro que queda a la vista.
Digo cosas sexis en su oído, sigo lamiendo y besando. No dejo nunca de frotarme contra su culo.

__oh Jonas. Dios.

Pablo solo puede repetir las mismas palabras una y otra vez. A veces en voz baja, otras veces gimiendo, otras lo hace desesperado. Y yo estoy disfrutando tanto.
Me separo de él para quitarle la campera y no me pude resistir, le quito la camiseta. No sé si no se dió cuenta o no le importa que lo desnude así. Aquí. De esta manera.
Pero amo como se pierde en esto.

Gritó cuando el frío del auto chocó contra su piel y aproveché a bajarle el pantalón
Dios
-tienes un culo precioso Pablo. Redondo, duro, el tamaño perfecto para mis manos.

Ya no lo presiono sobre el capó, pero sigue en la misma posición. Estoy acariciando y amasando sus nalgas cubiertas por un calzoncillo negro apretado.

-estás bien Pablo?

__sii si

-quieres que paremos?

__ no no. Continúa por favor.

Aaa dios. Todo bien va a hacer este chico?
Le muerdo la piel de la cadera y bajo mi propio pantalón. Pero yo si bajo mi bóxer.
Pablo me mira, sus ojos están enormes y vidriosos. Sus labios rojos y abiertos dejando escapar jadeos y gemidos hermosos.

Acaricio sin paciencia mi pene, estoy tan duro, tengo tantas ganas de follarmelo así, pero no puedo, es virgen, y más allá de eso, no voy a hacer el amor por primera vez con él así.
Esto es un juego, pero le tengo que dejar en claro que mis intenciones no son solo jugar con él. Sino todo. Quiero todo con él.

Mi pene está tan duro y exitado que con frotarme sobre su trasero, he logrado mojar la tela de su ropa interior.
Pablo no es el único que gime como loco. Yo también

-Date la vuelta
Le digo y me alejo unos pasos

Verlo despegarse del auto casi temblando, ver su hermoso cuerpo iluminado por la escasa luz natural que aún queda, ver sus ojos absorber la imagen que le doy me vuelve completamente loco.

Sin que le diga que hacer, no despega sus ojos de mi pene y baja su calzoncillo hasta que su verga hinchada y roja sube apuntando hacia mi, enseguida la toma en su mano y la acaricia un par de veces.

-te gusta esto Pablo?
Le digo mirando su rostro.

__si
Sus ojos suben de mi pene a mis ojos y nos miramos.
Me sonríe.
-puedo tocarte?

Niego
-ahora no Pablo. Si me tocas acabaré muy rápido.

__y qué quieres hacer entonces?

-puedo chupartela?

__me temo que me pasaría lo mismo.

Pienso y

-entonces vamos a acabar juntos.

-quieres pablo?

Ambos nos masturbamos a un ritmo más rápido.
Se acerca a mi.
Soy apenas más alto así que bajo hasta que nuestros penes queden a la misma altura y nuestras manos se tocan, estamos cada vez más cerca. Esto es tan caliente.

Mi vecino es muy vergonzoso, y me encanta, cada palabra sexy que le digo hace que sus mejillas se pongan más y más rojas.
__Jonas

__Jonas
La urgencia en la voz de Pablo por su orgasmo es hermosa.
No sé qué mirar.
Su rostro, su abdomen, su pene a punto de explotar.

-vente Pablo, acaba para mi. Vamos

__aaah yo
__aa dios yo

Le saco su mano del pene y tomo los dos con mis manos. Aaa que placer.
-Esto es perfecto
-juntos Pablo. Mira. Miranos.

Ambos miramos nuestros penes juntos, mojados, mis manos acariciandolos son casi del mismo tamaño, la punta del mio llega a su base y viceversa.
Mi orgasmo llega primero y el enchastre caliente hace más resbaladizo todo. Mis sacudidas son fuertes, siento tanto placer que lloraría.
Segundos después el semen de Pablo se une al mío, dejando todo más mojado y caliente. En ese momento me trago todos sus gemidos y jadeos con mi boca. Lo beso, lo muerdo, mi lengua recorre su interior, no lo dejo respirar.

AtrapadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora