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Llevo 9 días viviendo aquí, puedo decir que la casa ya está lista, tiene todo lo básico y necesario para vivir bien y tranquilo.
Últimamente también estoy cocinando, o al menos intentando preparar algo comestible, y no he tirado nada a la basura aún.
Ya limpio y ordeno como un profesional, aprendí a usar la lavadora y la secadora, sino no tendría ya más ropa, aunque reconozco que los primeros días imaginé la posibilidad de simplemente comprar ropa cada vez que necesite en vez de lavar. Es ilógico ya lo sé. Y además amo mi ropa, tengo buen gusto, es cara y de buena calidad, seguramente muchas personas me verían como un nerd o un niñato rico, pero me vale.

Hace unos días atrás vi a Jonas cortar el césped en su casa, y si, aunque hace frío aún, por supuesto que estaba sin camisa dando todo un espectáculo al vecindario.
Algún otro vecino lo espiaría como lo hago yo?
Seguro que si, quien pasaría por alto todo eso?

Y como no se puede evitar, sin recurrir a extremos como tapar todo lo verde con cemento o simplemente no volver a abrir la puerta trasera jamás, mi césped también creció.
Básicamente mi patio trasero es una versión pequeña y cercada de una selva horrible.

Ahora, si yo fuera otro chico, normal, en este momento iría con una sonrisa a pedirle a mi vecino que me preste su cortadora de césped, pero como no lo soy, estoy sentado en el piso leyendo el manual de instrucciones de la cortadora que compré hace algunos días atrás.

Una vez leído el manual completo, la conecté a la corriente y después de suspirar mirando al cielo me coloque en posición y apreté el interruptor.
El sonido y la vibración me tomaron por sorpresa y casi tiro todo hacia adelante de manera muy peligrosa, pero reaccioné, inflé mi pecho y avancé hacia adelante sobre el pasto alto.
Definitivamente estoy cortando el pasto, es emocionante. Nunca me creí capaz de hacer algo así.

__pat!! Paaaat!!!

Los gritos me hacen apagar la cortadora y buscar el origen de la voz.

Es Jonas, apoyado en mi cerca mirándome con una sonrisa.

La alegría de ver su hermoso rostro se fue a la mierda al darme cuenta de que me dijo otro nombre.
Bajé la mirada a mis pies, decepcionado. Luego giré a mirarlo.

-necesitabas algo? Le dije sin acercarme.

__no, solo, me asombré de verte haciendo esto, no tienes pinta de haberlo hecho antes.

-oh
Que bien, resulta que ahora los prejuicios ya no se comentan a mi espalda sino que me los dicen en la cara.

Vuelvo a prender la cortadora y continúo haciendo mi trabajo ignorando a mi vecino entrometido.
Como pudo olvidar mi nombre? Tan insignificante soy?

Después de lo que sentí como una hora, me tomo un descanso para secar el sudor de mi rostro con mi camiseta y miro mi trabajo en el patio, para ser la primera vez, lo estoy haciendo re bien. Con una sonrisa giro para ir a buscar agua fría y lo que veo me deja muy quieto en mi lugar.

Jonas está sentado en una reposera colorida, que jamás hubiera comprado para mí casa, bebiendo una lata de cerveza que se ve súper helada desde aquí, con sus ojos fijos en su celular.

-que haces?
Le digo acercándome, ni siquiera me gasto en fingir una sonrisa. Me está molestando.

__vine a hacerte compañía, estoy aburrido.

-tu vives aburrido o qué?

__no, estaba aburrido ahora y vine a hacerte compañía.
Me repite extendiendo una lata para mi.

-no quiero gracias. Y no te di permiso para entrar aquí ni mucho menos de instalarte así, esa reposera es horrible.

__no seas mala onda pat

-me llamo Pablo. No sabes ni como me llamo y te sientes así de libre en mi casa?

__oh
Suena avergonzado pero su expresión no tiene ni una pizca de vergüenza.
__está bien, Paaablo. Continúa con tus cosas yo no molesto.
Vuelve sus ojos al celular y sigue haciendo lo que sea que hace.
Lo miro, miro mi casa, mi patio, pienso como debería actuar. Estoy empezando mi vida desde cero, descubriendome, pero eso no quiere decir que tengo que seguir permitiendole a la gente pasar por encima de mi. Por más que esté descubriendo mi vida, mi carácter ya es mío y debo hacerme respetar.

-Jonas
Lo llamo

Toco sus pies cruzados en el piso con una pequeña patada mía.

-Jonas.

__si Pablo?

-si te vas a quedar aquí, levántate y ponte a recoger el pasto, sino te vas de mi casa, porque no te invité a entrar y estoy ocupado.

__otra vez me pondrás a trabajar? Que vecino tan grosero
Habla poniéndose de pie con una sonrisa.

-el vecino grosero eres tu, es la segunda vez que entras sin permiso aquí. También lo haces cuando no estoy?

-yo que tú, comienzo a controlar la despensa y la heladera no crees?
Me dice, luego se quita la camiseta y  procede a atarla sobre su cabeza.
Me dedica un guiño y se encamina a buscar las cosas para recoger el pasto en unas bolsas negras.

-que rayos pasa con este muchacho?
Me pregunto confundido. No sé a qué se dedica, si vive solo, que edad tiene, por dios, me cambió el nombre y hace lo que quiere en mi casa.

Que debería hacer el nuevo Pablo? Pienso, mientras tomo un trago de la cerveza fría.
Aaa que rica, hacia un tiempo que no tomaba, papá me convidó varias veces y me gusta, es lo único que he bebido con alcohol.
Me siento un momento en su reposera horrible y lo miro barrer y hacer una montaña de pasto.
Como actuaría otro chico en mi lugar?

__de verdad vas a holgazanear así mientras hago todo el trabajo?
Me grita reprendiendome.

Y me río, genuinamente, me río fácil y sin pensarlo. Al parecer es divertido. Tomo otro trago y me pongo de pie.

__porqué no te sacas eso? Hace calor, el sol está fuerte.

Tiene razón, estoy todo transpirado, pero me da vergüenza. Toco mi nuca, como hago cada vez que estoy incómodo y me dió asco la humedad allí. Así que sin pensarlo nuevamente cruzo mis manos en el borde de mi camiseta y levanto.

Ya está, me lo quité, estoy con el torso desnudo frente al chico más sexy que vi en mi vida.

__guau, amigo, esos si que son abdominales
Me dice sorprendido
__quien lo hubiera dicho? Debajo de esa ropa horrible que usas

-tu ropa es horrible, no la mía.
Le digo rápidamente siguiéndole el juego.

AtrapadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora