AMYGDALA [Rick Grimes]

7

Al despertar todos, partimos hacia la cabaña.

— hola... — me saludó Maggie.

— hola, ¿cómo te sientes?

— triste, pero... estoy bien, la verdad jamás creí que algún día nos iríamos de ahí, bueno... cuando nos casáramos Beth y yo y nos fuéramos con nuestras familias, pero... ya sabes...

— sí, es difícil.

— lamento lo de Shane.

— lamento lo de Patricia y Jimmy. — sólo asintió con un semblante triste y se apresuró hasta quedar al paso de su hermana. Al menos aún se tienen y tienen a su padre.

— ¿sabes qué pasó con Aranza y Harold? — me preguntó Rick.

— los mordieron y se convirtieron, están encerrados en el sótano de su casa.

— lo lamento...

— descuida, no necesito que me tengan más lástima. — respondí, tratando de no sonar grosera.

— no te tengo lástima.

— creo que eres la persona que más lo tiene, se te nota, por lo del coma, por mis papás, por Shane... dudo mucho que no la tengas.

— no la tengo. — aseguró.

— haré como que te creo. — sonrió. — ¿todo bien con Lori? — negó serio.

— está molesta conmigo por matar a Shane, cuando ella fue la que me dijo que lo hiciera.

— aparte de meterse con mi hermano, ¿también quería matarlo y aún así se enoja contigo por hacerlo? — le pregunté molesta, de verdad no puedo creer el cinismo de esa mujer.

— sí, lo sé... yo tampoco la entiendo, tal vez son las hormonas del embarazo, quién sabe.

— es lo más seguro, cuando yo estaba embarazada solía cambiar mucho de humor por las hormonas, ¿lo recuerdas? — asintió con una sonrisa, pero no fue hasta unos segundos después que caí en cuenta que cada día estoy recuperando más y más mi memoria.

— a este paso, dentro de poco recuperarás toda tu memoria.

— ojalá. — dije también sonriendo, pero volví a sentir la mirada de alguien, volteé disimuladamente... no me equivocaba, era de Lori.

[...]

Después de varias horas llegamos a los suburbios, todos comenzamos a checar las casas por si encontrábamos algo que nos sirviera.

— ya está atardeciendo. — mencionó Rick. — y no es seguro ir por el bosque en la noche.

— ¿pasaremos aquí la noche? — le preguntó Carl y él asintió. — deja le aviso a mamá. — se alejó de nosotros.

— hay muy pocos caminantes, en todas las casas que hemos revisado no hay caminantes.

— esta es la que se ve más grande, pudiéramos quedarnos aquí. — propuse mirando la sala, había suficiente espacio para que todos durmiéramos ahí, Rick asintió y fue al baño.

— ¿decías? — me preguntó Daryl.

— sigue sin serlo. — respondí y salí de la casa, sentándome en las escaleras del pórtico. — Dios... si pudieras devolverme toda mi memoria, sería grandioso... — musité.

— ¿estás bien? — me preguntó el Sr. Greene asomándose.

— sí, estoy bien...

— no pareces estarlo. — se acercó a sentarse junto a mí. — ¿es por Shane? — negué.

— ¿le contaron algo sobre mí?

— sólo que eras la hermana de Shane.

— bueno... Según Rick y Shane, hace unos años tuve un accidente que me dejó en coma casi 10 años, tengo amnesia, poco a poco he estado recuperando mi memoria... pero es frustrante no recordar muchas cosas y también saber todo lo que me perdí... — suspiré exasperada.

— lamento escuchar eso... no dudo que sea frustrante, pero como suelen decir "el tiempo lo cura todo", llegará el día en el que recuperes tu memoria por completo y supongo que Rick y Lori podrán contarte todo lo que pasó en esos 10 años. — sonreí.

— sí, tiene razón, gracias. — sonrió devuelta. — ¿cómo se encuentra?

— creo que igual que tú, pero... por mi granja y mi familia, jamás creí que fuera a suceder algo así, gracias por salvar a mis hijas y a mí.

— agradézcale al resto del grupo, ellos los salvaron.

— tú también eres parte del grupo.

— sí... pero no me siento así... no aún. — sólo palmeó mi hombro, se levantó y volvió adentro.

Extraño a Shane, sin él... me siento sola.

[...]

Para el mediodía llegamos a la cabaña de mis padres, todos nos fuimos estableciendo en el lugar.

— supongo que ellos no visitaban tanto esta cabaña. — comenté mirando una foto colgada en la pared de la habitación de ellos.

— creo que no. — me apoyó Rick, en esa foto estaban mis padres, Shane, Rick con Carl en sus brazos y yo abrazándolos a ambos.

— quisiera recordar eso.

— lo harás con el tiempo. — me abrazó, sonreí ladinamente y lo abracé también, después de unos segundos me separé y quité la foto para sacarla del portarretratos. — ¿qué haces?

— Carl no debería ver esto.

— ¿por qué no?

— porque no sabe y no quiero que le suceda algo si se llega a enterar, sabes lo delicado que son estos temas para los niños.

— algún día lo tendrá que saber.

— pero ese día no será hoy o el tiempo que nos quedemos aquí, ¿okay? — asintió. — gracias, Rick. — besé su mejilla y salí de la habitación, doblando la foto y guardándola en mi bolsillo.

Narra omnisciente

El hombre mayor había escuchado aquella plática sin querer. Luego de que la mujer saliera de la habitación, él entró, encontrándose con un desbaratado Rick. En cuanto notó la presencia del granjero, secó sus lágrimas.

— ¿Angela y tú solían ser algo? — asintió.

— era mi esposa... y es la madre de Carl. — se acercó más a él y se sentó junto al sheriff. — ya no estoy tan seguro de lo que siento por Lori y lo que siento por Angie... — sonrió. — bueno... siempre la he amado, pero... es difícil, tal vez no debí rehacer mi vida, sólo quedarme con mi hijo y rezar porque llegara ese día. — se sinceró.

— no sabías lo que pasaría, no te culpes por rehacer tu vida, por volver a enamorarte y darle una mamá a Carl mientras su madre estaba entre la vida y la muerte, ni ella ni tú tenían el control de ese coma, seguramente ella lo entiende.

— lo hace... y eso es lo que me duele, no tiene tantos recuerdos y eso cambia su perspectiva, si fuera la misma Angie...

— pero no lo es.

— lo sé... — suspiró, ambos se levantaron y salieron de la habitación.

Para el anochecer, todos durmieron en el mismo lugar, la sala. El hombre ojiazul no dudó en acostarse junto a su ex esposa, mirándola con ternura y pensando el pasado que compartieron, deseando... rezando... para que todo eso Angie lo pudiera recuperar.

Pero no todo es miel sobre hojuelas, la vida no funciona así y sólo ese deseo quedaba en la imaginación del sheriff.