11

237 21 0
                                    

Me estaba dando ansias no saber nada de Rick, solo se metió con el hacha sin avisar ni decir algo, como si no le importara que una horda siguiera por allí.

— iré a buscar a Rick. — avisé dándole la niña a Beth.

— no. — Glenn me detuvo.

— puede que esté muerto.

— o puede que esté bien.

— ¿Y si no? ¿y si un caminante lo alcanzó? Necesito saber si está bien, los niños lo necesitan ahora que Lori ya no está.

— iré a buscar a Rick, no te preocupes ¿sí? Tú eres su tía, estarán bien contigo, sólo... tranquila ¿sí?

— Glenn, no puedo estar tranquila, no irás tú sólo, que T-Dog te acompañe. — me miró con mucha tristeza. — ¿qué?

— Carol y T-Dog están desaparecidos. — mis ojos se empañaron.

— ojalá estén bien, que estén escondidos.

— eso espero también. — suspiró. — iré a buscarlo, estaré bien. — asentí, sólo sonrió levemente y me abrazó.

— anda ya o iré contigo. — sonrió, tomó sus armas y se fue, Beth me devolvió a la niña y me fui con ella a mi celda. — lamento tanto lo que le pasó a tu mamá, pero no te preocupes princesa, tienes muchas personas que te van a cuidar y querer como una hermanita o una hija, también tienes a tu papá y a tu hermano. — suspiré sonriendo. — y también me tienes a mí, haré mi mayor esfuerzo. — besé su frentecita. — nunca los dejaré solos o desprotegidos a tu hermano y a ti, lo prometo.

— lo sé. — se asomó Carl desde la cama de arriba, logrando asustarme. — lo siento.

— descuida. — bajó y se sentó junto a mí, mirando a su hermanita. — ¿cómo te sientes por ser hermano mayor ahora?

— me siento bien, al fin no seré el más pequeño. — reí.

— cierto, ahora eres todo un hombrecito. — asintió. — bien... esta princesa debe tomar su siesta, te recomiendo que hagas lo mismo.

— pero no tengo sueño.

— tu cara no dice lo mismo, anda. — se quejó. — Carl...

— bien, pero si no duermo en la noche es tu culpa.

— asumiré la culpa. — besé su frente. — anda... — subió a su cama. — descansa.

— igualmente.

— ¿qué pasó, princesa? ¿tienes hambre? — le pregunté a la bebé al ver que quería llorar — tranquila, ya van a llegar Maggie y Daryl con tu leche. — salí de la celda para no molestar a Carl, pero mejor preferí salir al patio, ahí estaban Beth y Glenn juntando a los caminantes ya completamente muertos para después quemarlos. Me acerqué a Glenn. — ¿y Rick?

— está bien, está vivo, resguardado en una habitación, creo que donde hay un caldero.

— ahí murió Lori. — me miró triste. — gracias. — sólo asintió y me volví a alejar, mirando hacia el exterior de la prisión. — tu papá es un muy buen hombre, en este momento no está en sus cabales pero... con el paso del tiempo estará contigo, no lo dudes.

[...]

Para la noche la bebé lloraba mucho, no había nada que la tranquilizara, Carl me insistió mucho en querer cargarla hasta que cedí y dejé que la cargara.

— tranquila, ya llegarán la tía Maggie y el tío Daryl con tu leche. — le dije mientras Carl la arrullaba, caminando de un lado a otro. Llegaron ambos y Daryl le quitó la bebé a Carl mientras Beth y Maggie le preparaban el biberón.

— sh, sh, tranquila... tranquila... — Beth le dio el biberón y él se lo comenzó a dar a la bebé. — así cariño, ¿te gusta? — todos miramos tiernos la escena. — ¿ya tiene nombre? — le preguntó a Carl.

— no, aún no, pensaba en ponerle Amy, o Jacqui, Sophia, Patricia, Andrea, Carol o Lori, no lo sé. — todos se entristecieron, me imagino que eran mujeres del grupo o familia de algunos.

— ¿te gusta, pequeña patea traseros? — miró a todos divertido. — es buen nombre, ¿no? Pequeña patea traseros. — todos reímos a lo bajo mientras él le seguía dando de comer a la bebé.

— ¿te interesa Daryl? — me preguntó Maggie con una sonrisa pícara.

— ¿qué? No, sólo... se ve tierno con la niña, eso es todo. — respondí. — ¿por qué?

— tu mirada. — me sonroje, pero él no me interesa, nadie me interesa.

Pasó un rato y Daryl terminó de darle el biberón a la bebé y siguió caminando, dando vueltas al pabellón.

— ¿te gustan los bebés? — le pregunté y asintió. — ¿tenías? — negué.

— nunca tuve hijos, pero sí llegué a cuidar a varios niños de mi cuadra por dinero. — confesó. — ¿y tú?

— sí, tuve uno, ahora debería tener 11 años.

— lamento tu pérdida.

— gracias. — dije mirando disimuladamente a mi hijo a lo lejos. — ya es muy noche, esta princesa patea traseros debe descansar. — me la dio, ya estaba dormida. — buenas noches. — sólo asintió. — Carl... — le hablé y me miró. — a dormir.

— pero...

— pero nada, ya es noche, y es mejor ahora porque tu hermana nos va a estar despertando toda la madrugada, ¿sí? — asintió, entró a la celda y lo seguí. — descansa, querido. — besé su frente, subió a su cama y luego coloqué a su hermana en su cuna improvisada, una caja con mantas.

— buenas noches, Angie. — dijo Carl y se volteó hacia la pared. Me acosté en mi cama y traté de dormir hasta que por fin lo logré.

Aunque cómo lo predije, la bebé nos estuvo despertando toda la noche.

A la mañana, todos nos dirigimos al comedor para desayunar.

— ¿y mi papá? ¿todavía no ha vuelto? — preguntó Carl y miré a Daryl y a Glenn.

— lo buscaremos, no te preocupes. — le respondió Glenn. — Angie... — me acerqué a él con la niña cargada, dándole su biberón.

— ¿qué pasa? — nos alejamos de todos.

— encontramos a T-Dog. — sonreí, pero su cara aún se veía seria y a la vez abatida, mi sonrisa desapareció tan rápido como había aparecido.

— no me digas que... — asintió. — ¿encontraron su cuerpo?

— los restos de su cuerpo. — aclaró.

— ¿y Carol?

— aún no la encontramos, el único rastro de ella es su bufanda.

— que Dios la cuide y que siga viva. — pedí. — debe estar bien. — dije aguantando las lágrimas. — y Rick también.

— él está bien. — sólo volví a la mesa junto a Carl y los Greene.

Ojalá ambos estén bien. Que sigan vivos.

AMYGDALA [Rick Grimes]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora