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Noté lo preocupado que se veía Carl, lloraba, se notaba el enorme miedo que tenía.

— ¿mamá? mírame, no cierres los ojos. — ella sólo me miró.

— tenemos que llevarte con Hershel. — le dije. — y debe ser rápido.

— no sobreviviré...

— Lori, con tanta sangre no creo que estés dilatada, por mucho que pujes, no lo lograrás.

— sé lo que significa y no perderé al bebé, tienes que abrirme. — negué.

— no puedo.

— no tienes opción.

— buscaré ayuda. — se levantó Carl.

— ¡no! — ambas le gritamos, volvió y se sentó a su lado.

— Carol es la que practicó, a Maggie sólo le enseñó los pasos, yo no sé nada de cesáreas, si...

— Angie, por favor. — dijo interrumpiéndome, las lágrimas comenzaron a caer por mis mejillas, al igual que ellos.

— no tengo anestesia ni equipo...

— Carl tiene un cuchillo.

— no sobrevivirás. — volví a aclararle, tratando de que entrara en razón, no puedo hacerlo.

— mi bebé tiene que sobrevivir, por favor, mi bebé, por todos, ¡por favor Angie! — negué, no podría ser la que le hiciera eso a Lori.

— Lori... — volví a hablarle.

— Carl, no quiero que tengas miedo, ¿sí? es lo que quiero, es lo correcto, cuida a tu papá por mí y a tu hermano o hermana... y hazle caso a todo lo que te diga Angie, ¿okay? — Carl asintió.

— no tienes que hacerlo.

— vas a estar bien, vas a vencer a este mundo, lo sé, eres inteligente, fuerte y muy valiente, te amo.

— yo también.

— prométeme que siempre harás lo correcto, es fácil hacer las cosas mal en este mundo, así que no... así que no... si no te parece correcto, no lo hagas, ¿está claro? si te parece fácil, no lo hagas, no dejes que el mundo te arruine, eres muy bueno. — le secó las lágrimas a Carl y le acarició la mejilla. — eres mi dulce hijo, eres mi mejor obra y te quiero. — lo abrazó, no podía dejar de llorar. — eres mi hijo dulce, te amo... está bien... — se separó de él — Angie, acércate. — me acerqué a ella. — cuídalo mucho, es tu hijo así que no me voy con pendiente, también cuida de mi bebé como si fuera tuyo.

— lo haré, no te preocupes por eso. — respondí y sonrió.

— una cosa más... cuida mucho a Rick, recupera a tu familia, te necesitan y tú a ellos, al fin sé feliz ¿sí? — asentí y la abracé, ella igual a mí y besó mi mejilla. — gracias Angie. — me separé de ella y se me escaparon unas lágrimas. — muchas gracias Angie, te quiero mucho. — asentí.

— también te quiero mucho.

— cuando esto termine, tendrás que... — la callé, no quería escuchar que dijera eso. — tienes que hacerlo, no puede ser Rick, bien... — Carl sacó el cuchillo y me lo dio. — buenas noches, amor.

— lo siento... — susurré abriéndola y Lori dio su último grito.

— ¡No! ¡¿Qué haces?!

— Carl, necesito ayuda. — él sólo miraba fijamente a Lori. — ¡Carl! — salió del trance. — sujeta aquí. — siguió mi indicación y volví a cortar y cortar hasta ver el saco amniótico con el bebé. — no se si es una pierna o un brazo, lo voy a sacar. — volví a cortar, con miedo de lastimar al bebé, pero por suerte eso no pasó y logré sacar al bebé. — a ver... — volví a tomar el cuchillo y corté el cordón umbilical, volteé a la bebé para darle pequeños golpes en la espalda y ambos pudimos respirar aliviados cuando la bebé comenzó a llorar.

— hay que irnos. — le dije a Carl.

— pero ella... — me miró suplicante.

— no, Carl, no puedes, yo lo haré.

— es mi mamá, debo hacerlo. — negué. — no estoy pidiendo permiso. — sacó su arma, traté de tomarlo del brazo pero se me escapó.

— ¡Carl! — escuché el disparo, me sobresalté y la bebé comenzó a llorar, Carl pasó a nuestro lado con una mirada fría y salió sin importarle si había atraído a más caminantes. — Carl... — le hablé pero me ignoró, tan solo me aseguré de que tanto la niña como él llegaran a la puerta sanos y a salvos. Abrió la puerta y los tres salimos, Maggie se acercó a mí y me abrazó, haciendo que me volviera a soltar a llorar.

— ¿Dón...? — no terminó de preguntar cuando trató de entrar y Maggie lo detuvo.

— no, Rick, no...

— ¿ella...? — asentí y se acercó a Carl. — oh no...— se soltó a llorar y se dejó caer en el suelo.

Sabía que algo así pasaría y lo sabía por el miedo inmenso que Lori le tenía al parto y estar lejos de Hershel y Carol en ese momento, tal como pasó, al menos esperaba que Maggie estuviera a su lado pero el destino no quiso que así fuera y ahora Rick se debe de estar arrepintiendo de las idioteces que ha hecho a lo largo de estos meses.

Ahora, lo más importante en este momento es la bebé, la pequeña y preciosa niña de Lori.

Me acerqué a Hershel para que la revisara.

— la bebé está sana, está bien, pero sin leche no sobrevivirá mucho.

— entonces hay que salir a conseguirla, nadie más puede morir hoy. — dijo Daryl.

— ¿puedo ir contigo? — le pedí.

— no, quédate con Carl y la niña, sería mejor que yo vaya con él, estuve revisando mapas y lugares cerca de aquí, puede que sea más rápido encontrar leche y pañales. — comentó Maggie y Daryl aceptó.

— voy con ustedes. — se ofreció Glenn también.

— bien, ustedes vayan mientras nosotros cuidamos de ella. — asintieron.

— claro, Beth... — le habló y se alejaron, volteé a ver a Rick y a Carl.

— ¡Rick, no! — grité al ver que tomó el hacha y se metió corriendo.

— también sería mejor que cuidaran a Rick.

— descuida, eso haremos. — se fueron, pero no mucho después volvió Glenn.

— se fueron en la moto, yo estaba de más. — explicó.

— entonces... ¿quién se hará cargo? — preguntó Beth.

— tú puedes hacerte cargo. — le dijo Hershel a Glenn.

— es... ¿en serio cree que es una buena idea?

— sí... — me acerqué a Carl.

— Carl, ¿necesitas algo? ¿Agua?

— ¿Puedo cargar a mi hermanita?

— claro, cuidado con su cabecita. — la cargó, se ve tan tierno con la niña en sus brazos.

— entonces.. ¿Glenn es el líder? — pregunté, la mayoría asintieron, pero Glenn los miró inseguro.

— lo harás bien, sé que serías un buen líder. — lo traté de animar.

— será mejor entrar. — todos entramos y cada quien se fue a su celda, menos los niños, ambos se quedaron conmigo.

AMYGDALA [Rick Grimes]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora