Capítulo 23

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—¿Por qué venimos? — Preguntó Hwang mientras veía a la rubia y el castaño caminar frente a él, y ambos sintieron

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—¿Por qué venimos? — Preguntó Hwang mientras veía a la rubia y el castaño caminar frente a él, y ambos sintieron. —Pregunté por qué.

—Porque Changbin invitó a Felix y si alguien invita a Yongbok, nosotros como buenos parásitos tenemos que ir para hacernos más populares y conquistar más chicos. — Bromeó, pero Yongbok volteó a verla con el ceño fruncido, y Sunmi bromeó. —Bueno, porque ni Hyunjin ni yo tenemos novio, tú sí.

—Espera, ¿novios? — Hyunjin corrió hacia él, y Felix asintió, no muy contento, y el pelinegro asintió, suspirando. —Felicidades.

El más alto comenzó a caminar de una manera lenta, con lágrimas en sus ojos y pateando cualquier cosa que se cruzara en su camino. Se sentía inútil, completamente inútil, porque ni le pudo dar el lienzo, ni pudo hacerle algo de comer o tocarle la canción, se sentía estúpido, inútil, e incompetente, y eso era.

Levantó su mirada, encontrándose con la casa y entró detrás de los otros, saludando a uno que otro conocido.

Felix tampoco estaba tan feliz. Hwang no le había vuelto a decir nada y había comenzado a pasar más tiempo con Sunmi, por lo que supuso que le iba a decir que le gustaba la rubia. Con su corazón roto porque sus sentimientos no fueron correspondidos por segunda vez, buscó a Changbin porque había escuchado que un clavo saca otro clavo, aunque no era así.

El que el castaño se haya entregado de una manera fácil hizo que Changbin se preguntara qué había pasado entre los dos amigos, pero no le preguntó nada más y disfrutó el, ahora, delgado cuerpo de la otra.

Lo vio y le pidió que se sentara a su lado, besándolo al instante, y Hyunjin soltó una lágrima.

Qué fácil sería todo si tan solo hablaran, aunque ninguna conocía sus verdaderos sentimientos.

Sunmi abrazó a Hyunjin, dándole una botella de alcohol, pero este la rechazó y subió, buscando algún cuarto para meterse y llorar en él porque realmente no tenía muchas ganas de estar en la fiesta.

Entró azotando la puerta, pero después verificó que no hizo algún mal en el cuarto ajeno. Segundos después vio a Sunmi entrar, sonriendo tímida.

—Perdón, pensé que ya sabías.

—No sé por qué no me dijo. — Llevó sus dedos a sus ojos y limpió las lágrimas que habían comenzado a brotar, pero no impidió que siguiera bajando.

—Siento que morí. — Relamió sus labios, tragó saliva, y volteó a verla. —No siento nada, no siento el brazo izquierdo, Sunmi, no me siento con vida.

—Hey, hey, no digas eso. — Lo abrazó, haciendo que hunda su cara en el hueco de su hombro y cuello, y comenzó a acariciar su cabeza. —Si quieres lo convenzo de que termine con él o sedamos a Changbin y mando al payaso a que-

—No, por favor, no me trates de animar... déjame en este silencio. — Apretó la camisa, comenzando a sollozar. —¿Por qué todo es tan difícil para mí?

—No lo sé. — Respondió, aunque el mayor le había pedido silencio para después separarse de ella. —¿Sabes qué? Ve y bésalo en ese instante, o besa a alguien más, dicen que un clavo saca otro clavo y aunque no tenga razón por lo menos tendrás a alguien a quien meterle algo.

—¿Un clavo saca otro clavo? — Preguntó mirándola, y después su vista bajó a sus labios.

Hwang algunas veces no pensaba en nada, no pensaba en las consecuencias que tendría algo, sus acciones o sus palabras, aunque él sabía que era un ser pensante y con razonamiento, muchas veces no lo utilizaba para nada y hacía las cosas de manera rápida, estúpida, pero eficaz.

Pero no sabía que se encontraría besando a Sunmi en esa cama.

La rubia frunció el ceño, pensando que eso estaba mal. A ella no le gustaba de una manera romántica Hwang, pero no negaba que se sentía atraída a él. Solamente alzó sus hombros mientras aceptaba el beso y se hacía levemente para atrás, dejándole entrar entre sus piernas.

Hyunjin llevó sus manos a la cintura de la menor, y las metió bajo su camisa, sintiendo su cálida piel.

Recordó la primera vez que lo hizo con Felix, pero frunció su ceño mientras llevaba su agresiva mano al pantalón de la contraria, queriéndoselo quitar, pero rompiéndolo en el proceso, asustándola.

Un clavo sacaba otro clavo. Dicho que igual había usado Felix, que en ese momento estaba buscando a su mejor amigo para tenerla a su vista, ya que se sentía mal mientras no estuviera él, pero no lo encontró.

Y no quiso entrar a la habitación donde se escuchaban varios ruidos, suspiros, y puede que un cuadro caer al suelo.

Sunmi vio como el pelinegro sacaba un preservativo de su bolso, lo envolvía en su falo, y la miró. Hyunjin no tenía sus ojos color miel naturales, tenía sus ojos oscuros, llenos de dolor y puede que de furia porque el trato que estaba recibiendo no era el más cuidadoso ni sedoso.

Pero no negaba que era lo que le gustaba.

Gimió alto cuando la levantó y la pegó a la puerta, y Felix semi-gritó al escuchar la puerta ser azotada. Iba a entrar para ayudar a cualquiera que estuviera recibiendo tal trato, pero escuchó la voz de su amigo, y la de Sunmi jadeante.

—No voy a ser atento, ni suave, y sé que te dolerá, ¿quieres parar? — Llevó sus manos a su rostro para evitar lanzar un quejido, y Yongbok se acercó más a la puerta para asegurarse que eran sus amigos.

—Hyunjin, a mí me gusta rudo, si escuchas un 'para, lento' no me hagas caso, haz lo que quieras. — Y gemidos, golpes a la puerta y puede que gritos fue lo que comenzó a llenar esa habitación mientras Felix solo se deslizaba de manera suave por la puerta, sollozando en silencio mientras escuchaba a su mejor amigo tener sexo con alguien más, y ahí, él igual se sintió inútil.

Nada de esto hubiera pasado si aquella vez que tuvo sexo con Hyunjin después de la discusión hubiera aceptado sus sentimientos.

Ahora, mientras escuchaba los gemidos, casi gritos de la rubia, los gruñidos de Hyunjin, y sus silenciosos sollozos que aguantaba por su mano.

Si tan solo lo hubiera admitido él primero. Si hubiera hablado con Hyunjin, pero recordó.

El 'hubiera' no existe, así que ahora se dispuso a disfrutar del dolor que sentía su corazón, a llorar cada vez más fuerte, pero al mismo tiempo silencioso, y sentirse morir.

Tanto así le gustaba Hyunjin, pero nunca lo admitió.

Tanto así le gustaba Hyunjin, pero nunca lo admitió

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Lo prometido es deuda.
Lloré adaptando este capítulo y encima lo tuve que hacer dos veces. Aún tengo el nudo en la garganta.
Estoy sufriendo. 😭
Cambiando tema y pasar a algo más feliz, tengo muchas nuevas adaptaciones elegidas que seguro les gustan.
Además, ya que termine "Voicemail" voy a empezar con alguna nueva, en total tengo 9, así que me van a tener para rato SJSJSJS.
Hasta los 800 votos no actualizo.
No se olviden de votar.

-Miss 💋💋💋

𝗗𝗶𝗲𝘁 𝗢𝗳 𝗦𝗲𝘅 - 𝗛𝘆𝘂𝗻𝗹𝗶𝘅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora