Capítulo 24

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—¿Qué haces? Hoy tenías que ir a la panadería

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—¿Qué haces? Hoy tenías que ir a la panadería. — Felix no le dirigió ni la mirada, así que Hyunjin solo levantó más el paraguas, no dejando que su menor se moje por la lluvia que había comenzado a caer. Apretó sus dientes.

—Tu mamá me dijo que necesitaba darme algo, aparte, te ibas a resfriar. —- El castaño se sonrojó por el cuidado, y se metió un poco más para cubrirse, pero también para tocar un poco más a Hyunjin, haciendo sus hombros chocar mientras caminaban.

—Así que, Changbin, ¿por qué no me contaste eso? Sería un gran avance... — Fue el avance, mejor dicho. "Porque mi corazón no estaba listo." Felix se sintió estúpido al pensar eso, aunque era así. —No lo sé, no lo pensé mucho, todo pasó muy rápido. — Pateó un charco, haciendo un puchero. —Él me lo pidió, le dije que sí, y lo hicimos. — Y dos corazones se rompieron un poco más ante la confesión.

—Y tú y Sunmi, ¿hum? Hacen li-linda pareja. — Arrugó su nariz después de decirlo, y pensó que el paraguas estaba roto porque sintió humedad en sus mejillas hasta que se dio cuenta de que estaba llorando. Estaba llorando por recordar lo que había escuchado el sábado, dolido. Tragó saliva mientras caminaba al lado de su amigo. No recibió respuesta, así que pensó que estaba en lo correcto, solo que segundos después habló.

—Qué gracioso... nos estamos emparejando con las perso-

Un beso en sus labios lo interrumpió, una mano apretando en su muñeca, justo la mano que tenía el paraguas, y Hyunjin solo aceptó el beso, sujetando la nuca del otro, conllevando que tirara el paraguas al suelo y que ellos dos estuvieran compartiendo un beso bajo la lluvia, mojando sus cuerpos. Se iban a resfriar, y tal vez iban a terminar con sus corazones más rotos que de lo que estaban ahora, pero ambos siguieron besándose mientras Felix lloraba, tratando de ignorar los latidos de su corazón que se volvió a sentir vivo.

Él no sabía por qué estaba haciendo eso, pero ya tenía algo claro. Le gustaba de su mejor amigo y Changbin solamente era algo para justificarse, para buscar a alguien, una excusa que tenía para hacer que su corazón se concentrara en alguien más que no fuera él, y no sabía por qué había pasado eso. Tal vez fue después del carro, cuando sintió que Hyunjin había comenzado a ser más tierno y atento con él, consintiéndolo más, sonriéndole más, enamorándolo. Todo era su culpa y no tenía ni idea de eso, porque no sabía que él había caído.

Presionó más sus brazos en la nuca contraria, frunció el ceño, y suspiró, separándose del beso. —Mamá no llega a esta hora y tengo la casa sola.

Hyunjin tomó la mano de Felix, subió el paraguas, aunque ya no hacía falta, y corrieron a esa casa. En cuanto el menor metió la llave, el castaño lo empujó dentro, él mismo cerró la casa, y comenzó a besar al pelinegro, dirigiéndose a su habitación, y comenzaron a quitarse su ropa que en ese momento estaba empapada, mojando el suelo.

El pelinegro lo vio, vio sus pechos, notando un hematoma en ellos, un chupetón que él no había hecho, así que dirigió sus labios a la herida y comenzó a succionar, haciendo él una nueva. Hizo eso repetidas veces en el cuello, abdomen, y muslos del opuesto, deseando que nadie más marcara su piel.

𝗗𝗶𝗲𝘁 𝗢𝗳 𝗦𝗲𝘅 - 𝗛𝘆𝘂𝗻𝗹𝗶𝘅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora