Capitulo 02.

90 6 11
                                    

Wanyin platicaba recostado en el saco de dormir que les había prestado un vecino y amigo de Wei Wuxian, Nie Huaisang, mientras Wei Wuxian se lavaba los dientes en el baño que estaba dentro de la recamara.

Después de dejar a Wen Qing, Wanyin había decidido volver al departamento para esperar a su amigo, y contarle todo lo que le había pasado en su intento de buscar un trabajo.

Wanyin explico con lujo de detalle toda su travesía hasta encontrar a Wen Qing, por lo que ahora se limitaban a dar su opinión sobre lo que pasaría con el de ahora en adelante. Si sus padres no lo encontraban, podría hacer su vida.

−Con mi primer sueldo compraré un celular, así nos comunicaremos más seguido− dijo Wanyin mirando hacia el techo, luego alzo su mano para alcanzar el celular de Wuxian que descansaba en el buro.

−Me parece bien. Me preocupa que andes por ahí sin comunicación, podría pasar algo y no lo sabría− Wuxian enjuago el cepillo y lo guardo. Paso entonces una toalla por su cuello y salió del baño para después frotarse la cabeza con ella −¿Qué haces?−

−¿Quién es este chico?− Wanyin le mostro el celular desde su sitio en el piso −Tienes la galería llena de...−

−¡Dámelo! ¡No es nadie! Un simple tipo de la Universidad−

−¿Es un maestro?− Wanyin volvió a mirarlo, para ese momento Wuxian ya se había lanzado sobre el para quitarle el aparato.

−¡Si, de danza!− se lo quito.

−Pero tu estudias música, ¿acaso él te gusta?− Wanyin mostro una sonrisa y miro a su amigo con picardía.

Jamás, en el tiempo que tenia de conocer a Wuxian, le había hablado de otro chico.

El, en cambio, le había contado todo lo referente a Wen Xu, aquel joven empresario que había visto algunas ocasiones en su pueblo natal. Desde el primer momento el corazón de Wanyin latió por él, lo seguía cuando tenía la oportunidad, y en uno de esos momentos, cruzaron algunas palabras. Wanyin estaba consciente de que Wen Xu no lo recordaría si se volvieran a encontrar, pero aun así no podía olvidarlo, ¿Qué estaría haciendo ahora?

−No...− Wanyin arqueó una ceja −Bueno, me parece atractivo−

−Se ve muy joven−

−¡Lo es! ¡Solo tiene 24 años! Meng Yao dice que es un genio− Wuxian pareció perdido por unos segundos, pero luego agrego −Como sea, no tomes mi celular sin permiso−

−Tengo el síndrome del curioso. Tú tienes la culpa por no ponerle contraseña− Wuxian le saco la lengua −¿Y cómo se llama tu guapo profesor?−

−Lan Wangji− Wuxian se tiro en la cama. Esa sería la primera vez que hablaría con alguien más acerca de sus sentimientos por parte de aquel nuevo profesor de danza que había encontrado por accidente en su Universidad.

*-*

Se sonrió al espejo con confianza. Faltaba poco más de media hora para el encuentro, pero Wanyin ya estaba listo. Esa mañana despidió a Wuxian y este lo animo deseándole la mejor de las suertes, que claro, Wanyin siempre tenía a su lado.

−Muy bien, estoy listo− dijo echándose un poco de perfume. Tomando las llaves de la casa, cerro bien y salió.

Debía admitir que se sentía un poco nervioso. Wen Qing había descrito a su hermano como una persona inmadura y le creía, después de todo los escucho pelear y vio como un osito de peluche atravesó la puerta y se estrelló en la pared, ¿Cómo había hecho eso? Se suponía que no podía ver ¿Fue simple intuición? Necesitaba conocerlo para aclarar unas cuantas dudas.

Los ojos del almaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora