Wanyin no quiso indagar mucho en aquella respuesta dada por Xichen, y tampoco le pregunto a Wen Qing, quien finalmente se marchó el domingo de vuelta a Hopefield donde trabajaría el 24 y regresaría ese mismo lunes por la tarde para celebrar navidad con ellos.
Xichen se mantuvo más distancia que de costumbre, tomo sus comidas en su habitación y paso su tiempo en compañía de las notas de su teclado, melodías bastante tristes para una celebración tan importante como la navidad.
Ese lunes, Wanyin ya se encontraba enfrascado con los preparativos para la cena. Mingjue los acompañaría esa noche después de volver de su turno en el hospital y Wen Qing volvería a eso de las seis de la tarde. Estaba solo en eso, Xichen no se había manifestado luego del desayunó, y aunque eran pocas personas quienes comerían en la cena de navidad, se sentía presionado, pues nunca había hecho eso solo.
Cuando sacaba el pastel del horno escucho el timbre sonar dos veces. A-Cheng se apresuró a abrir encontrando del otro lado a Wen Ning.
No otra vez...
Wanyin miro rápidamente hacia el pasillo esperando que Xichen no apareciera en cualquier momento.
−Hola, Wen Ning, ¿En qué puedo ayudarte?−
−No me quedare mucho tiempo, Wanyin. Celebrare navidad con mis amigos y me están esperando afuera. Yo quiero pedirte un favor, cada año compro un obsequio para Xichen en modo de disculpa, él jamás los acepta, pero me gustaría que tu pudieras dárselo, no le digas quien lo envía, solo eso. Por favor−
Wen Ning parecia realmente arrepentido, y se sentía mal por él. Entendía que Xichen no quisiera hablarle, pero no podía seguir así.
−Antes de que cometiera aquel error, Xichen y yo éramos amigos. Pero cometí la tontería de fijarme en su novia, no me di cuenta de la clase de persona que era, y al igual que Xichen, caí en su juego− comento sin dejar de mirar el paquetito en sus manos −No puedo cambiar el pasado, pero intento recuperar las amistades que perdí, a Wen Qing y a Xichen−
Wanyin tomo el paquete de sus manos, después asintió no muy convencido.
−Está bien, no le diré que es de tu parte−
−Gracias, Wanyin. Feliz navidad−
−Feliz navidad, Wen Ning−
Después de despedirse cerró la puerta. Dio un suspiro y camino para dejar el paquete sobre su cama. Wen Ning era sincero, lo había visto, su aura no era turbia ni parecia tener pensamientos negativos o de odio, el regalo para Xichen era una muestra más de arrepentimiento.
−Necesito arreglar todo esto. Xichen no puede seguir aislándose de todos. Hare que recupere su amistad con Wen Ning, que se inscriba en la Universidad, que salga a la calle sin el temor de pensar que la gente siente lastima; Xichen necesita una vida feliz, y alguien a quien amar− asintió −Si, debe confiar en el amor otra vez, pero aquí encerrado no le lloverán mujeres, precisamente. Dime Wen Xu... ¿Qué puedo hacer?−
*-*
Wuxian solo había tenido una clase ese día, así que después de regresar de la Universidad se había ofrecido para ayudar a su mamá con la venta de pasteles. Muchas parejas acostumbraban a pasar navidad solos, comparan un bonito pastel y disfrutarlo juntos, y personas como el, que no tenían pareja, solía pasar la velada con su familia.
A-Xian no pudo evitar pensar en lo que estaría haciendo su querido profesor de danza, que, aunque no era su maestro, estaba mil veces más al pendiente de lo que hacía en el día, que de sus mismas clases. Muchas veces buscaba inspiración de aquellos nuevos sentimientos, así es como creaba sus canciones y se avergonzaba al pensar que diría él si se enteraba de que lo tomaba de musa.
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Los ojos del alma
FanfictionLan Xichen vive encerrado en su propia oscuridad, con el corazón hecho añicos y sin poder ver los colores del mundo. Jiang Wanyin irradia luz, expone sonrisas y deslumbra a todos con sus vivaces colores. Lan Xichen vive sin la motivación de seguir a...