Wen Qing sonrió, era una agradable sorpresa ver a su hermano tan abierto con otra persona, aunque parecía solo estar enojado era mucho más que eso, porque Xichen ignoraba a las personas con las cuales no se sentía cómodo o quería evitar, pero con Wanyin era todo lo contrario. Manifestaba su descontento de una forma más "amena" e interactuaba con él, no necesitaba más pruebas para saber que había hecho lo correcto en dejar que Wanyin cuidara de él. A-Cheng le había parecido de confianza desde el primer momento que lo vio.
Dio un paso atrás dispuesta a cerrar la puerta, pero esta dejo salir un chirrido que la delato. Wanyin dejo de reír y su hermano quito sus manos de ambas muñecas del joven a su lado.
Wen Qing se apresuró a hablar.
−Xichen− Wanyin se apartó dejando de pellizcar y se sentó en la cama con cierta pena −¿Wanyin ya te lo dijo? Quisiera visitar a Mingjue más tarde, ¿Quieres venir conmigo?− El castaño no tuvo que pensarlo mucho.
−No, ustedes tienen mucho de qué hablar. Yo tengo sueño− respondió sentándose también en la cama. Su brazo rozo con el de Wanyin, fue entonces que se dio cuenta de que el joven todavía permanecía a su lado.
−Está bien− la mirada de Wen Qing se dirigió a Wanyin −Cuídalo, Wanyin. Y, por cierto, si quieres ganarle, las cosquillas también son efectivas−
Le sonrió guiñándole un ojo y cerró la puerta dejándolos solos. Wanyin se tomó un momento para mirar a Xichen, el chico se tocó una mejilla sobándose con su mano derecha, verlo así de tranquilo y con el ceño fruncido le pareció de lo más adorable; podría pasar por un joven lindo de no ser porque conocía su carácter.
−¿Aun sigues aquí?− le reclamo.
−¿Con que cosquillas, ¿eh? Interesante−
−No te atrevas− amenazo. Wanyin comenzó a reír.
−Ya, ya, no hare nada de eso, por ahora...− murmuro lo último, pero lo escucho.
−Sal−
−Ya voy− camino hacia la puerta −Vendré por ti más tarde, saldré a comprar los regalos como te dije, y si comienzas otro más de tus dramas prepárate para una sesión de cosquillas efectuada por mis diestras manos−
Cuando abandono la habitación no pudo evitar soltar alguna que otra risita, el color de Xichen seguía siendo oscuro, un gris diferente, podía darse cuenta de que ese mismo gris se iba aclarando en su alma.
Wanyin sabía que debía cumplir su amenaza en dado caso de que el testarudo chico se empecinara y desobedeciera como acostumbraba, pero esperaba contar con la mejor de las suertes para que el castaño accediera con facilidad. Pensando en ello llego a la cocino donde Wen Qing ya había terminado con la comida.
La mirada que la joven le dedico al verlo fue bastante confusa, ¿Por qué estaba tan alegre?
−¿Te ayudo a poner la mesa?− se ofreció Wanyin.−Seria grandioso− Wanyin no pasó desapercibida la sonrisa que adornaba el rostro de Wen Qing desde hacía minutos, ¿Tan feliz estaba por ver a Mingjue? −Hoy cumples una semana de estar viviendo aquí, te daré tu paga antes de salir con Mingjue−
−Oh, gracias, aunque si lo necesitas...−
−Estoy bien, Wanyin. No te preocupes, además, será navidad pronto. Tal vez quieras comprar un regalo para alguien en especial. Tampoco me molestaría si quisieras pasar ese día con amigos o familiares−
−No, mis padres no volverán y mis amigos ya tienen planes, quisiera quedarme a pasar navidad con ustedes− Wen Qing asintió feliz por su respuesta, tener a otra persona más esa navidad significaba mucho, ahora no solo sería ella, su hermano y Mingjue, sino también Wanyin.
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Los ojos del alma
FanfictionLan Xichen vive encerrado en su propia oscuridad, con el corazón hecho añicos y sin poder ver los colores del mundo. Jiang Wanyin irradia luz, expone sonrisas y deslumbra a todos con sus vivaces colores. Lan Xichen vive sin la motivación de seguir a...