Convencer a Xichen de salir había sido mas difícil de lo que esperaba. El joven se había encerrado en su baño por mas de una hora alegando con Wanyin acerca de la lastima de las personas, o la burla de otras, y aunque Xichen sabia que no podía ver sus caras de lastima o burla, no quería ser motivo de entretención para nadie.
−¡Nadie va a prestarte atención! ¡Todos tienen vidas ocupadas!− le decía Wanyin desde e otro lado de la puerta, pero el castaño respondía con un silencio absoluto.
Pero Wanyin era fuerte y perseverancia, no se movió de la habitación, y luego de un rato que no se escucho mas que el sonido que hacían los vecinos del piso de arriba, Xichen abrió la puerta del baño para descubrir que Wanyin había permanecido sentado en el piso, recargado en la puerta del baño esperando a que saliera, ¿Qué como lo supo? Lo golpeo con la puerta al abrir.
−Al fin, dormir al menos media hora aquí abajo− le había dicho, cosa que lo hizo enojar.
−No voy a ir−
−No puedo dejarte solo, se lo prometí a tu hermana. Ahora mueve toda tu amargura conmigo hasta el mercado− lo tomo de la mano e intento arrastrarlo consigo, pero apenas logro moverlo −Por favor, Xichen. Tu gato hace mas caso que tu. Incluso un niñito de dos años obedece ordenes−
−No soy un niñito−
−Entonces demuéstralo − lo reto.
Después de aquella discusión, Wanyin caminaba por la calle fuera el edificio con una sonrisa de triunfo. Había logrado que Xichen saliera del departamento.
Los pocos segundos en el ascensor fueron bastante incomodos porque le castaño no había dejado de apretar su mano, e invadió su espacio personal cuando una señora subió en el piso cinco, jamás había estado así de cerca con un chico, ni siquiera con Wuxian, lo cual había provocado un ligero sonrojo.
Xichen estaba tomando muchas de sus primeras veces.
Mientras caminaban por las calles, Wanyin pudo percatarse de una cosa. Muchas personas los ignoraban, pero algunas otras se detenías para verlos pasar, parecían conocer a Xichen y les sorprendía verlo después de tanto tiempo.Supuso entonces que después del accidente apenas lo habían visto, pues el castaño se había encerrado para no salir ni saludar, ¿Aqui había terminado su ultimo año de escuela?
Wanyin se vio obligado a soltar la mano de Xichen cuando una niña se atravesó con su triciclo. El castaño dio un paso hacia atrás y alzo su brazo, buscando con su mano la suya. El verde el rostro cubierto por el miedo le hizo entender cuan vulnerable era, Xichen estaba aterrado en medio de tanta gente a su alrededor, y aunque no podía verlas, sabia que estaban ahí guiándose por el sonido que era como sus ojos.
−Estoy aquí− le dijo para después tomar su mano, la cual Xichen apretó enseguida.
−¡No me sueltes, te lo dije!−
−Lo siento, no voy a saltarte. Ven, ya casi llegamos−
Siguieron avanzando hasta el mercado, al cual llegaron en poco mas de cinco minutos.
Como era de esperarse había bastantes personas, muchas haciendo exactamente lo que Wanyin planeaba, comprar la comida para celebrar la navidad el próximo martes. No quería que Wen Qing se preocupara por ello, ella tenia un nuevo trabajo y lo menos que necesitaba era agobiarse por algo como eso. El prepararía la cena y los tres pasarían una linda noche para darle la bienvenida a la navidad.
¡Oh, es verdad, los regalos!
−¿Y ahora que tienes?− pregunto Xichen −Hemos estado aquí parados por mas de un minuto. La gente no deja de golpear mi hombro−
−Perdón, estaba pensando en la cana de navidad y en los regalos... ¿Que debería darle a Wen Qing y a Wuxian? ¿Te gustaría algo en especial?−
−Si me dejas en paz por todo ese día lo considerare como un regalo− respondió con evidente molestia.
Wanyin hizo una mueca de disgusto. Xichen tan lindo para expresar su cariño como siempre. Le saco la lengua, acción que hizo reír a una señora en el puesto de fruta que estaba al frente.
Wanyin tomo el brazo del castaño con suavidad para caminar a su lado y así evitar que se golpeara con las personas que iban y venían por el pasillo.
−Vamos, compremos todo y regresemos al departamento tal como te gusta− dijo para intentar animar esa cara de póker que cargaba.
Anduvieron de un lado a otro. Pronto, Wanyin cargaba con un par de bolsas de aspecto pesado.
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Los ojos del alma
FanfictionLan Xichen vive encerrado en su propia oscuridad, con el corazón hecho añicos y sin poder ver los colores del mundo. Jiang Wanyin irradia luz, expone sonrisas y deslumbra a todos con sus vivaces colores. Lan Xichen vive sin la motivación de seguir a...