Las especulaciones dicen que la rivalidad entre Yoongi y Hoseok se debe a que a Yoongi le atrae la novia de Hoseok. Pero en realidad, a Yoongi no le interesa en absoluto tener nada con ella, sino con Hoseok.
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La charla entre Namy y Yoongi había quedado pausada cuando ambos tuvieron que regresar a sus actividades, pero el pelinegro había avanzado mucho en explicar la aventura que había compartido con Hoseok. Y Namy había entendido todo, pero estaba muy angustiada por el tema de Hoseok, porque todavía no podía confiar en él.
Pero ya había llegado la hora del entrenamiento, y Yoongi aunque estaba muy emocionado por ver a Hoseok, estaba nervioso porque tenía que seguir hablando con Namy.
Pese a ello, estaba motivado porque seguramente Hoseok ya había terminado con ella, y estaba muy emocionado de saber qué iba a suceder entre los dos.
Saliendo de los vestidores, el entrenador los llamó a todos para informarles que ese era el último y más importante entrenamiento, porque habían adelantado las eliminatorias para antes de que terminara el otoño.
Así que esa tarde estaba llena de emociones para él, y estaba muy comprometido a dar lo mejor.
Se acercó a sus amigos, saludando a Jimin con un abrazo.
—¡Irás a representar a la universidad! —alentó su amigo con entusiasmo, palmeando su espalda—. Nam ya me contó que hoy toman la desición del equipo, y Las Panteras serán vencedores.
Entre risitas y como si lo hubieran llamado, Yoongi levantó la cabeza hacia las gradas y entonces lo vio. Hoseok estaba ahí, sentado en una de las gradas en lo más alto, solo y saludándolo con la mano. Le envió un beso al aire, y ya que el pelinegro todavía tenía la atención de su amigo a su lado, solo pudo sonreírle.
—Ya veremos qué sucede, Jimin. Nos vemos cuando acabe, ¿bien?
Desde arriba, Hoseok no perdía su atención de él, además de que había escogido ese lugar tan alejado para mantener su distancia con Jinnie, hasta que sus amigos llegaron para hacerle compañía.
Yoongi intentó regresar a la cancha, pero Halsey se acercó a saludarlo con un sorpresivo abrazo por la espalda.
—Oye, ¿y no vas a saludarme a mí?
Él se giró de inmediato, poniéndose más nervioso porque sabía que la atención de Hoseok estaba en él.
—Ah, hola, Halsey, ¿cómo estás? —preguntó amablemente, separándose de ella.
—Estoy bien, ¿y tú? ¿Listo para ganar?
—Sí sí —se separó otro paso—, eso espero, que todos lo hagamos bien.
Ella se acercó un poco más, manteniendo una sonrisa en sus labios.
—¿Qué te parece si salimos a celebrar esta noche?
Y girando la cabeza en automático en la dirección de Hoseok, lo vio serio y cruzado de brazos. No deseaba hacerlo sentir incómodo de ningún modo, por lo que sabía que tenía que ser claro con ella.
