El consejo de ancianos de la secta Qishan Wen, estaba reunido con el Emperador y con sus dos herederos, habían hablado sobre muchas cosas, pero venia algo que quizá no sea tomado con mucha calma.
—Wen Führen debe dar sus hijos a una concubina al nacer, y tener en cambio un heredero con su sangre y la de nuestro Emperador.— Comentó uno de los pocos ancianos que estaba en contra del joven que ahora ostenta el rango de Führen de la secta.
Wn RouHan había esperado una actitud así, más de ese anciano que se empeña con que sus hijos mayores debían casarse pronto y tener herederos para la secta, después de todo un cultivador puede morir en cualquier momento, ¿no es así?, ese había sido el argumento del anciano.
Los demás miembros del consejo se sorprendieron por la estupidez de ese anciano, Wen RouHan no era cualquier cultivador, había destacado en las seis artes desde temprana edad, así que si, debes ser un imbécil si deseas llevarle la contra al Emperador.
Wen RouHan se levantó con calma. —Jiang Ying es mi esposo, la secta Lan fue realmente estúpida al dejar ir a tan hermosa y única joya, un joven de una cuna noble, diestro como cultivador, excelente en política, físicamente hermoso, pues se parece mucho a su madre y su padre, con dotes en las seis máximas artes, un gran cultivador desde temprana edad.— Declaró al posicionarse frente al anciano, usando su puño para golpearlo y hacerlo caer al suelo en un charco de sangre, todos lo vieron, un poco de energía espiritual había sido suficiente. —¿Hay alguna objeción aparte de esa?— Los ancianos restantes temblaron, sin embargo, atinaron a negar con urgencia.
Un anciano se levantó de su lugar para limpiar el lugar donde aún estaba la sangre, todos saben lo temperamental que es el Emperador, así que si murió, simplemente fue por ser imprudente, nada más.
Tocando otro tema, mi esposo tomará su trono a mi lado, tal cual como debe ser, soliciten a las sectas alguien para evaluar si son dignos de cuidar de mi esposo. —Se limpió la mano que tenía un ligero rastro de sangre.
—Como ordene.— Respondió el líder del consejo, sabían lo cruel que el líder es, así que siempre era mejor aceptar y obedecer. —Gran señor, tengo una pregunta.—
Wen RouHan asintió desde el trono, sus hijos mayores estaban a su lado. —¿Quién es el líder del consejo?—
Se hinco rogando a los jueces del inframundo le dieran la sabiduría para usar las palabras adecuadas y no ofender a su señor. —El ...perdón ¿Wen Führen realizará las actividades que en su momento realizó su madre? o prefiere que sólo cumpla no necesario.—
Wen RouHan tenía una ceja alzada, primero eso no le importaba, segundo su esposo aún se estaba recuperando de los dolores emocionales y mentales que la secta Lan le había provocado. —Aún no lo he dictaminado, por ahora, quiero que se reúnan a partir de mañana con él, muestrenle las actividades y cuidenlo, pues con su vida me responderan.— Se levantó del trono y salió seguido de sus hijos mayores.
Wen RouHan entro a su habitación, donde en la cama grande dormía su esposo, mismo que aún estaba preocupado, pero no importaba nada más que la seguridad del menor, así que antes de que su esposo pudiera despertar salió nuevamente de la habitación, pero esta vez por la puerta secreta, misma que solo conocen sus dos hijos mayores y su esposo,
Llegó a la biblioteca personal, después entró a una pequeña sala donde sus hijos mayores lo estaban esperando.
Wen Chao se levantó. —Padre.—
Wen Xu como siempre, observaba a su padre, después de saludarlo habló. —Lo que dijiste es verdad, me temo que al parecer los miembros del consejo Lan quieren llevarse a WuXian, sin embargo, también se sabe que el actual líder del consejo está logrando retener las intenciones de los ancianos por ahora.— Explicó Wen Xu.
—Podemos quemar todo.— Wen Chao comentó mientras su Qi se elevaba, ante esa acción su hermano mayor y su padre negaron.
—WuXian ama ese lugar, tiene muchos dibujos de ese lugar, sin embargo, tengo una idea.— Comentó Wen RouHan con malicia. —¿Quien fue la enviada a ese lugar?—
Wen Chao había armado ese plan, sabe que si WuXian se llega a enterar, lo odiará a él, pues cuando su padre supo lo que hizo fue duramente castigado, pero a la vez, no se arrepentía, tenían con ellos a ese hermoso ser de nombre WuXian. —Fue Wen Qing, la hija ilegítima del tío Ren.— Comentó, si, era su prima, pero no de sangre completamente, pues fue hija de una prostituta y de su tío enfermo.
Mientras tanto en la secta GusuLan, Lan WangJi estaba en su casa acompañado por su segunda esposa, tomaba el té mientras leía documentos y anotaba muchas cosas, siempre, siempre terminaba comparando.
—Wen Qing.— Llamó Lan WangJi a su segunda esposa.
Se inclinó cual sirviente que espera una orden. —Prepara tus cosas, mañana debes entrar en un ritual de purificación.— Ordenó con voz fría y rígida.
Se levantó, aun de rodillas, observando a su esposo trabajar, jamás le daba una mirada, es más, desde hace días no ha sido tocada. —¿Puedo decir algo?— Preguntó con voz baja, lo suficiente para ser escuchada pero sin molestar a su esposo.
—Estoy ocupado.— Respondió mientras realizaba las cuentas de la secta, después tomó un sorbo y observó su cama, no había dormido ahí desde que su A-Ying se fue, todo se sentía sucio y mal, él debía de estar a su lado, ambos trabajando para mejorar la secta.
Se escuchó una hermosa risa. —A-Zhan mira, hay una mariposa.—
Lan WangJi levantó la vista, sintió su corazón calentarse y su vida regresar a su ser.
—Mmm.— Asintió ante la hermosa silueta que estaba frente a él, tan hermoso, es una bendición escucharlo reír. —Podemos ir a dar un paseo.—
Su sonrisa se borró, al terminar de decir esas palabras, la hermosa imagen de su A-Ying se desvaneció, dejando frente a él a esa mujer que le atormentaba con el simple hecho de respirar. Exhaló el aire.
—Prepara la comida, mi padre vendrá a comer con nosotros.— Se levantó, ordenó y después se fue, no había problema, ella no sabía leer, después de todo con cocinar y limpiar era ,más que suficiente.
Wen Qing se quedó en el suelo hasta que su esposo se alejó, siempre era así, pero al menos no la trataba mal, quizá con indiferencia, pero quizá si le dice a su suegro podría hacer más.
Lan WangJi salió de la secta, sabe que la mayoría de los discípulos extrañaban a su esposo, si bien, no preguntaban por él, sabía que los discípulos usaban su tiempo libre para contar anécdotas o entrenar lo que él les había enseñado. Descendió hacia el pueblo, desde hace unos días se toma su tiempo para salir, solo, pero salía y compraba cosas para él. hace unos días vio un hermoso adorno para el cabello con un adorable conejo, todo hecho de Jade de la más alta calidad, también había conseguido hermosas telas, había contactado a un hábil sastre y mandó a realizar las más hermosas túnicas que su mente pudo imaginar en ese momento. Además de varios jarrones del vino favorito de ese hermoso esposo suyo.
—¿Le gustará a mi A-Ying?— Observó un juego de pinceles y tintas, además de el mejor papel, vio también varios dulces y no dudó en comprarlos. Aunque era inseguro, su esposo amaba ser mimado y consentido, pero siempre pedía que evitará excesos.
Caminó por un tiempo más y compró cosas lindas para la casa, entre inciensos, algunos adornos para recibir a su esposo en casa, además de otras cosas que se irían pronto, pero primero necesitaba espacio, todo por él.
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Heridas de Silencio.
FanfictionTe lastimé, pero intentaré remediarlo. -Dijo Lan WangJi.- Lograste lo que querías, yo. -Sonrió amargamente.- No quiero verte otra vez, porque lo que sentía por ti, tu sólo lo rompiste y lo convertiste en Odio. Ambos se vieron, pero nada será igual. ...