16 La Lealtad.

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Ha pasado un tiempo desde la última actualización de las historias, espero les guste este nuevo capítulo

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Ha pasado un tiempo desde la última actualización de las historias, espero les guste este nuevo capítulo. Un abrazo.

Por cierto, la historias seguirán siendo publicadas aquí, ya tengo algunos respaldos. Cualquier cambio lo anunciare en donde el post del perfil.

Ahora vamos a leer.

Wen Furen caminaba entre los hermosos pasillos de la secta Qishan-Wen, aún se sentía triste y herido, pero al menos los tenía a ellos. Se sentó cerca del campo de entrenamiento, donde estaba Wen Xu atendiendo el entrenamiento.

—Quizá no he tomado la mejor decisión, podrás criticarme, pero jamás duden que los amo.— Acarició el pequeño bulto que se dejaba ver al estar sentado.

Sintió alguien arrodillarse frente a él, así que desvió la mirada y notó que los discípulos estaban sentados ante él, se sintió abrumado.

—Wen Furen, sea bendecida y amada por el Sol.— Todos hablaron en coro sin notar la incomodidad del menor.

—Debe venir con su escolta, por ahora yo lo cuidaré.— Wen Xu se puso firme a su lado.

Sonrió apenado. —Es raro que me hables de usted, soy mas chico que usted por 4 años.— Comento avergonzado, pronto cumpliria años, pero aun faltaba algo de tiempo por unos instantes y dirige su vista al campo. —continúen su entrenamiento, si alguien me busca, di que estoy con Wen Führen.—

Caminó al frente y el joven WuXian le siguió el paso, ambos caminaron en silencio, WuXian rápidamente se niveló a los pasos de Wen Xû, no le gustaba ir atrás como una esposa habitual y sabe que Wen Xû caminaba con menos velocidad así que lo agradecía.

—Ayer hablamos con el consejo, serás respetado y tratado de la forma más fina y respetuosa, la secta Wen no prohíbe la cultivación para las esposas, así que nos gustaría que dieras clases, pero por ahora debes adaptarte.— Explicó mientras ambos caminaban en un sendero de flores silvestres, recorrieron un camino diferente hacia el palacio.

Escuchó atento. —¿El acuerdo sigue en pie?— Preguntó después de analizar un rato, había llegado un acuerdo para casarse con Wen RouHan, ¿le molestaba? No lo sabía.

Vio de reojo al menor. —Todo sigue pactado, mi padre te dio su palabra, así que no te preocupes.—

WuXian escuchó atento, había llegado al acuerdo más divertido, después de dos años de matrimonio, podría llegar a ser el cultivador en jefe, ese era uno de sus sueños, le gustaba la idea de cambiar cosas en el mundo del cultivo, pero también se sentía inseguro por las posibilidades y el enfrentarse a la secta Lan le daba un poco de miedo aún.

—Desde esa vez que te vi cuando nos enfrentamos supe que eras el ideal perfecto. ¿Qué te gustó de Lan WangJi?— Preguntó tratando de ser respetuoso, pero intrigado.

Levantó la mirada al cielo. —Lan WangJi es una persona inteligente, hábil como cultivador, sin embargo, su responsabilidad y amor por las reglas me hacía rabiar, no puedo decir que mi vida fue mal, siempre fue cariñoso, me compraba cosas lindas, en realidad siempre me trato bien a grandes rasgos.— Respondió con calma mientras recordaba varias cosas, siendo consciente que habían más cosas buenas que malas.

Wen Xû escuchó, había cosas que sabía, pero no todo. —¿Y las cosas malas que te hizo?—

Exhalo el aire contenido. —Su primer crimen fue cuando perdí a mi primer hijo, el segundo fue aceptar a tu prima en su cama y su vida.— Comentó sin miedo a nada, había descubierto quien era el enmascarado. Pero no podía culpar a Wen Chao, si el amor de Lan Zhan fue tan débil ante una mujer, entonces no era amor. —Pero me gustaría hacer algo.—

Alzó la ceja curioso. —¿Puedo saber que tiene en mente?— Preguntó intentando imaginarse lo que la mente del menor podría crear.

Sonrió. —Si, en realidad me gusta la idea de que la secta Lan sepa a quién perdió.—

—¿puedo preguntar porque nunca les dijo de su capacidad de tener hijos? Más importante aún, ¿cómo fue lo de su primer hijo? Un precedente así no es desapercibido.— Comentó Wen Xû, confiando en que quizá el menor le contará algo.

Sonrió, sin duda alguna su intuición no fallaba. —Joven Wen Xû, le diré algo.— Frenó su caminata.

Wen Xû tragó, se sintió golpeado y observó a Wen Führen con suspicacia. Abrió y cerró las manos, sentía el sudor en su nuca. —Dígame.—

Asintió sabiendo que no había perdido el toque. —Recuerde que para liderar una casa, se requiere un líder fuerte, pero… —Dio un paso al frente y sonrió. —Para liderar un reino, se requiere de un líder sabio, fuerte y leal.—

Trago nuevamente, dio un paso atrás, no entendía. Pero sintió su sangre enfriarse. —No comprendo.— Sintió su tono tambaleante.

Sonrió y puso su dedo en los labios. —Oh, usted es bastante inteligente, estoy seguro que entendió completamente lo que he querido decir.—

Sin dar la vista nuevamente, camino hacia el castillo. Puede ser que le duela, pero estaba seguro que sus hijos, tenían a un padre valeroso, y que él podría dar a conocer su propio nombre. Había cambiado de decisión, recordando lo que una vez su padre le había dicho.

—Jamás doy un paso en falso, aprendo y cambio de dirección si es necesario.— Se recordó a sí mismo sus propias palabras.

El joven Jiang Ying sonrió mientras acariciaba su vientre, vio al Sol, poderoso, pero notando qué la Luna comenzaba a emerger al fondo del horizonte.

—La gratitud también es parte de la lealtad.— Se dijo a sí mismo nuevamente.

Heridas de Silencio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora