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Okay, quizá escaparse sin avisarle a nadie había sido una mala idea, o mejor dicho, quizá escaparse sin avisarle a Nimu había sido una mala idea.

— ¡¿Te crees en todo tu derecho por ser el presidente?! — la chica agitó fuertemente el cuerpo de Aquino, a quien traía fuertemente agarrado del cuello de su camisa — ¡Debes cumplir tus deberes como el resto de nosotros! —

El resto de miembros miraban con terror, sin duda sus dos presidentes son gente a la que no quieres hacer enojar.

— Lo siento... — Aquino susurró avergonzado — No volverá a pasar —

La chica suspiró, soltando su agarre y apretando el centro de sus cejas con dos dedos, tener que encargarse de ese idiota era como ser niñera de un niño increíblemente grande y astuto.

— No reportaré esto con el director, la próxima tendré que hacerlo, ¿lo entiendes? —

Aquino asintió silenciosamente, la verdad es que un reporte así no podría arrebatarle el puesto de presidente ni nada similar, pero si dañaría completamente su confiabilidad, tanto de director, profesores y alumnos.

— Aún tenemos tiempo antes de que oscuresca, hay que aprovecharlo —

Así todos volvieron a sus actividades, ahora con la integración de su presidente, Nimu podría sonar "abusiva" o "mandona" (Apodos dados por el resto de estudiantes), pero eso es justamente lo que el comité necesita en una vicepresidenta, alguien que esté de soporte y mantenga al resto de integrantes a raya, incluyendo al presidente, sin descuidar el resto de su trabajo, sorprendentemente las únicas personas que podían notar eso eran sus mismos compañeros de comité.

— Gracias —

Habló una voz grave a las espaldas de la castaña, la cuál se giró para encontrarse con Aquino, ella rio suavemente y palmeó su hombro.

— De nada, no sé qué harías sin mí — dijo con un tono egocéntrico — Soy increíble —

Ambos rieron antes de volver a sus actividades, tras una hora o dos el sol comenzó a desaparecer del cielo así que lo tomaron como señal para volver a sus habitaciones y descansar de ese agotador día.

— Oh, llegaste — Fue la frase que recibió a la vicepresidenta al entrar a su habitación — Ven aquí, te ves acabada —

Nimu sonrió y se acercó a la cama donde la otra chica se encontraba, reportándose a su lado y recargando la cabeza en su hombro.

— Mi presidente puede llegar a ser un gran dolor de cabeza —

Dijo riendo, recibiendo un suave beso en la cabeza.

— Lo hiciste bien —

Entonces una mano comenzó a acariciar su cabello.

— Gracias, Mic —

Así comenzó una serie de abrazos y suaves besos alrededor de la cara contraria, aunque sin llegar a tocar sus labios, aún no están listas para esa fase.

— ¿El chico rata amarilla no te dió problemas hoy? —

— ¿Soarinng? Estuvo detrás de mí mientras se quejaba de que quería volver a su habitación — dió una leve risa al recordarlo — ¿Y a tí? ¿Además de tu presidente alguien más te dió problemas? —

Nimu negó suavemente, acurrucandose en el pecho de la chica.

— Sorprendentemente hoy no pasó nada más —

Así siguieron platicando mientras se abrazaban la una a la otra, es sorprendente cómo ningún miembro de sus respectivos consejos se ha dado cuenta de la relación que hay entre ambas, ya que ellas no se esfuerzan mucho en ocultarlo.


Wtf, ¿amor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora