|El regreso a Hogwarts.
LAS SIGUIENTES DOS SEMANAS después de los mundiales fueron más que desgastantes. Sus padres nunca lo habían admitido frente a ella, pero era claro que participaron en los disturbios de aquella noche, y gracias a ello pasaron la mayoría de días tensos ante las repercusiones de sus actos.
Se habían quedado con los Malfoy durante tres días, días en los cuales se dedicó a pasear por las áreas de la mansión en las que tenía permitido entrar (lo cual se reducían a su habitación, el comedor y una de las tantas salas de estar del primer piso), cuando salía a los jardines, Draco solía molestarla montado en su escoba, tirando de su cabello o lanzándole pequeñas piedras sin parar, Pebbles lo odiaba.
De regreso a su propia mansión, Pebbles la pasó mejor, organizando sus libros en baúles para su regreso a Hogwarts, la elfina doméstica, Trixie, se encargó de ir a comprar lo requerido de su lista de útiles y cuando se encontró con un largo vestido esmeralda, dudo.
—La señora Rowle mandó a confeccionar tan bonito vestido hace semanas, Trixie lo ha estado cuidando del polvo—, comentó con los brillantes ojos castaños luciendo más emocionados que de costumbre, y las largas orejas de murciélago vibrando—. Trixie leyó la carta de útiles, lo piden para este año.
Pebbles no dejó de fruncir el entrecejo, ¿por qué iba ocupar un vestido de ese tipo en Hogwarts?
Acarició la suave y brillante tela con cuidado, tenía que admitir que era bonito.
—Bien, si el chiflado de Dumbledore lo ha encargado es por algo ¿no? —Dijo en voz alta.
La elfina asintió eufórica, y siguió empacando sus cosas mientras Pebbles se encargaba de meter todo lo necesario para el mantenimiento de su escoba, una Saeta de Fuego, de las más rápidas del mundo, en cuanto salió a la venta se la pidió a su padre y el accedió sin problema alguno, prometiéndole que iría alguno de sus partidos para verla volar... no fue, lo cual agradecía, la temporada pasada Hufflepuff había ganado el campeonato de quidditch de Hogwarts, y conociendo el viejo orgullo de Slytherin de su padre, no se lo hubiera tomado a bien.
El primero de septiembre Pebbles Rowle emprendió camino a Hogwarts por cuarto año consecutivo. Sus padres no pudieron llevarla hasta la plataforma nueve tres cuartos, Trixie la acompañó hasta que subió al vagón, habían llegado a tiempo límite, se habían atrasado porque Pebbles esperó por un rato a que alguno de sus progenitores se apareciera para despedirla, cuando aceptó que eso no pasaría se marchó; la elfina en cambio, se despidió de ella con los enormes ojos llenos de lágrimas y la nariz de gancho escurriendo mocos.
—Nos veremos en navidad, no seas tan dramática—, se quejó, cuando el espectáculo atrajo la mirada reprobatorias de unas señoras.
—La señorita Pebbles no querrá volver a casa para Navidad, Trixie sabe que se quedará en Hogwarts, todo el mundo lo hará—, se quejó con la voz aún más chillona que de costumbre.
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The Deal | Draco Malfoy
FanfictionTHE DEAL| Pebbles Rowle siempre buscó un trato por su alma, estaba dispuesta a dársela incluso al peor postor, sólo para terminar con todo, para deshacerse del vacío que la seguía desde que tenía conciencia. Lo que nunca espero fue arrepentirse de...