Explicarte lo que siento [Wenclair/Enid G!P]

Capítulo 2: Un sombrío descubrimiento

Woob woob

Si encuentran algún error ortográfico, pueden comentarlo.

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¡LO SIENTO MUCHO!

No había podido escribir en una semana completa😭😭😭

Lamento haberme tardado tanto

No e abandonado la historia lo prometo.

De hecho ya tengo una 4 temporadas en mente.
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10735 Palabras. Esta vez si me pasé💀

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Enid estaba en su habitación, Pensativa sobre lo que pasó esa tarde.

No sabía si debía estar preocupada por la lunática en blanco y negro. En el fondo le asustaba que le pasara algo.

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—¡¿Qué haces aquí?! —preguntó el peliblanco. La pelinegra no sabia que había alguien adentro además de la enfermera.

—Qué haces TU aquí. —contratacó.

—Es mi actividad extracurricular. Y tu estás aquí porque quieres algo. ¿Verdad? —El peliblanco no sabía qué quería, pero podría ser su oportunidad para conseguir algo a cambio.

Merlina sacó 40 dólares de su bolsillo. —Déjame pasar y no digas nada.

El peliblanco hizo una risa nasal. —Solo si dices por qué. ¿Qué buscas? —preguntó.

Sacó otros 20. —Que sean 60 y sin preguntas.

—Las cosas que me gustan no se puede comprar por dinero. Si te hago un favor quiero un favor a cambio.

Bajó el dinero y entrecerró los ojos. —Qué quieres a cambio?. —dijo con voz severa.

El peliblanco sonrió con picardía.

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Enid fue buscar a la pelinegra por los pasillos.

Cruzó varios edificios, pero ni siquiera encontró su aroma. Hasta que vio por la ventana.

Había salido de la enfermería y estaba en dirección al bosque para salir de Nunca Más sin que la vieran.

Enid no se quedaría de brazos cruzados mientras su mejor amiga se iba sola al bosque. Así que corrió a su cuarto y tomó algunas ropas para el frio y salió en busca de ella.

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Merlina llegó al pueblo caminando suavemente y entre las sombras con Dedos en su hombro.

Estaba cerca de la casa del Sheriff y se escondió entre los matorrales de enfrente para no alertar a los vecinos.

Con cuidado y lentitud se quitó su pequeña mochila de la espala para dejarla en el suelo suavemente.

—¡Que haces aquí! —Alguien susurró llegando a su lado, haciendo que la pelinegra diera un pequeño brinco y se giró hacia aquella voz.

—¡Qué estás haciendo, Enid! —Reclamó la gótica entre susurros al ver a la licántropa. —No deberías estar aquí.

—¡Tu tampoco, Merlina! —La rubia también reclamó. —Se que tuviste una visión, así que si te vas a enfrentar a otro peregrino loco no te dejaré sola.

Merlina recordaba que había sobrevivido al Hyde gracias a Enid, pero no quería ponerla en peligro nuevamente. —No, Enid. Haré esto sola.

—Claro que no, ya estoy aquí, así que ayudaré. —Dijo poniendo una sonrisa. La pelinegra sabía que no haría cambiar de opinión a la rubia.