𝙄 𝙒𝙖𝙣𝙣𝙖 𝘽𝙚 𝙔𝙤𝙪𝙧𝙨 ©| 𝙈𝙖𝙩𝙞𝙖𝙨 𝙍𝙚𝙘𝙖𝙡𝙩

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Adhara

Eran las cinco de la mañana, parecía que no terminaba más de guardar todo y eso que ni siquiera había llevado muchas cosas. A las siete de la mañana junto a Matías nos íbamos, el problema es qué no dormí nada... NADA.

Mis ojos se estaban cerrando y yo luchaba por mantenerme despierta, por qué si llegaba a dormir menos de una hora iba a terminar peor. Estaba agarrando mis bolsos para dejarlos a lado de la puerta y sin querer me quedé medio dormida parada.

Me desperté cuándo escuché que tocaban mi puerta, era Matías. Abro la puerta y lo veo, estaba vestido con un jeans azul y un buzo negro.

Yo estaba en modo crota, tenía puesto un pantalón deportivo largo azul y un buzo gris medio oscuro, tenía mi pelo atado en una colita baja. #Para nada aestetik.

- Buenos días Adha.- Me saluda felíz Matías, flaco... 7 DE LA MAÑANA SON

-Buen día.- saludé todavía sin reaccionar del todo.

- Estás re dormida nena. A ver, dame esto.- dice mientras agarraba mis bolsos.

-¿Tenés todo? ¿No te olvidas nada?- dió una mirada rápida a mi pieza para volver a mirarme a mí.

- Tranqui, tengo todo.- empecé a cerrar la puerta de mi habitación.

- Vamos.- le digo, yo pasaba mis manos por los ojos para despertar un toque.

Empezamos a caminar hacia la planta baja del hotel, Matías entrego las llaves de ambas habitaciones.

A una cuadra del hotel había un estacionamiento privado, dónde estaba mi auto. Saludamos al guardia que estaba ahí y guíe a Matías a mi vehículo.

-Acá esta, el amor de mi vida- dije presentándole mi auto.

-Horrible.- me dice en joda apenas lo ve.

-Hacete el vivo, te dejo acá nomás- le pegó despacio en el hombro.

-A ver, dame la llave.- me dice dejando los bolsos en el piso frente al baúl del auto.

Le doy las llaves, abre el baúl y empieza a guardar nuestras cosas ahí Modo tetris JAJAJA

Yo estaba atrás de él viendo lo que hacía, cuándo ya guardo todo cierra el baúl y me mira.

- Manejo yo primero, tenés cara de que en cualquier momento te dormís.- lo último lo dijo al ver qué estuve a punto de hacerle la contra.

Yo junto a mi fiel mochilita nos fuimos al asiento del acompañante, Matías antes de irse al del conductor dejo en el espacio para las piernas del mío su equipo de mate, por suerte era un bolso chiquito y me dejaba lugar. Cerró la puerta, dió la vuelta al vehículo y finalmente se sienta.