Colapso Inminente

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Wednesday nunca se consideró creyente de la existencia de un ser superior que hiciera milagros o que sanará sin intervención de algún tratamiento médico a las personas, sin embargo, ahora quería desechar ese pensamiento y le rogó a dios, a cualquiera que la escuchara para que la explicación del médico que estaba en frente suyo, no estuvieran dirigidas a la mujer que más ama en este mundo.

— ¿Alguna pregunta? — El médico miró a ambas después de describir los posibles tratamientos para la enfermedad.

Enid movió ligeramente su cabeza hacia derecha para contemplar la aflicción de Wednesday. Sin decir nada, solo movió su mano derecha que estaba en su regazo hacia la pierna izquierda y la apretó ligeramente, convencida que ese movimiento volvería a la realidad a su único amor desde sus tiempos de juventud, cuando se conocieron cuando solo tenían 16 años.

Wednesday parpadeó dos veces y giró para observar a Enid que claramente estaba conteniendo sus lágrimas y en su hermoso rostro se dibujaba una sonrisa triste. Para confirmar que estaba atenta a su entorno agarró la mano de Enid entre las suyas con suavidad. Amabas volvieron a mirar al médico.

— No, su explicación fue lo suficientemente detallada para que no tengamos ninguna duda al respecto del diagnóstico y a su tratamiento. — Wednesday respondió con total seriedad, su voz casi simulaba a un robot.

—Entonces, las espero la próxima semana — Ambas se pusieron de pie y estrecharon la mano del médico en absoluto silencio. El trayecto por los pasillos del hospital hasta el estacionamiento fue en absoluto silencio, solo iban tomadas de las manos.

Wednesday condujo el automóvil y Enid se encargó de elegir las canciones que sonarían en la radio para encubrir el silencio, sabía que no era el momento de desmoronarse y dejar fluir los sentimientos que tenían después de oír tan desalentadora noticia.

El silencio continuo hasta que ambas estaban en la privacidad de su habitación en la mansión que vivían en las afueras de la ciudad. Fue Enid la que cedió primero a la necesidad de reflejar su angustia y la opresión que sentía en su pecho.

Wednesday de inmediato la abrazó y las lágrimas que estuvo conteniendo se deslizaron por sus mejillas, mientras que su garganta se cerró y por primera vez en su vida, no tenía palabras de consuelo o alentadoras para afrontar lo que vivirían los próximos meses.

Enid en cambio, tuvo la capacidad de verbalizar lo injusta que era su vida, cuando pensaba que al fin era feliz por haberse casado con su amor de juventud, tener un buen trabajo y rodearse de una familia que la amaba tal cual era, nunca pensó que fallaría en lo más importante, en su salud.

Se sentaron en su cama todavía abrazadas, ninguna de las dos quería romper aquel gesto, porque sabían que tendrían que conversar acerca de las posibilidades, del agotador tratamiento y las probabilidades que funcionara.

Ninguna de las dos supo cuanto tiempo había pasado desde que ingresaron a su hogar, solo podían estimar que fue suficientes minutos para que sus ojos estuvieran hinchados y rojos. Wednesday con el dorso de su mano limpió los rastros de sus lágrimas que aun se negaban en terminar, tampoco se dijo mucho en ese momento. Wednesday salió de su dormitorio para traer agua desde la cocina. Entregándole la botella a Enid, supo que no podían dilatar más la conversación.

—Creo que es necesario consultar con mi madre, de seguro tiene entre sus pociones algo que ayudará a que sanes. — Wednesday también estaba considerando consultar la opinión de otros médicos especializados en esa extraña enfermedad.

Enid bebió un tercer sorbo de agua cuando al fin encontró su voz y las ideas que tenía en su mente desde que salió de la consulta del médico.

—No creo que la magia solucione o haga desaparecer mi enfermedad, si fuera así, mi condición de hombre lobo habría evitado que la padeciera en primer lugar— Enid había encontrado resignación, sabía que las probabilidades de supervivencia eran nulas aún siguiendo el tratamiento.

— Wends... — Agarró fuertemente las manos de su esposa. Wednesday la miró fijamente adivinando las palabras que serían dichas por su único y gran amor. — Cuando tuvimos las primeras sospechas y luego la confirmación, sabíamos que es incurable, incluso accediendo a quimioterapia o ingresar a la lista de donantes, sabemos que no sobreviviré y qué el tiempo que me queda, no quiero malgastarlos en el hospital... — Se detuvo unos momentos, porque una vez más los deseos de llorar se apoderaron de ella — Solo quiero estar contigo y que seamos capaces de crear algunos buenos recuerdos para ti, para que nunca me olvides y me recuerdes vivaz y sin padecer esta maldita enfermedad. — Enid no pudo contener las lágrimas, así que lloró.

Wednesday quería darle mil argumentos por los cuales debería acceder al tratamiento, pero sabía que eso era aplazar lo inevitable, además no quería que perdiera su hermosa cabellera rubia o que su rostro reflejara la radiación a la que sería sometida durante los próximos meses o la debilidad que sentiría después de esas sesiones, así que sin palabras y solo con un beso que transmitiera su profundo amor, estuvo de acuerdo con la decisión de su esposa.

—Le pediré a mi madre que te de algunas de sus pociones para aliviar el dolor— Le dijo después de que el beso terminó.

—Se lo agradecería —Lo dijo mientras esbozaba una débil sonrisa.

Tal como Wednesday lo prometió, Morticia le dio pociones para los siguientes meses y una que inhibiera su transformación en las noches de luna llena, porque eso empeoraría sus síntomas.

Wednesday detuvo todas sus presentaciones de su último libro y la planificación de las próximas desventuras de su personaje favorito, no quería alejarse de su esposa en ningún momento, cumpliendo fielmente los votos que recitó el día de su boda. Cuando llegó la hora del último aliento de Enid Addams, Wednesday estuvo allí para ella. Una lágrima se deslizó por su mejilla derecha, le dio un último beso cuando aún tenía sus labios tibios y le hizo una promesa.

—Pronto estaré contigo. 

xXx

Día 1: Noticia/Diagnóstico

Angstruary 2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora